Título: Drunken talks
Autora:
Riz Aino
Pareja:
2Tae (TaeIl + TaeYong) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, humor, fluff
Número de palabras:
1.001 palabras
Resumen:
TaeYong siempre ha tenido muy poco aguante con el alcohol y no necesita beber
mucho para convertirse en una adorable máquina de hablar.
Notas: historia
escrita debido a que cuando 127 fueron al EnNaNa desvelaron que TaeYong era el
que menos aguante tenía de todos ellos y me hizo toda la gracia del mundo.
Comentario de autora:
lo fluff y las cosas graciosas son realmente lo mío, así que he sido la persona
más feliz del mundo escribiendo esto a las 1 de la madrugada. Espero que os
guste.
Drunken
talks
Aquella era la primera noche que
TaeIl se permitía salir a beber en medio del periodo de exámenes, pero
realmente lo necesitaba, así que, cuando su compañero de habitación, Johnny, lo
invitó a beber con sus amigos en un bar que había cerca de la residencia, él
simplemente aceptó sin saber que, debido a aquella pequeña decisión, todo iba a
cambiar.
TaeIl ni siquiera conocía a los
amigos de Johnny en profundidad, a algunos los había visto entrar y salir de su
habitación compartida y había tenido una pequeña conversación cordial con
ellos, pero nada más, así que, al principio se sintió un poco como un extraño
en aquel gran grupo de chicos que hablaban y reían mientras bebían. Sin
embargo, uno de ellos, aquel que se había sentado a su lado, después del
segundo chupito de soju con el que habían brindado, comenzó a hablar con él, de
forma totalmente aleatoria, con la nariz y las mejillas completamente rojas y
los ojos no realmente enfocados en él. TaeIl podía ver perfectamente cómo el
alcohol se le había subido y que éste había hecho que el chico se convirtiera
en una máquina de hablar. El resto del grupo no pareció prestarle mucha
atención a aquello, así que TaeIl pensó que aquello sería normal.
Por ese mismo motivo y porque
realmente ninguno le estaba prestando atención a él como para tener una
conversación que lo hiciera sentir medianamente cómodo con todos ellos, TaeIl
simplemente decidió seguirle el rollo al otro chico que si no recordaba mal se
llamaba TaeYong —Johnny le había presentado a sus amigos cuando se habían
encontrado otras veces y aquel día antes de entrar al bar también se los había
vuelto a presentar… sad thing que el chico realmente no recordara bien a
la gente—
La conversación que comenzó a
mantener con TaeYong fue rara desde el principio porque, primero, el otro
estaba borracho a más no poder y, segundo, era una máquina de hablar que
cambiaba de tema cada dos por tres, haciendo que TaeIl perdiera a veces el
hilo, pero realmente no importaba mucho porque estaba descubriendo mil cosas
del chico y todas aquellas mil cosas le encantaban. Porque TaeYong le contó que
estaba estudiando veterinaria porque adoraba a los animales, también le contó
que le encantaban los niños y que cada vez que podía volvía a casa a apachurrar
a su sobrino y llenarlo de besos, que le gustaba cocinar y se le daba de lujo,
que adoraba ver películas románticas bajo una manta. Todas aquellas cosas
hicieron que TaeIl se sintiera muy softie por aquel chico… y todas las
otras cosas que le contó que debían de ser secretas —como que le gustaban los
látigos en la cama— también le gustaron al chico de una forma que realmente no
creía capaz que le gustaran.
Absorto en la conversación con
TaeYong, TaeIl no se dio ni cuenta de que los demás poco a poco se habían ido
yendo del lugar hasta dejarlos a ambos solos, pero cuando lo hizo se enfadó un
poco porque podrían al menos haberle avisado de que se iban o haberle dicho
dónde vivía el otro chico para llevarlo allí. Le mandó algunos mensajes a
Johnny, pero éste ni los vio ni los respondió y las pilas de TaeYong se
agotaron repentinamente en los dos segundos que había tardado en componer los
mensajes y no le había prestado atención.
Así que, la noche que había
comenzado como una noche para librarse del estrés de los exámenes bebiendo y
pasándoselo bien había acabado con él bebiendo y hablando con un chico borracho
que ahora estaba medio dormido y no tenía un lugar en el que dormir. No estaba
tan estresado por los exámenes ahora, pero sí por el hecho de que solo podía
llevar al otro chico a su habitación en la residencia y rezar porque allí
estuviera Johnny para así hacerlo volver a su casa. Con bastante fuerza de
voluntad y las piernas temblorosas porque él sí que había bebido bastante,
acabó ayudando a TaeYong a llegar hasta su habitación —colándose por la puerta
de atrás porque se suponía que a aquellas horas no se podía regresar y menos
acompañado por alguien ajeno a la residencia— y maldiciendo al ver que dicha
habitación estaba vacía.
Sin saber qué más podía hacer, TaeIl
simplemente dejó a TaeYong sobre la cama de Johnny para que durmiera allí la
mona, pensando en que después de aquello se ducharía para despejarse un poco de
la borrachera y luego echarse a dormir en su propia cama… pero aquella noche
realmente nada le estaba saliendo como lo planeaba y cuando TaeIl dejó a
TaeYong sobre la cama de Johnny, lo que éste hizo inmediatamente fue tirar de
él hacia la cama y envolverlo con sus brazos y piernas en un fuerte abrazo del
que fue incapaz de escapar por más que quiso hacerlo. Sin embargo, en un
momento dado, TaeIl dejó de luchar por soltarse y observó el lado bueno de toda
aquella noche.
Había salido a despejarse y había
conocido a un chico maravilloso con el que había mantenido un montón de
conversaciones y del que había descubierto mil y una cosas y al final había
acabado en la cama con él. Había sido una buena noche después de todo.
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