Título:
Love Potion
Autora:
Riz Aino
Pareja:
YuTae (TaeYong + Yuta) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros: Harry
Potter!AU, humor, drama, fluff, romance
Número de palabras:
1.269 palabras
Resumen:
los filtros de amor —y las pociones en general— no se le dan demasiado bien a
TaeYong… pero aunque no esté muy seguro de que dé resultado, tiene que probarla
en él…
Notas: la idea de
esta historia está en realidad reconvertida para NCT porque era una de INFINITE
(DongWoo + WooHyun), pero al ver que no salía adelante después de muchos años
con ella en el baúl, decidí que esta era la mejor manera para sacarla de ahí.
Comentario de autora:
hace muchos años que quería escribir esta historia, así que, la cogí con ganas
y me encanta lo que he hecho. Espero que os guste.
Love
Potion
Su caldero echó un humo de color
morado e inundó la sala en la que se había instalado para hacer aquello con un
olor dulzón que embriagó los sentidos de TaeYong. Las pociones en general no se
le daban demasiado bien, pero al parecer aquel filtro de amor le había salido
en condiciones, por lo que el chico sonrió. Seis años en Hogwarts pifiándola en las clases de Pociones y siendo regañado
cada dos por tres por Snape le habían valido para poder hacer un filtro de amor
que podría usar sin envenenar a la persona a la que quería dársela. El chico
echó la poción rápidamente en el pequeño frasco que se había llevado para aquel
menester y con el que luego haría algo de comida para dársela a la persona de
la que llevaba enamorado demasiado tiempo como para que fuera bueno.
Yuta. Yuta era su mejor amigo desde
que entraron en primero. Ambos habían acabado en la misma casa, Hufflepuff, y los dos habían pasado por
mucho durante aquellos seis años que ya llevaban allí, por ese motivo, TaeYong
se había enamorado de él… pero Yuta jamás había dado muestras de que sintiera
algo por él que fuera más allá de la amistad por él. Por ese motivo, TaeYong le
había dado mil vueltas a la cabeza para ver qué era lo que podía hacer al
respecto, porque aunque fuera por una vez, quería que Yuta sintiera algo por
él. Quizás fuera un poco egoísta, pero TaeYong era lo único que quería hacer
antes de que acabara su tiempo en Hogwarts.
Así que, TaeYong hizo unas galletas
y se las dio a Yuta, que las comió con gusto porque siempre había adorado la
comida de TaeYong y, justo después de que éste terminara de comerlas, el filtro
de amor comenzó a hacer efecto… pero no el efecto que TaeYong había esperado.
Porque en lugar de que Yuta se enamorara perdidamente de él durante las horas
que durara el efecto de la poción, Yuta pareció haber desarrollado un amor
infinito por todo el mundo menos por TaeYong.
Las galletas se las había comido en
la sala común de Hufflepuff y allí se
encontraban prácticamente todas las personas que pertenecían a la Casa porque
fuera hacía un día de perros y no tenían mucho que hacer más que vaguear en la
sala común, así que, Yuta inmediatamente había comenzado a ligar con todas
aquellas personas que se encontraban a su alrededor, haciendo que TaeYong se
sintiera el mago más estúpido del mundo porque ni siquiera un filtro de amor
tan sencillito como el que había preparado le había salido bien. Lo único que
quería había sido poder disfrutar aunque fuera solo unas horas del amor de
Yuta.
Sin embargo, el chico no tuvo mucho tiempo para
comerse la cabeza con aquello, porque lo primero que tenía que hacer era atar a
Yuta antes de que cometiera una locura bajo los efectos de aquella poción. Por
eso, lo primero que TaeYong hizo fue sacar a su amigo de la sala común,
pidiendo disculpas por el comportamiento de éste y después guiarlo por el
castillo, tratando de evitar cruzarse con otros alumnos y profesores, hasta
llegar a la torre del reloj, donde casi nunca había nadie, para que Yuta pasara
allí tranquilo y sin molestar a nadie el par de horas que le duraría el efecto
de la poción.
Había sido un estúpido. Había sido
un estúpido por pensar que aquel filtro de amor serviría de algo. Había sido un
estúpido por pensar que, aunque fuera coaccionado por una poción, Yuta lo
quisiera.
—TaeYong —le dijo su amigo cuando
llevaban un rato en la torre. Después de que Yuta tratara varias veces de
escapar para ligar con gente, al rato se había cansado y se había sentado a su
lado en el suelo—. Mi corazón late bastante rápido cuando te miro…
Por un segundo, el corazón de
TaeYong se detuvo. Porque al parecer la poción que le había dado a Yuta había
comenzado a hacer efecto también con él, probablemente porque el otro no tenía
a nadie más cerca con quien tratar de ligar. TaeYong se sintió bien por un
segundo, porque inmediatamente después se sintió muy miserable por haber hecho
todo aquello, porque aunque había imaginado que sería algo perfecto, realmente
no lo era.
—Tranquilo, en un rato se te pasará
—acabó diciendo TaeYong.
—No creo que se me pase en un rato…
hace mucho tiempo que me pasa —contestó Yuta, haciendo que el chico se girara
hacia él y lo mirara con el ceño fruncido, confuso.
—¿Qué estás diciendo Yuta? —no pudo
evitar preguntar.
—Hace tiempo que me di cuenta de que
te gustaba —empezó, dejándolo de piedra—, pero no me atrevía a decirte nada
porque nunca era el momento indicado y cuando encontré entre las páginas del
libro que me prestaste el otro día la receta de un filtro de amor, pensé que lo
querrías usar conmigo, así que, preparé un veritaserum
y luego busqué el frasco donde habías metido el filtro y lo cambié —explicó—.
Así que aquí estoy, después de hacer un pequeño teatro para que te creyeras que
el filtro había sido un fracaso, diciéndote que yo también llevo enamorado de
ti mucho tiempo.
TaeYong sintió cómo sus mejillas y
la punta de sus orejas se sonrojaban hasta más no poder después de escuchar
todo aquello, sin poder procesarlo del todo porque el sonido de su corazón
martilleando contra su pecho era demasiado ensordecedor en su cabeza y no podía
dejarlo pensar con claridad. Aquello era algo que no se había esperado por nada
del mundo, aquello no podía ser la verdad, aquello tenía que ser algún tipo de
sueño o incluso los efectos del filtro de amor. Con eso en la cabeza, el chico
trató de levantarse del suelo, de alejarse de Yuta y de correr lo más lejos que
le permitieran sus piernas, pero antes de que pudiera hacer nada, el otro lo
abrazó fuertemente contra su cuerpo.
—No te vayas —le susurró—. Es la
verdad. Estos sentimientos no van a desaparecer, pero necesitaba algo que me
hiciera lo suficientemente valiente como para poder expresártelos.
Y antes de que TaeYong pudiera
replicar nada, los labios de Yuta se encontraron con los suyos y el chico dejó
de pensar. Dejó de pensar en el filtro de amor, en el veritaserum y en si todo aquello era realidad o no. Dejó de pensar
y simplemente se dedicó a disfrutar del contacto de aquellos labios contra los
suyos. Más tarde habría tiempo para pensar en todo aquello.
Notas finales:
—Un
poco enrevesado, ¿verdad? Sorry. Pero es que tenía la idea desde hacía tanto
tiempo en la cabeza que necesitaba soltarla, sin vaselina ni ná.
No hay comentarios:
Publicar un comentario