miércoles, 31 de julio de 2019

[One Shot] NCT Drabbles 3 (TaeYong Edition): The 7th Sense {TaeTen}


Título: The 7th Sense
Autora: Riz Aino
Pareja: TaeTen (TaeYong + Ten) (NCT)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, fantasy, romance, drama
Número de palabras: 1.004 palabras
Resumen: en el frío mundo en el que vive TaeYong, el chico no tiene esperanzas de encontrar alguien que comparta sus ideales… hasta que conoce a Ten.
Aclaraciones: esta historia está relacionada con una escrita hace milenios de Kai (EXO) y SeulGi (Red Velvet), para leerla, si tenéis curiosidad por ella y por el mini universo montado, solo tenéis que pinchar aquí.
Notas: historia basada en la letra de la canción The 7th Sense, canción debut de NCT–U. En este songfic no utilizaré la letra en sí, como hago generalmente, simplemente desarrollaré el fanfic a través de lo que significa la canción, pero sin mostrárosla.
Comentario de autora: la verdad es que no sé por qué se me tienen que ocurrir cosas para darme más trabajo del que ya tengo… pero bueno, creo que este largo proyecto va a merecer la pena. Espero que os guste.

The 7th Sense

Año 2260, Neo Seoul, World Capital

            A TaeYong le habían dicho desde que tenía memoria que debía de cerrar sus ojos ante el mundo que se presentaba ante ellos, que debía de cerrarlos y vivir tranquilamente en su burbuja, en la burbuja en la que vivía como parte de la clase social dominante, literalmente. Porque La Tierra se había convertido en un mundo hostil, un mundo en el que era muy difícil vivir, un mundo en el que las diferencias entre clases se habían acusado cada vez más y en el que los evolucionados se habían separado completamente de los que no lo habían hecho a través de una cúpula que los mantenía a salvo del aire irrespirable del exterior y de aquellos que no eran iguales a ellos, que no eran iguales porque no habían tenido las mismas mutaciones en su ADN que los había hecho más adaptados al nuevo mundo.


TaeYong había sido enseñado a cerrar los ojos azules que le había regalado la mutación y a vivir como parte de la élite… pero TaeYong no había podido evitar abrir sus ojos.

El chico al principio creyó que era el único, la única persona que vivía dentro de la cúpula que había abierto sus ojos y veía toda la injusticia que había en aquel mundo completamente devastado y dividido; no obstante, no tardó mucho en comenzar a tener unos sueños muy vívidos, unos sueños que le mostraban a un joven que debía rondar su edad, de rasgos delicados y unos ojos azules tan irreales como los suyos propios, unos sueños en los que lo escuchaba hablar en su mente y el chico pensaba de la misma forma que él.

Sabiendo perfectamente que los sueños conectaban a las personas, que aquella era una de las mutaciones sufridas, TaeYong no tardó nada en comenzar a buscarlo en aquella mega ciudad en la que se concentraban millones y millones de personas, todas y cada una de ellas con los característicos rasgos que provenían de las mutaciones. Quizás era una tarea titánica, una tarea que no lo llevaría demasiado lejos, una tarea de la que finalmente desistiría por no ser capaz de encontrarlo pronto… pero TaeYong no se dio por vencido hasta que no lo halló, hasta que no encontró a aquel joven que se había colado en sus sueños y que pensaba de la misma forma que él, aquel joven que también había abierto sus ojos y veía todo aquello en lo que la sociedad estaba fallando, utilizando aquellos ojos que las mutaciones le habían dado para ver la realidad.

            TaeYong lo encontró en un callejón oscuro de la parte más baja de la ciudad, aquella que estaba cerca de donde la cúpula adentraba sus raíces en la tierra, en un lugar que había vislumbrado en sus sueños anteriormente, lo encontró allí, dedicándole una sonrisa y un saludo con aquella voz suave y dulce que TaeYong ya había escuchado anteriormente en sus sueños. Por un segundo, por un instante, pensó que aquello debía de ser otro sueño, que era imposible que lo hubiera encontrado tan pronto, cuando apenas había comenzado a buscarlo; sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta de que aquello era la realidad, porque el otro chico se acercó a él y lo tomó de la mano y su tacto era tangible y real, mientras lo llevaba por calles de la ciudad por las que él nunca había caminado, hasta que ambos acabaron en el sótano de una casa, donde se encontraban muchos más jóvenes —chicos y chicas que no superaban la treintena y algunos ni la veintena— hablando.

            —Lo he encontrado —les dijo el joven, anunciando su llegada y haciendo que todos se volvieran hacia ellos—. También tiene el Séptimo Sentido.
            —Bienvenido a nuestra pequeña sociedad secreta —le dijo una chica, una chica que era completamente diferente a los demás, con los ojos castaños en lugar de azul irreal como los demás—. A partir de este momento esperamos que luches junto a nosotros por la igualdad.

            TaeYong no pudo salir de su estupor en los primeros momentos, pero después asintió a aquellas palabras y, poco a poco, comenzó a entender el propósito de aquella sociedad secreta a la que había sido llevada y el motivo por el cual aquel joven, lo había guiado hasta allí. porque en aquel lugar buscaban a gente en la que poder confiar, gente que pensara como ellos, gente que quisiera derrumbar aquella sociedad dividida y abrir los ojos a aquellos que pensaban que eran diferentes y por eso, aquellos que no habían evolucionado debían de ser expulsados al mundo exterior, donde apenas podían sobrevivir.

            Aquella sociedad secreta que pretendía crear un mundo mucho mejor a través de aquel Séptimo Sentido que los había conectado a todos, que lo había conectado a aquel joven que se había metido en sus sueños y lo había guiado hasta allí, aquel joven del que más tarde supo que su nombre era Ten.


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