Título: The 7th Sense
Autora: Riz Aino
Pareja: TaeTen (TaeYong + Ten) (NCT)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, fantasy, romance, drama
Número de palabras: 1.004 palabras
Resumen: en el frío mundo en el que vive TaeYong, el
chico no tiene esperanzas de encontrar alguien que comparta sus ideales… hasta
que conoce a Ten.
Aclaraciones: esta historia está relacionada con una escrita
hace milenios de Kai (EXO) y SeulGi (Red Velvet), para leerla, si tenéis
curiosidad por ella y por el mini universo montado, solo tenéis que pinchar aquí.
Notas: historia basada en la letra de la canción The 7th Sense,
canción debut de NCT–U. En este songfic no utilizaré la letra en sí, como hago
generalmente, simplemente desarrollaré el fanfic a través de lo que significa
la canción, pero sin mostrárosla.
Comentario de autora: la verdad es que no sé por qué se me
tienen que ocurrir cosas para darme más trabajo del que ya tengo… pero bueno,
creo que este largo proyecto va a merecer la pena. Espero que os guste.
The
7th Sense
Año
2260, Neo Seoul, World Capital
A TaeYong le habían dicho desde que tenía memoria que
debía de cerrar sus ojos ante el mundo que se presentaba ante ellos, que debía
de cerrarlos y vivir tranquilamente en su burbuja, en la burbuja en la que vivía
como parte de la clase social dominante, literalmente. Porque La Tierra se
había convertido en un mundo hostil, un mundo en el que era muy difícil vivir,
un mundo en el que las diferencias entre clases se habían acusado cada vez más
y en el que los evolucionados se habían separado completamente de los que no lo
habían hecho a través de una cúpula que los mantenía a salvo del aire
irrespirable del exterior y de aquellos que no eran iguales a ellos, que no
eran iguales porque no habían tenido las mismas mutaciones en su ADN que los
había hecho más adaptados al nuevo mundo.
TaeYong
había sido enseñado a cerrar los ojos azules que le había regalado la mutación
y a vivir como parte de la élite… pero TaeYong no había podido evitar abrir sus
ojos.
El
chico al principio creyó que era el único, la única persona que vivía dentro de
la cúpula que había abierto sus ojos y veía toda la injusticia que había en
aquel mundo completamente devastado y dividido; no obstante, no tardó mucho en
comenzar a tener unos sueños muy vívidos, unos sueños que le mostraban a un
joven que debía rondar su edad, de rasgos delicados y unos ojos azules tan
irreales como los suyos propios, unos sueños en los que lo escuchaba hablar en
su mente y el chico pensaba de la misma forma que él.
Sabiendo
perfectamente que los sueños conectaban a las personas, que aquella era una de
las mutaciones sufridas, TaeYong no tardó nada en comenzar a buscarlo en
aquella mega ciudad en la que se concentraban millones y millones de personas,
todas y cada una de ellas con los característicos rasgos que provenían de las
mutaciones. Quizás era una tarea titánica, una tarea que no lo llevaría
demasiado lejos, una tarea de la que finalmente desistiría por no ser capaz de
encontrarlo pronto… pero TaeYong no se dio por vencido hasta que no lo halló,
hasta que no encontró a aquel joven que se había colado en sus sueños y que
pensaba de la misma forma que él, aquel joven que también había abierto sus
ojos y veía todo aquello en lo que la sociedad estaba fallando, utilizando
aquellos ojos que las mutaciones le habían dado para ver la realidad.
TaeYong lo encontró en un callejón oscuro de la parte más
baja de la ciudad, aquella que estaba cerca de donde la cúpula adentraba sus
raíces en la tierra, en un lugar que había vislumbrado en sus sueños
anteriormente, lo encontró allí, dedicándole una sonrisa y un saludo con
aquella voz suave y dulce que TaeYong ya había escuchado anteriormente en sus
sueños. Por un segundo, por un instante, pensó que aquello debía de ser otro
sueño, que era imposible que lo hubiera encontrado tan pronto, cuando apenas
había comenzado a buscarlo; sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta de que
aquello era la realidad, porque el otro chico se acercó a él y lo tomó de la
mano y su tacto era tangible y real, mientras lo llevaba por calles de la
ciudad por las que él nunca había caminado, hasta que ambos acabaron en el
sótano de una casa, donde se encontraban muchos más jóvenes —chicos
y chicas que no superaban la treintena y algunos ni la veintena— hablando.
—Lo he encontrado —les dijo el joven,
anunciando su llegada y haciendo que todos se volvieran hacia ellos—. También
tiene el Séptimo Sentido.
—Bienvenido a nuestra pequeña sociedad
secreta —le dijo una chica, una chica que era completamente diferente a los
demás, con los ojos castaños en lugar de azul irreal como los demás—. A partir
de este momento esperamos que luches junto a nosotros por la igualdad.
TaeYong no pudo salir de su estupor en los primeros
momentos, pero después asintió a aquellas palabras y, poco a poco, comenzó a
entender el propósito de aquella sociedad secreta a la que había sido llevada y
el motivo por el cual aquel joven, lo había guiado hasta allí. porque en aquel
lugar buscaban a gente en la que poder confiar, gente que pensara como ellos,
gente que quisiera derrumbar aquella sociedad dividida y abrir los ojos a
aquellos que pensaban que eran diferentes y por eso, aquellos que no habían
evolucionado debían de ser expulsados al mundo exterior, donde apenas podían
sobrevivir.
Aquella sociedad secreta que pretendía crear un mundo
mucho mejor a través de aquel Séptimo Sentido que los había conectado a todos,
que lo había conectado a aquel joven que se había metido en sus sueños y lo
había guiado hasta allí, aquel joven del que más tarde supo que su nombre era
Ten.
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