Chapter
4
Felix se encontraba en
posición, esperando, observando a los que eran sus contrincantes en aquel mini
partido para terminar el entrenamiento de la tarde. Samuel estaba preparado
para lanzar la última bola y Felix tenía los ojos fijos en él, pero también los
tenía fijos en Eric, el bateador de su equipo. Miraba a uno y a otro de forma
intermitente, determinando si debía correr a por la última base para así ganar
o no. Era bastante rápido, era el mejor robando bases de todo el equipo y solo
necesitaba que Eric bateara un poco más fuerte aquella bola para poder correr
hasta la última base. Samuel lanzó en ese momento la pelota y tan solo un par
de segundos después, Eric le daba con una fuerza increíble con el bate,
mandándola lejos del alcance de aquellos que debían recogerla. Felix ni
siquiera vio esto, simplemente comenzó a correr en cuanto escuchó el sonido
claro y potente de la bola contra la madera del bate y salvó la distancia entre
las bases, tirándose al suelo para llegar incluso antes, temiendo que la bola
llegara antes que él a aquel lugar.
Felix
llegó a la base antes que la pelota y vio cómo Eric saltaba feliz cerca de él,
pero el chico no podía estar feliz porque de repente lo invadió un fuerte dolor
en el pie izquierdo y no pudo contener el pequeño grito que lanzó antes de
llevarse sus manos a su pie, agarrándose el tobillo. Al caer sobre la base se
lo tenía que haber doblado seguro. El chico pudo notar cómo a su alrededor se
arremolinaban sus compañeros de equipo, preguntándole preocupados cómo se encontraba,
si se había hecho mucho daño, si estaba bien o no. Felix intentó hacer acopio
de toda su fuerza de voluntad para no echarse a llorar porque le estaba
doliendo demasiado y tratar de hacer que sus compañeros no se preocuparan
tantísimo por él.
—Estoy
bien, estoy bien… —consiguió decir al final—. Estoy bien. Solo me he doblado el
pie al caer en la base, nada que no me haya pasado antes.
Pero,
aunque aquello le pasara a menudo cuando entrenaban o incluso en partidos, a
Felix le seguía doliendo muchísimo en aquellos momentos y, además, sabía que
esa noche la iba a pasar con un dolor terrible hasta que a la mañana siguiente
amaneciera algo mejor. Tendría que dejar el pie lo más quieto posible un par de
días al menos para poder volver a robar bases como si no hubiera pasado nada.
—¿Puedes
caminar?
La
voz de JiSung, su capitán, sonó por encima de la del resto de sus compañeros de
equipo y Felix lo vio agacharse junto a su pie para mirarlo a ver qué pinta
tenía lo que se había hecho, después, con sus dedos tocó la zona dolorida. El
chico tuvo que apretar sus dientes para no chillar y JiSung obviamente vio su
expresión de dolor.
—Vale,
súbete a mi espalda —fue lo que dijo el otro justo después—. Hay una caseta en
el camping que es una enfermería, te llevo.
Felix
quiso protestarle, quiso decirle que él podía perfectamente caminar y no
necesitaba ser llevado a caballito por nada del mundo, pero la mirada seria que
le dedicó JiSung no le dio lugar a protestas. No le estaba diciendo aquello
como uno de sus mejores amigos, se lo estaba diciendo como el capitán del
equipo que era responsable de su bienestar y que no podía dejar que se hiciera más
daño del que se había hecho, por lo que Felix simplemente suspiró profundamente
antes de responder con un asentimiento de cabeza. JiSung le dedicó una pequeña
sonrisa y después se colocó en posición para que pudiera subirse a su espalda.
A Felix lo ayudaron a levantarse del suelo entre GuanLin y SeonHo y él mismo,
apoyándose solo sobre el pie derecho, se impulsó para subir a la espalda de
JiSung. Inmediatamente después de estar sobre ésta, rodeó con sus piernas la
cintura de su amigo y éste lo sujetó de las piernas antes de colocarse derecho.
—¿Podéis
recoger el equipo y avisar al profesor de que estamos en la enfermería por si
esto es más grave y tenemos que ir al hospital? —les dijo a los demás.
Los
chicos le aseguraron que se encargarían de todo y, solo entonces, comenzó a
andar alejándose del campo de entrenamiento. Felix se tuvo que agarrar con sus
manos a los hombros de JiSung porque el movimiento lo pilló totalmente
desprevenido y sintió cómo se iba un poco hacia atrás.
—Cuidado
—murmuró JiSung—. No es necesario que te hagas más daño.
—Lo
siento —respondió Felix en un susurro apenas audible y después escondió su
rostro en el cuello del chico, avergonzado.
No
es que aquella fuera la mejor situación. Normalmente, cuando alguno de los
chicos se hacía daño —o él mismo cuando se lo hacía en el colegio— alguno de
sus compañeros simplemente lo ayudaba a caminar, haciendo que se apoyara en su
hombro y poco más, por lo que Felix se sentía un poco extraño al estar montado
en la espalda de JiSung por algo como aquello. Alguna que otra vez se había subido
a ella y a las de los demás de su grupo de amigos para hacer el idiota, pero
aquello era algo un poco distinto y, obviamente, Felix se sentía totalmente
distinto subido a la espalda de JiSung… de aquella forma tan íntima, por llamarlo de alguna forma, sintiendo
además las manos del chico agarrando fuertemente sus piernas.
Era
extraño.
No
hacía demasiado tiempo que se sentía extraño cuando se encontraba junto a
JiSung, no había comenzado hacía mucho, solo se sentía extraño junto a su amigo
desde un poco antes de las vacaciones de verano, un poco antes de los exámenes.
Realmente ni siquiera se acordaba de qué era lo que lo había desencadenado,
solo atendía a saber que estando a solas con JiSung, no podía evitar que su
corazón latiera rápidamente dentro de su pecho. Por eso, los minutos que duró
el paseo sobre su espalda hasta que llegaron a la enfermería Felix se sintió
muy avergonzado por el rápido golpeteo de su corazón, creando un ruido que se
debía de escuchar al otro lado de aquel campamento.
Al
llegar a la enfermería, JiSung le comentó brevemente a la señora que había en
la recepción lo que le había pasado a Felix sin darle tiempo al chico a decir
ni una palabra y ésta simplemente asintió con su cabeza y le indicó con la mano
que pasara a través de la única puerta que había en el lugar, así que el chico
lo hizo. Al traspasar la puerta, lo único que se encontraron fue en una
habitación grande con varias camillas separadas por cortinas cutres y un par de
armarios grandes. A Felix le recordó vagamente a la enfermería del instituto y
supuso que todas las enfermerías de aquel país debían ser de aquella forma.
—¿Qué
tenemos aquí? —cuestionó una mujer joven en cuanto entraron.
—Estábamos
entrenando y se ha doblado el pie —comenzó a explicar de nuevo JiSung—. Antes
de traerlo lo he mirado a ver qué pinta tenía y no parecía ser muy grave, pero
no soy un experto.
—Déjalo
sobre aquella camilla —le respondió ella, señalando la que estaba más cercana.
JiSung lo dejó suavemente sobre el colchón y después se hizo a un lado,
haciendo que Felix de repente tuviera algo de frío porque toda la calidez del
cuerpo del chico lo había abandonado de pronto—. A ver —la médica se acercó
hasta Felix y lo tomó del pie que tenía un poco hinchado. Aquello hizo que el
chico apretara sus dientes un poco por el dolor que le había sido enviado por
todo su sistema nervioso—. No parece que tengas un esguince —comentó mientras
lo toqueteaba—, pero estaría bien que no lo movieras mucho para evitar que te
hagas más daño. Te voy a poner una venda apretada, ¿vale? —Felix asintió—. Si
sientes que te corta la circulación te la puedes quitar, pero déjatela unas
horas al menos.
Y
después de decir aquello simplemente la mujer buscó una venda y le quitó la
zapatilla y el calcetín para envolverle el pie bien fuerte y después le volvió
a colocar todo. Cuando la mujer terminó, JiSung se volvió a acercar a él para
cargarlo en su espalda y ambos se despidieron de ella y emprendieron de nuevo
camino, pero esta vez en dirección a las cabañas, en completo silencio, tal y
como habían hecho el camino hacia la enfermería del camping. A Felix no le
molestaba el silencio, pero era bastante raro que JiSung no hubiera rellenado
aquel silencio todavía porque odiaba demasiado estar callado.
—¿Sucede
algo? —tuvo que preguntarle, lleno de curiosidad—. No me has hablado desde que
salimos del campo.
—No
sucede nada… —replicó JiSung rápidamente, tan rápidamente que Felix no tuvo
ninguna duda de que sí pasaba algo.
—Nos
conocemos desde hace tres años, Han JiSung —dijo—. Sé que pasa algo, dímelo.
El
silencio volvió a caer sobre ellos como una pesada roca mientras seguían
avanzando hacia las cabañas y Felix se sintió un poco incómodo en aquel
silencio porque ahora su mente no paraba de pensar en que sucedía algo y que
JiSung no quería decirle lo que era.
—Es
solo… —dijo finalmente el chico—, no me gusta que os hagáis daño en los
entrenamientos o en los partidos… no me gusta que tú te hagas daño…
Y
el corazón de Felix se saltó un latido al escuchar su respuesta, dio un vuelco
dentro de su pecho y después comenzó a latir tan fuerte y tan rápido que JiSung
lo debió de notar contra su espalda.
~~
DongHyuck
eran un gran amante de la comida, adoraba comer todo tipo de cosas, cada plato
que se le ponía por delante era devorado sin piedad, rápidamente, sin dejar
tiempo a que la comida se enfriara siquiera; pero, sobre todo, adoraba
muchísimo comer después de un entrenamiento completamente agotador. No
obstante, aquella noche en la cena, DongHyuck no estaba devorando la comida
como siempre hacía, sino que le daba pequeños bocados a esta mientras observaba
fijamente a sus amigos. ¿Por qué había cambiado sus hábitos alimenticios tan de
pronto? Porque sus amigos estaban raros. Y no solo raros. RAROS. Con
mayúsculas. Tenían la palabra “raros” escrita en la frente, como si fuera un
cartel inmenso con cada una de las letras hechas con luces de neón, tipo a los
que señalaban los moteles de carretera.
Algo
estaba pasando entre ellos, algo que al chico se le había escapado y le
carcomía la curiosidad por saber qué era. Además, ese algo había tenido que
pasar entre la noche anterior y a lo largo de aquel día, porque durante el
viaje en el autobús no había pasado absolutamente nada fuera de lo común. Y
DongHyuck estaba completamente intrigado porque prácticamente no había habido
tiempo para que nada pasara, pero habían tenido que pasar miles de cosas porque
sus amigos estaban raros.
SunWoo
y HyunJoon ni se miraban ni se hablaban, no es que antes hubieran sido muy habladores,
pero solían pasarse el tiempo juntos haciéndose compañía en sus silencios y
desde la noche anterior, cuando le habían gastado aquella broma a SunWoo y
HyunJoon había desaparecido en combate, no se habían acercado. Era como si
hubiera entre ellos un palo con las puntas afiladas que los separaban y no
podían estar juntos porque si no se pinchaban; pero a pesar de aquello, a pesar
de que no se acercaban, DongHyuck se había dado cuenta de que se echaban
miradas de soslayo el uno al otro cuando el contrario no miraba y eso lo tenía
completamente intrigado. Le preguntaría a Eric sobre qué era lo que podía haber
pasado porque, a parte de él mismo, era el único que parecía haberse dado
cuenta de aquello.
Después,
DongHyuck también se había percatado de que SeungMin estaba evitando al máximo
a HyunJin y aquello, obviamente era muy raro, porque salían juntos y porque
generalmente estaban lanzándose miraditas llenas de amor o sonriéndose el uno
al otro como idiotas. No obstante, en aquella cena SeungMin se había sentado
con los niños de primero y estaba super tranquilo ignorando a HyunJin mientras
éste parecía mortificado, probablemente tratando de averiguar qué era lo que
había hecho que había puesto a SeungMin de aquella forma. DongHyuck también se
lo preguntaba. Porque SeungMin era un mal bicho con todos ellos, siempre
planeando sus asesinatos, pero con HyunJin era un trocito de pan encantador y
al chico le extrañaba.
Y,
por último, JiSung y Felix.
Bueno,
en realidad lo de JiSung y Felix venía de largo. Hacía meses que DongHyuck se
había dado cuenta de que esos dos se traían algo raro entre ellos. Siempre
buscándose, siempre mirándose, siempre sonriendo como gilipollas. Estaba seguro
al cien por cien de que los dos se gustaban mutuamente pero como eran idiotas
rematados no se habían dado ni cuenta. No obstante, aquella noche su
comportamiento era un poco diferente… como si hubieran comenzado a ser un
poquito conscientes de lo que el otro sentía. Y DongHyuck se sentía terriblemente
intrigado por saber qué era lo que había sucedido entre ellos.
Entre
ellos y entre todos los demás. Los únicos que no habían cambiado nada su
comportamiento habían sido RenJun y JaeMin, que seguían siendo igual de
empalagosos juntos y Jeno, que parecía no darse cuenta de nada, aunque estaba
todo delante de sus narices.
La
cena al final acabó y DongHyuck no había ni terminado su plato porque se había
pasado todo el rato tratando de averiguar qué pasaba entre todos sus amigos. Ni
siquiera habló de camino a las cabañas a pesar de que le encantaba hablar más
que nada, perdido en sus pensamientos, dándole vueltas a cuáles podían ser los
motivos por los que todos sus amigos estaban raros. Tan perdido estaba en ellos
que hizo todo de forma completamente automática cuando llegaron a su cabaña, se
puso el pijama casi sin ser consciente de que se lo había puesto y después se
metió en la cama también si percatarse de ello. Solo se dio cuenta de todo lo
que había hecho cuando el profesor entró a su cabaña para verificar que
estuvieran todos allí y durmiendo.
Después
de aquello, DongHyuck se dio cuenta de que se había estado comiendo la cabeza
durante horas solo y que necesitaba compartir sus pensamientos con alguien
porque sino no podría dormir aquella noche y dormir era lo segundo que más le
gustaba después de comer, así que, por eso, el chico se levantó de su cama de
puntillas, tratando de hacer el mínimo ruido posible para no despertar a los
niños, y después subió hasta la cama de arriba, donde dormía Jeno y se tumbó en
el colchón junto a él, despertándolo casi al instante.
—Hyuck,
¿qué coñ…? —preguntó el chico, pero le tapó con la mano su boca para que no
siguiera hablando.
—Tengo
algo muy importante que contarte, así que, atiende y escucha —le susurró.
En
la oscuridad de la cabaña apenas podía ver el rostro de Jeno a pesar de que lo
tenía a escasos centímetros del suyo, pero sintió en su mano cómo el chico
asintió con su cabeza y entonces DongHyuck retiró la mano de su boca y comentó
a contarle en susurros todo aquello de lo que se había dado cuenta durante la
cena, que había sido mucho, porque necesitaba contárselo y porque necesitaba
saber qué era lo que él pensaba de todo aquello ya que no era parte de ninguna
de las movidas —también se lo contaría a JaeMin y a RenJun en cuanto pudiera
para que ellos lo supieran igualmente, pero como solo compartía la cabaña con
Jeno, en aquel momento solo podía contar con él para todo aquello y, obviamente
necesitaba muchas más opiniones, no solo las del despistado que tenía en la
cama junto a él—.
—¿Qué
piensas? —le preguntó una vez hubo terminado de contarlo todo—. ¿Crees también
que están pasando cosas raras?
—Hyuck…
—murmuró Jeno—. Es muy tarde y tengo sueño… ¿no podemos hablar de esto mañana?
—No,
no —respondió DongHyuck—. Sino no voy a poder quedarme dormido esta noche. Tenemos
que compartir teorías.
El
chico escuchó cómo Jeno suspiraba profundamente después de decirle aquello y,
aunque sabía perfectamente que no estaba siendo más que un incordio para su
amigo y que lo único que éste quería era que lo dejara dormir tranquilo de una
maldita vez, DongHyuck no podía darle ese lujo porque no había pasado nada
interesante en su grupo de amigos desde que HyunJin y SeungMin estaban
flirteando el uno con el otro. Aquellos meses le habían dado una vidilla
inmensa a su triste vida de instituto y ahora que había algo cociéndose con
todos sus amigos necesitaba como agua de mayo aquello.
—Vale
—murmuró Jeno—. ¿Te cuento lo que pienso sobre todo esto y me dejas dormir? —le
propuso.
—Perfecto
—accedió, contento de que por fin Jeno le diera bola.
—Es
un trato, luego no digas que no me dejas dormir, así que, promételo.
Jeno
se removió en la cama para sacar uno de sus brazos y, en la oscuridad de la cabaña
el chico estuvo buscando hasta dar con la mano de DongHyuck para hacer sellar
la promesa que acababan de hacer con sus dedos meñiques. DongHyuck no pudo
evitar reír quedamente ante aquella acción porque desde que conocía a Jeno —y
de eso hacía ya mucho tiempo— éste siempre había hecho aquello cada vez que
hacía una promesa con alguien. Seguía haciéndolo a pesar de que tenían allí
todos ya dieciocho años y en pocos meses acababan su último curso de instituto.
—Eres
un crío —murmuró.
—Me
da igual —replicó el otro chico—. Ahora no puedes romper tu promesa.
—No
tenía intención…
—Nunca
se sabe —dijo rápidamente, haciendo que DongHyuck volviera a reír quedamente
para no despertar a los otros dos ocupantes de la cabaña—. Bueno, te cuento lo
que pienso.
—Soy
todo oídos.
—Creo
que SeungMin debe de estar mosca por algo que haya hecho HyunJin y por eso no
le habla —comenzó. Hasta ahí bien, era lo que DongHyuck también pensaba—. Creo
que Felix y JiSung deberían de salir juntos de una vez por todas y dejarse de
gilipolleces —DongHyuck también estaba de acuerdo con aquello—. Y no tengo ni
zorra de qué ha podido pasar con HyunJoon y con SunWoo, pero si quieres que averiguarlo,
mañana me uno a tus investigaciones, ahora, déjame dormir tranquilo.
Antes
de que DongHyuck pudiera replicarle a lo que había dicho, Jeno se dio la vuelta
en la cama para ofrecerle la espalda, cerrándose en banda y cumpliendo su parte
del trato. Le había dicho lo que pensaba de todo aquello y ya era libre para
dormir de nuevo. DongHyuck se sintió tentado a romper su parte del trato, porque
quería seguir debatiendo sobre aquello, teorizando sobre qué era lo que había
pasado con sus amigos para que estuvieran todos así; pero decidió que era mejor
no hacerlo y dejar tranquilo a Jeno por una vez. No obstante, en lugar de
bajarse a su cama, el chico decidió que no tenía ganas de hacerlo y simplemente
se metió debajo de las sábanas y se pegó a la espalda de su amigo para dormir
con él.
—Buenas
noches, Jen… —susurró.
—Na
nit, Hyuck —murmuró en respuesta Jeno.
Notas
finales:
—Na nit es como normalmente nos decimos mis sis
y yo buenas noches y es una mezcla de (bue)na(s noches) y (Good)night. Na nit.
Espero que os sirva esta clase magistral de lenguaje de sis a español (?)
No hay comentarios:
Publicar un comentario