Título: VOICES
Autora: Riz Aino
Pareja: ChangJin (Seo ChangBin + Hwang HyunJin)
(Stray Kids)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, high school, romance, drama
Número de palabras: 4.660 palabras
Resumen: hay demasiadas voces en su cabeza... tantas... que no es capaz de acallarlas...
Advertencias: mención a homofobia,
bullying continuo y a intento de suicidio… la historia va completita…
pero os juro que tiene todo un final feliz y que durante el desarrollo también
hay cosas bonitas.
Notas: la historia fue inspirada por las
letras de la canción Voices de Stray Kids, aunque no la sigue exactamente,
tiene algo que ver.
Comentario de autora: me pasé
literalmente muchos meses tratando de sacar adelante esto porque era algo que
no había hecho nunca antes y la verdad es que estaba sumamente nerviosa, pero
poco a poco lo fui haciendo hasta que al final estuvo completa. Espero que os
guste.
ChangBin odiaba demasiado que aquel
año hubiera sido separado de su novio en clase porque ya no podían pasar todas
las horas que estaban en el instituto juntos y simplemente tenían que verse en
los descansos o en la hora del almuerzo. Obviamente, aquello no era suficiente.
Desde que se conocieron, tres años atrás, habían estado juntos en las clases y
era bastante difícil para ChangBin no poder hacer comentarios sarcásticos
susurrados a su chico provocando que éste tratara de contener la risa para que
no los echaran de la clase, también era demasiado difícil para él girarse y no
poder observar el hermoso perfil de su novio, quedándose embobado y borrando de
su mente que se encontraban en clase, solo para poder observar aquel rostro
precioso que desde el primer momento lo había encandilado. ChangBin echaba
muchísimo de menos a HyunJin y odiaba el hecho de no estar en la misma clase
que él de la misma forma que odiaba que JiSung sí que hubiera acabado en la
otra clase con su novio mientras él estaba completamente solo allí —que no es que
estuviera solo porque había gente que medio conocía, pero no era lo mismo que
estar con su novio y su no–mejor amigo—.
Por eso, cuando el timbre sonó para
dar por finalizada la última clase de la mañana que daba paso al almuerzo,
ChangBin se levantó corriendo de su asiento y salió como una exhalación de
clase, casi provocando un accidente en la puerta con alguno de sus compañeros
de clase que también habían salido disparados. Pero a ChangBin aquello no le
importó lo más mínimo porque la hora del almuerzo significaba poder estar un
buen rato junto a HyunJin y hablar y comerse a besos en algún pasillo desierto
antes de volver a clases, así que, simplemente recorrió los pasillos esquivando
a estudiantes y estudiantes para tratar de llegar lo más pronto posible a aquel
lugar en el que siempre quedaban antes de bajar a la cafetería para darse algún
cariñito mientras la cola para recoger la comida mermaba poco a poco.
Cuando ChangBin llegó a su lugar
especial, se extrañó de que allí hubiera dos figuras y que una de ellas se
tratara de HyunJin, pero que la otra fuera alguien que estaba de espaldas y con
una capucha tapando su cabeza. El rostro de su novio detrás del desconocido
parecía triste y ChangBin frunció su ceño pensando que la conversación que
estuviera teniendo con aquella persona no era algo que a HyunJin le gustara
especialmente. Así que, comenzó a caminar por el pasillo para acercarse a
ellos, sus pasos resonando en el eco de las paredes del lugar, provocando que
su novio mirara por encima del hombro del desconocido y una expresión de
sorpresa apareciera en su rostro. El otro se giró levemente, tan levemente que
ChangBin lo único que pudo ver fue algo de pelo oscuro y una mascarilla
cubriéndole la nariz y la boca antes de que éste echara a andar en la dirección
contraria y se perdiera al girar la esquina del pasillo, justo cuando ChangBin
llegaba hasta su novio. Aunque el otro se había perdido por el pasillo,
ChangBin no pudo dejar de mirar aquel lugar con el ceño fruncido hasta que
HyunJin no le puso una mano en el brazo para llamar su atención.
—¿Estás bien? —le cuestionó a su novio. Éste
asintió, esbozando una sonrisa encantadora en su rostro, una de aquellas
sonrisas que hacían que ChangBin se derritiera—. Parecías triste hablando con
ese tipo, ¿te ha molestado algo que ha dicho? —HyunJin negó con su cabeza.
—Para nada —replicó, acercándose a él para
envolverlo con sus brazos y aprovechando su altura para hacer que el rostro de
ChangBin quedara contra su hombro—. Te he echado mucho de menos hoy —continuó.
ChangBin
sintió que su novio había cambiado de tema porque no se sentía cómodo para
hablar de qué era lo que lo había molestado, pero no lo presionó para que
hablara, cuando éste estuviera preparado para decirlo, allí lo tendría para
escucharlo. Por eso, simplemente pasó sus brazos por la cintura de HyunJin y lo
atrajo fuertemente hacia su cuerpo para hacer de aquello un abrazo de oso que
esperara que fuera al menos reconfortante.
~
El móvil de HyunJin vibró encima de
su mesa, donde estaba haciendo los deberes que tenía que entregar al día
siguiente y el chico se sintió tentado a dejar el lápiz y echar un vistazo; no
obstante, tiró de toda la fuerza de voluntad que tenía para no hacerlo porque
estaba resolviendo un problema matemático bastante chungo y necesitaba estar
totalmente concentrado. La notificación debía de ser o de algún comentario de Instagram
o algún whatsapp que le hubiera enviado alguien, ya que las notificaciones de
todos los grupos las había silenciado para que no le dieran excesivo por saco.
Si era algo importante volverían a mandarle algo, si no, siempre podía esperar,
así que, el chico volvió a bajar su cabeza hasta ponerla a tan solo unos
centímetros del papel para seguir haciendo las mil y una cuentas que debía para
poder resolver aquel horror de problema que no tenía ni pies ni cabeza.
Unos minutos después, su móvil
volvió a vibrar, pero esta vez de forma seguida cuatro veces, y eso hizo que
HyunJin alzara de nuevo su cabeza y le echara un vistazo a la parpadeante luz
de su teléfono. Era blanca, así que significaba que era de Instagram. Probablemente
sería JiSung mandándole fotos y vídeos de gatitos y perritos que se pasaba el
día mirando en vez de hacer las cosas que le tocaban, pero HyunJin dejó su
lápiz y cogió su teléfono por si las notificaciones eran algo más importante.
Cuando desbloqueó su móvil se
encontró con que tenía varios de cientos de notificaciones sobre el icono de
whatsapp. Definitivamente sus amigos hablaban demasiado y había hecho bien en
silenciarlos para no perder tiempo con ellos. Sin dedicarle más atención a aquello,
el chico pulsó sobre el icono de Instagram y luego entró a sus mensajes
privados donde tenía un chat sin leer de un usuario cuyo nombre no le sonaba
para nada. HyunJin frunció su ceño. Normalmente le llegaban mensajes de
personas que no conocía, bien chicas y chicos que se habían enamorado de él por
sus fotos en aquel lugar o bien representantes de agencias de modelos que le
proponían que trabajara para ellos y ninguna de las dos cosas le gustaban al
chico porque ni tenía interés alguno en las mujeres, ni tenía intención alguna
en ser modelo porque su sueño siempre había sido el de ser bailarín y, por eso,
ensayaba todas las tardes después de sus horas en el instituto para ser el
mejor.
Con curiosidad por saber qué era de
las dos cosas, porque el último mensaje enviado había sido un emoji que no
podía ver —malditos
iphone users— HyunJin abrió el chat e, inmediatamente, su rostro cambió y su
expresión se volvió terriblemente seria leyendo los mensajes que le habían sido
dejados.
“Me das asco, maricón de mierda”
“Subiendo fotos morreándote con tu
asqueroso novio… ¿es que no tienes vergüenza, capullo?”
“Los que son como tú no deberían
existir”
“Muérete”
HyunJin tragó saliva, sintiendo su
garganta repentinamente seca y cerró sus ojos fuertemente tratando de que las
lágrimas que se habían acumulado en estos no cayeran finalmente por su rostro.
Su corazón dolía como si le hubieran clavado una espina enorme de punta a punta
y notaba que su respiración se aceleraba por momentos. No lo entendía. No
entendía por qué le decían aquello. Él no le había hecho absolutamente nada
malo a nadie ni con sus posts sobre lo mucho que adoraba a su novio ni con las
fotos de ambos. ¿Por qué tenían que decirle aquellas cosas? No era algo que se
mereciera, para nada lo era.
Por eso, aprovechó que el otro
usuario estaba en línea para mandarle un simple mensaje “¿quién eres?” para
acto seguido pulsar en la foto para acceder al perfil. Sin embargo, cuando el
perfil cargó, lo único que le apareció fue que el usuario ya no existía.
HyunJin emitió un suspiro profundo y exasperado y decidió no darle más vueltas
a aquello, así que, simplemente volvió a sus mensajes, borró aquella
conversación como si no hubiera existido, salió de la aplicación y bloqueó su
móvil, dejándolo en la misma posición en la que había estado anteriormente,
tratando de volver a ponerse con las cosas que tenía que entregar al día
siguiente, que eran lo único importante.
No obstante, mientras trataba de
concentrarse de nuevo en el problema matemático, las palabras que había leído
no paraban de dar vueltas en su cabeza, siendo dichas con diferentes voces.
~~
El domingo era un día especial. El
mejor día de la semana en opinión de ChangBin si alguien le preguntase —no es que esperara que
algún reportero lo parara por la calle para preguntarle cuál era su día
favorito de la semana, pero si aquello sucediera, el chico tenía claro que su
respuesta sería el domingo— porque el domingo era el día en el que no tenían
clases, el domingo era el día en el que podía quedar con HyunJin y pasar con él
toda la tarde en cualquier lugar de la ciudad, aunque a veces también quedaban
el uno en la casa del otro si sus familias no andaban cerca porque todavía no
les habían dicho que estaban saliendo juntos, pero lo más probable era que ya
lo supieran —por cómo su padre movía las cejas sugerentemente o su madre
sonreía cada vez que hablaba de su “amigo” HyunJin—. Básicamente, ChangBin
adoraba el domingo porque el domingo significaba para él estar junto a HyunJin
sin tener que esconderse y eso era algo que adoraba a niveles máximos.
No
obstante, ese domingo, cuando quedó con su chico en una pequeña cafetería de
las afueras a la que apenas iba gente, no sintió que fuera uno de los días que
tantísimo le encantaban.
—HyunJin… ¿te sucede algo?
ChangBin
no había podido evitar preguntarlo después de que hubieran pasado horas desde
su llegada a aquel lugar y su novio apenas participara en las conversaciones,
no parara de suspirar profundamente y de mirar a todos lados con nerviosismo
cada vez que ChangBin trataba de ser algo cariñoso con él, como si quisiera
asegurarse de que no había nadie allí que pudiera ver sus pequeñas muestras de
afecto. HyunJin nunca se había comportado de esa manera antes con él, no era el
más dado al afecto público, pero tampoco lo ocultaba especialmente cuando
estaban fuera del instituto.
Después
de su pregunta, el chico levantó sus ojos del batido que se estaba bebiendo,
sobresaltado probablemente por ésta y lo miró por unos larguísimos segundos
antes de responderle.
—Sí…
estoy bien… solo algo cansado y estresado…
—¿Y
eso? —cuestionó ChangBin, preocupándose por su respuesta.
—Es
solo… entre los ensayos y los trabajos que nos mandan para las clases… estoy un
poco estresado —murmuró HyunJin, bajando su mirada hacia la mesa—. No quería
estar raro hoy que es el único día que podemos estar juntos… pero no puedo
dejar de pensar en eso.
—No
te preocupes, Jinnie —dijo ChangBin—. Si quieres podemos ir a casa y nos
ponemos a hacer trabajos o me enseñas cómo lleváis el baile para el evento, no
hace falta que estemos aquí perdiendo el tiempo.
—Gracias…
ChangBin le dedicó una sonrisa para
hacerlo sentir más calmado y cuando HyunJin levantó su cabeza, otra pequeña y
tímida apareció en su rostro y al chico le dieron ganas de acercarse a él para
besarlo, pero se contuvo y simplemente lo cogió de la mano, apretándosela
firmemente para hacerle saber que estaba ahí para apoyarlo en lo que necesitara
y que haría lo que quisiera hacer para sentirse mucho menos agobiado. ChangBin
estaría para él siempre que HyunJin lo necesitara.
—Cuando quieras despotricar y desahogarte con
lo que necesites, aquí estoy —le aseguró—. Siempre estaré aquí.
—Gracias…
—volvió a repetir HyunJin y pareció que iba a decir algo más, pero en el último
momento simplemente sacudió su cabeza y le dedicó una sonrisa encantadora.
~~~
—Vamos a ver —dijo ChangBin—. ¿Tu eres tonto de
nacimiento o te lo haces? Porque si te haces el tonto te vamos a dar el Oscar a
la mejor actuación.
HyunJin
podía notar la indignación en la voz de su novio después de decirle aquello a
su amigo JiSung, de la misma forma que notaba un eco de diversión en aquello,
no había dicho esas palabras para hacerle daño al otro. Drama Han JiSung
queen no lo vio de esa forma porque abrió mucho sus ojos, se puso de morros
y después comenzó a despotricar contra ChangBin por lo que le había dicho.
HyunJin también podía notar que lo que el chico le contestó no era para hacerle
daño a ChangBin, sino simplemente para seguirle aquel juego en el que cada día
de sus vidas tenían que insultarse el uno al otro para poder vivir tranquilos.
El chico ya se había acostumbrado a
aquellos dos y a la forma tan estúpida de relacionarse que tenían, aunque a
veces se preguntaba qué había hecho mal en la vida para tener a un novio y a un
mejor amigo completamente idiotas… que los quería mucho, pero eran idiotas y
eso era algo que no podía tratar de justificar de ninguna manera.
Su móvil vibró un par de veces
dentro del bolsillo delantero de los pantalones del uniforme y HyunJin se
sobresaltó porque no se lo había esperado. Era extraño que en horario escolar
le llegaran notificaciones, pero el chico simplemente cogió el móvil para ver
qué era lo que le había llegado. Era un mensaje de un número de teléfono
desconocido, pero HyunJin nunca había sido de guardar los números de las
personas con los que estaba en los grupos, así que, podía ser alguien de algún
grupo que quisiera algo, así que, el chico simplemente desbloqueó la pantalla y
entró en el chat. Su corazón se detuvo durante un segundo antes de comenzar a
latir rápidamente por el miedo.
Rápidamente, bloqueó su teléfono y
miró a ChangBin y JiSung, que seguían con su absurda pelea sin haberse dado
cuenta de que HyunJin hubiera recibido nada y menos del estado en el que se
encontraba, con su respiración irregular y su corazón queriéndose salir de su
pecho. Aquello era lo mejor, no quería que lo vieran así, con las palabras que
acababa de leer curzando por su cabeza una y otra vez, haciéndolo sentir como
la peor mierda del universo.
El chico se levantó del suelo en el
que estaban y aquello sí llamo la atención de los otros dos, por lo que HyunJin
trató de aparentar normalidad antes de hablar.
—Voy al baño, ahora vuelvo.
Tanto
ChangBin como JiSung asintieron a aquello sin cuestionarlo y siguieron con su
conversación, por lo que HyunJin aprovechó para salir de allí, primero
caminando normal y, cuando estuvo seguro de que estaba fuera del campo de
visión de los otros dos, echó a correr hasta que llegó al baño más cercano,
donde entró a uno de los cubículos y se encerró en él, bajando la tapa del
váter para sentarse sobre ella y dejar que las lágrimas que se habían acumulado
en sus ojos comenzaran a caer mientras no podía dejar de escuchar diferentes
voces en su cabeza que le decían una y otra vez que daba mucho asco y que no se
merecía seguir viviendo si lo único que iba a hacer era ser un maldito maricón.
~~~~
—¿Crees que estoy paranoico? —cuestionó
ChangBin.
—No… realmente no lo creo —respondió JiSung—.
Yo también he notado que le pasa algo raro.
Hacía
días que ChangBin había notado que HyunJin estaba bastante raro. Desde que
aquel día lo había visto en el pasillo hablando con aquel tío de la capucha se
había estado comportando de forma extraña, pero poco a poco todo había comenzado
a ser mucho más visible. No estaba atento casi nunca a sus conversaciones,
siempre tenía la mirada fija en el horizonte y cuando ChangBin trataba de
acercarse a él para abrazarlo o darle un beso se ponía nervioso como nunca lo
había hecho. Aquello no era algo que HyunJin hubiera hecho antes y estaba
realmente preocupado porque le estuviera sucediendo algo y no quisiera
contarlo.
—Creo que voy a tratar de hablar con él ahora —le
dijo a JiSung—. He quedado con él para recogerlo de la academia de baile en
cuanto acabáramos.
—Es
una maravilla eso de ser listo para acabar las cosas rápidas, ¿eh? —le
respondió el chico, haciéndolo reír.
—Nos
vemos mañana —se despidió de él.
—Bye.
ChangBin
salió de la cafetería en la que se había pasado media tarde con JiSung
preparando sus partes del discurso de graduación y se dirigió hacia la academia
en la que su chico ensayaba dándole vueltas a lo que le había dicho JiSung. Por
una parte, se alegraba de saber que no estaba paranoico, pero por otra no podía
evitar preocuparse por lo que fuera que le sucediera a su novio que éste no
quería contar y que lo tenía en aquel estado, porque él siempre confiaba en
HyunJin y le contaba todas las cosas que lo molestaban, a veces porque
necesitaba desahogarse, otras porque necesitaba del apoyo de su novio. HyunJin
no era muy dado a hablar de sus problemas tan abiertamente, pero normalmente lo
hacía.
No
tardó demasiado en llegar a la academia, atravesar los pasillos del lugar hasta
la sala de ensayo en la que siempre estaba el grupo de su chico y asomarse por
la pequeña ventana que había en la puerta para ver si todavía estaban ensayando
o si habían acabado ya. En un primer vistazo, ChangBin pensó que estaba
completamente vacía, pero aquello le extrañó porque HyunJin siempre se quedaba
allí hasta que él fuera a recogerlo si habían quedado en ello y no le había
mandado ningún mensaje cancelando los planes; en el segundo vistazo se dio
cuenta de que HyunJin se encontraba en una de las esquinas de la sala, sentado
y con la cabeza escondida entre sus rodillas.
Sabiendo
que algo iba mal, ChangBin entró a la sala y se acercó a su novio, colocándose
frente a él, agachándose para ponerse a su altura, provocando que éste
levantara un poco su cabeza y ChangBin pudiera ver que estaba llorando.
—Jinnie…
—murmuró, con el corazón encogido—. ¿Por qué lloras?
HyunJin no le respondió en ese
instante, siguió llorando, tratando de calmarse durante unos momentos antes de
ser capaz de hablarle.
—Es… solo estoy… muy frustrado… —le dijo—. Nada
me sale… bien…
Y
ChangBin supo que debía de haber algo más, algo por lo que el chico era incapaz
de concentrarse, algo que provocaba que nada le saliera bien, pero no dijo
nada, no lo quiso presionar si no estaba preparado para contarlo, simplemente
se acercó un poco más a él para poder abrazarlo fuertemente. HyunJin le
devolvió el abrazo, apretándose contra su cuerpo, volviendo a llorar
desconsoladamente, partiéndole el corazón a ChangBin.
~~~~~
HyunJin se encontraba tumbado sobre
su cama, mirando al blanco techo de su habitación como si fuera lo más
interesante del mundo, pensando. No podía dejar de pensar en la expresión
preocupada de ChangBin cuando lo había visto llorar aquella tarde, ni tampoco
podía evitar darle vueltas a las mil veces que le había asegurado que él
estaría allí para ayudarlo con cualquier cosa que necesitara. Había querido
decirle varias veces a lo largo de aquella tarde lo que le ocurría, había
querido decirle que le llegaban cada día mensajes de odio, mensajes que le
pedían que se muriera simplemente porque estaba enamorado de él… pero por ese
mismo motivo, HyunJin era incapaz de decir nada. ChangBin siempre había tenido
muy claro todo, siempre había tenido muy claro que le gustaban los tíos, que le
gustaba él y estaría dispuesto a ir hasta el otro lado del mundo por él. Por
ese mismo motivo, HyunJin era incapaz de decirle lo que le estaba sucediendo y
simplemente trataría de bregar con aquello hasta que aquel maldito gilipollas
que lo había interceptado en el pasillo un día se cansara de todo.
Estaría bien mientras ChangBin se
encontrase con él y lo abrazara fuerte o le diera mil y un besos mientras le
decía lo mucho que lo quería.
Su móvil vibró varias veces, a su
lado en la cama, y el chico se giró para mirar lo que era, abriendo los mensajes
que le habían llegado a los mensajes directos de Twitter sin fijarse en que el
nombre de usuario era uno que no reconocía. El chico sintió cómo su corazón se
encogía en cuanto vio la foto que le había sido enviada y leyó el mensaje que
había acompañándola; una foto de él besándose con ChangBin en la sala de ensayo
hacía tan solo unas pocas horas, un mensaje pidiéndole que se matara porque si
no publicaría dicha foto en la página web del instituto para que todos supieran
la aberración que era.
Las lágrimas comenzaron a correr por
sus mejillas mientras volvía a sentirse como siempre que aquella persona le
mandaba algo lo hacía, su corazón doliendo de lo rápido que latía, su
respiración siendo tan irregular que notaba que se ahogaba, su cuerpo dejando
de pertenecerle y su mente siendo poblada de voces que decían una y otra vez
que debía morir para que todo aquel tormento terminase de una vez por todas.
~~~~~~
ChangBin corría rápidamente por los
pasillos del instituto, los músculos de sus piernas punzando especialmente
cuando subía las escaleras de dos en dos para llegar lo más rápido posible a su
destino: la azotea. El chico no quería parar, no podía parar, tenía que llegar
allí antes de que nada malo sucediera, tenía que hacerlo, no podía no llegar a
tiempo, respirar hondo era algo que solo se permitiría una vez todo estuviera
solucionado, antes, lo único que importaba era HyunJin.
Se había pasado sin poder
contactarlo desde la noche anterior, el chico había tenido su móvil apagado,
pero hacía tan solo unos minutos, mientras caminaba con JiSung para dirigirse
al edificio principal del instituto, le había llegado un mensaje de su novio, despidiéndose
de él y pidiéndole que fuera feliz y no se culpara de nada de lo que sucediera.
Durante unos momentos, ChangBin no había entendido el mensaje, pero después de
escuchar el revuelo que había al otro lado del edificio y asomarse para ver a
su novio en la azotea, sentado en la cornisa con los pies colgando, se le había
venido el mundo encima y le había gritado a HyunJin que no hiciera ninguna
tontería antes de que él subiera.
Mientras terminaba de subir el último
tramo de escaleras, ChangBin no podía parar de pensar qué era lo que lo había
empujado tan al límite como para hacer algo como aquello y cómo de mal lo había
hecho él por no haberse percatado de que tenía que haber sido un poco más duro
con él para que le contara qué era lo que le sucedía, porque no se podía quitar
de la cabeza que él también tenía un poco de culpa en lo que lo había llevado a
tomar aquella decisión tan drástica.
—¡Hwang HyunJin! —le gritó, abriendo la puerta
de la azotea, con su corazón latiendo rápidamente por el miedo, el miedo a no
haber llegado a tiempo.
Lo vio todavía sentado sobre la
cornisa de la azotea, girándose hacia él con una sonrisa triste en sus labios y
ChangBin se sintió un poco aliviado porque todavía podía hacer algo por él. Sin
darse tiempo a recuperar la respiración, se acercó lentamente hasta su novio,
quedándose a una distancia prudente, mirándolo a sus llorosos ojos y tratando
de ver en ellos las intenciones que su chico podía tener. Por el momento,
parecía que simplemente se iba a quedar allí, sin moverse ni hacia el vacío ni
hacia la seguridad del suelo de la azotea.
—HyunJin —lo volvió a llamar—. No lo hagas por
favor.
—No
quiero hacerlo —le replicó el chico, rompiendo a llorar—, pero tengo que
hacerlo.
—No…
no… no tienes que hacerlo —dijo, tratando de sonar calmado, aunque calmado era
lo único que no estaba—. Cualquier cosa que te haya traído aquí se puede solucionar
—le aseguró—, por favor, Jinnie, confía en mí, podemos solucionarlo juntos.
HyunJin lo miró a través de sus
largas pestañas, llorando todavía, pero pareciendo mucho más dispuesto a
escucharlo.
—Por favor, Jinnie, aléjate del borde y vente
conmigo aquí —le pidió, tendiéndole la mano—. Y luego cuéntame qué es para que
podamos solucionarlo.
Durante unos momentos, ChangBin no
estuvo seguro de que el chico le fuera a hacer caso, no estuvo seguro porque en
cualquier momento podría dejarse caer al vacío; pero HyunJin comenzó a moverse
lentamente sobre la cornisa para dejar de tener sus piernas colgando en el
vacío y después se alejó del borde, agarrando su mano. ChangBin aprovechó para
tirar de él hacia su cuerpo y apretarlo fuertemente contra sí, repitiéndole una
y otra vez, como un mantra, que todo iba a estar bien mientras su chico lloraba
sobre su hombro desconsoladamente.
—¿Qué ha pasado, Jinnie? —le preguntó,
acariciándole la espalda cuando las lágrimas fueron a menos—. ¿Por qué querías
hacerlo?
—Solo
quería que las voces pararan —le dijo—, las voces que me llaman monstruo, las
voces que me dicen que debo morir.
ChangBin se sorprendió
al escuchar aquello, pero dejó que HyunJin siguiera hablando, dejó que siguiera
contándole, explicándole qué era lo que había estado sucediendo. Y así
finalmente supo que su novio había estado recibiendo insultos y amenazas de una
persona por las redes sociales y también en físico por simplemente estar con él
y quererlo y también entendió que el chico no le hubiera dicho nada para no
hacerlo sentir culpable. ChangBin entendió los miedos de su novio, los
comprendió perfectamente, pero cuando terminó de hablar, le aseguró una y otra
vez que él estaría a su lado y que lo ayudaría a salir de aquello, que cogería
a aquel maldito gilipollas para meterle una paliza por haberle hecho tanto daño
y que nunca lo dejaría.
ChangBin
no supo cuánto tiempo tardaría HyunJin en dejar de oír aquellas voces que lo
insultaban en su cabeza, pero estaría junto a él todo el tiempo que necesitase.
Notas finales:
—No tenía corazón para poner a nadie de los
niños de malo, aunque en un principio pensé en hacer un sorteo para ver quién
podría ser, así que, al final ha acabado siendo alguien aleatorio sin cara y
sin nombre.
—No estoy acostumbrada a escribir este tipo de
historias tratando temas tan delicados, pero la canción de VOICES es una de mis
favoritas y quise darle este enfoque al fanfic.
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