jueves, 13 de enero de 2022

[One Shot] Unforgettable night {ChanJin}

Título: Unforgettable night

Autora: Riz Aino

Pareja: ChanJin (Bang Chan + HyunJin) (Stray Kids)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, BDSM, smut, pwp

Número de palabras: 2.822 palabras

Resumen: HyunJin quiere probar nuevas experiencias sexuales… Chan es la persona indicada para despertar todas sus más perversas fantasías.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas basadas en el BDSM con prácticas como el bondage o la asfixia. Si sois sensibles a este tipo de contenido, no paséis de aquí.

Notas: historia inspirada obviamente por el MV de Red Light. No me podéis dar un MV de BDSM gay y pretender que yo me esté quieta.

Comentario de autora: pasé un tiempo bastante duro escribiendo la historia porque ha sido complicado expresar todo lo que quería con el sentimiento que quería, pero al final, estoy enamorada del resultado. Espero que os guste.



 

            HyunJin estaba nervioso, le sudaban las manos y su corazón latía rápidamente dentro de su pecho por la excitación y el miedo. Nunca antes se había sentido de esa manera, nunca dos sentimientos tan contradictorios habían estado presentes a la vez en su interior, pero a pesar de ello, el chico estaba totalmente expectante. Había acabado en aquel lugar, en aquel hotel, tumbado sobre aquella enorme cama, con sus manos esposadas al cabecero de ésta, completamente desnudo, totalmente a la merced de la persona que se encontraba a los pies de la cama, observándolo fijamente en la semi oscuridad de la habitación, levemente iluminada por una débil luz rojiza, sus ojos brillando con un salvaje deseo por su cuerpo, provocando que HyunJin temblara. Quería más, quería que lo tocara, quería que hundiera sus dedos en su pelo, quería que lo agarrara fuertemente por sus muslos, quería que lo mordiera, quería que le pegara, quería que le hiciera todo lo que quisiera porque se dejaría hacer sin oponer ninguna resistencia.

 

            Hacía mucho tiempo que HyunJin había querido probar el BDSM. Demasiado tiempo, quizás. Pero no había encontrado ni la situación, ni a la persona adecuada y no había podido adentrarse en aquel mundo que lo excitaba de sobremanera. Sin embargo, se había encontrado con una aplicación que todo el mundo que estaba en el mundillo recomendaba, una aplicación que ponía en contacto a doms y subs, una aplicación que era totalmente fiable y de la cual se hablaban maravillas. HyunJin se había registrado y no había hecho más que subir su perfil cuando ya había recibido varios mensajes de doms que querían pasar un buen rato con él; no obstante, el chico no se había decidido hasta que no había visto varios perfiles y se había encontrado con él, con aquel que se encontraba a los pies de la cama, haciéndolo temblar sin siquiera haberle puesto un dedo encima más que para colocarle las esposas. Chan era un tío guapo y estaba bueno y además tenía varios comentarios en su perfil alabando su forma de dominar, así que, ni siquiera se lo había pensado cuando había aceptado encontrarse con él. Y estando allí con él, HyunJin se había percatado de que éste era la persona más indicada para despertar todas sus más perversas fantasías sexuales.

 

            Chan le dedicó en ese momento una sonrisa pícara, haciendo que HyunJin tragara saliva, su boca quedándose seca repentinamente ante aquella sonrisa. Éste se percató del movimiento de nuez al tragar y su sonrisa se amplió mientras se subía a la cama de rodillas, hundiendo el colchón bajo su peso y gateando por éste hasta encontrarse encima de HyunJin, que pudo notar cómo en su pantalón ajustado blanco se apreciaba el bulto de su erección. No se habían tocado el uno al otro todavía, pero ambos estaban terriblemente excitados por la situación en la que se encontraban y les quedaban aun mucha noche por delante, hasta el amanecer, porque HyunJin dudaba que pudieran detenerse una vez comenzasen.

 

            —¿Te está gustando estar con las manos atadas, HyunJin? —le preguntó Chan, inclinándose sobre él, quedándose a pocos centímetros de su rostro, usando su voz para darle un tono sexual a la pregunta—. Después de todo, es tu primera vez y necesito asegurarme de que te guste para que vuelvas a hacerlo.

—Sí —replicó, aunque sonó más a un jadeo—. Me gusta.

—Perfecto.

 

Tras decir aquella sola palabra, Chan se inclinó sobre su cuello y comenzó a besarlo, a lamerlo, a morderlo, dejando marca porque HyunJin le había dicho que podía hacerlo, que podía marcarlo en cualquier lugar que quisiera, provocando que constantes jadeos salieran de los labios de HyunJin porque su cuello siempre había sido uno de los lugares más sensibles de su cuerpo. El chico de retorció de placer la primera vez que el otro hincó los dientes en su carne, como si fuera una especie de vampiro, aunque la zona donde su colmillo se había hundido le dolía también. Era esa mezcla, esa fusión entre el dolor y el placer lo que HyunJin llevaba un tiempo queriendo probar y, por como su piel se erizaba por completo y como se excitaba con cada segundo que pasaba, el chico estaba completamente seguro de que esa iba a ser la mejor noche de toda su vida.

 

El cuerpo escultural de Chan se pegó más al suyo y se introdujo entre sus piernas, de rodillas sobre la cama, éstas rozando contra el trasero de HyunJin mientras Chan trazaba un pequeño sendero de chupetones en su cuello y paseaba sus grandes manos por sus costados, tocándolo de una forma casi delicada que contrastaba terriblemente con la forma en la que estaba maltratando su cuello. Bajo el toque de la yema de sus dedos, HyunJin podía sentir cómo su piel ardía intensamente y cómo aquel fuego no se detenía, sino que viajaba por todo su cuerpo hasta llegar a su entrepierna, acumulándose allí, haciendo que, si miembro se endureciera mucho más, a pesar de que no había sido tocado ni una sola vez. Las manos de Chan se deslizaron sobre su piel hasta llegar a sus pezones y éstos fueron atrapados entre sus dedos, pellizcando levemente, con la fuerza justa para que la presión le provocara un escalofrío que recorrió su columna de arriba abajo. HyunJin gimió, se retorció de nuevo por el placer y las esposas con las que estaba atado al cabecero tintinearon, su metal hundiéndose en la escasa carne de sus muñecas.

 

—Mmmm… —murmuró Chan contra su cuello, su respiración cálida chocando contra su piel, prolongando aquel escalofrío—. Los pezones parecen ser otro de tus puntos débiles…

 

HyunJin quiso protestar, replicarle, dar un poco de guerra, aunque fuera con sus palabras ya que su cuerpo era demasiado honesto y solo quería que lo dominasen en todos los aspectos, pero no pudo hacerlo porque Chan dirigió entonces su boca a su pezón izquierdo y sus manos se agarraron con firmeza a sus caderas, hundiendo sus dedos en su piel. El único sonido que salió de la boca de HyunJin fue un gemido alto, largo, intenso, casi tan intenso como la sensación que la lengua y los labios de Chan habían provocado en su cuerpo tras aferrarse a su pezón. Con aquel gemido involuntario acababa de demostrarle que tenía razón y que, si continuaba prestándole atención a sus pezones, iba a conseguir muchas reacciones como aquella y también iba a conseguir que HyunJin acabase teniendo un orgasmo sin que su miembro hubiera sido tocado.

 

Chan sonrió contra su pezón y siguió jugando con él, a la vez que con sus manos recorría sus muslos de arriba abajo, acariciándolos, siendo su toque a veces delicado y otras veces fuerte, tanto en su cara externa como interna. Cuando sus dedos se acercaban peligrosamente a la zona de su entrepierna, HyunJin contenía la respiración y su cuerpo se tensaba… y cuando eso pasaba, Chan sonreía contra su piel. Lo estaba tentando, estaba jugando con él y HyunJin ni siquiera podía quejarse por ello porque nunca antes se había sentido tan excitado ni tan necesitado ni tan al borde del abismo cuando ni siquiera había tocado su miembro. Ninguno de sus novios, ninguno de sus ligues había conseguido que se sintiera ni la mitad de excitado que se encontraba en aquellos momentos solo por los besos y los toques sobre su piel y por las palabras jadeadas que le cortaban la respiración. Aquello era tan intenso que no sabía ni cómo ponerlo en palabras porque no había palabras suficientes para expresarlo… y solo acababan de comenzar.

 

Cuando Chan finalmente pareció dejar de querer seguir jugando con él, tentándolo, llevó su mano derecha directamente hasta su ano, tanteando con su dedo pulgar la zona e introduciendo levemente éste, probando la resistencia de sus músculos y la reacción de HyunJin. HyunJin tensó su cuerpo irremediablemente ante él intento de intrusión, solo un instante, tratando de cerrar incluso sus piernas, aunque Chan se encontraba entre ellas porque no se lo había esperado y lo había sorprendido, relajándose al momento, respirando profundamente y dejándose llevar.

 

—Estás acostumbrado a que te la metan —comentó Chan, alejándose de su pezón y mirándolo a los ojos fijamente. No era una pregunta, era la constatación de una verdad, pero HyunJin no pudo evitar asentir—. Me voy a divertir mucho contigo.

 

Tras decir aquello, Chan se alejó de su cuerpo, se levantó de la cama y se bajó los pantalones con rapidez, su miembro erecto quedando al descubierto al bajarse los calzoncillos también. Con un par de patadas sin miramientos se deshizo de su ropa y cogió de la mesita donde había dejado el lubricante y los condones éstos antes de volver a la cama sin perder un segundo, abriendo el tubo del lubricante y dejando caer un poco de aquel liquido viscoso trasparente sobre sus dedos.

 

—Ponte a cuatro patas —le pidió—. No te voy a poner demasiado lubricante porque quiero que entre justa y haga presión, quiero que te duela pero que el dolor sea soportable para que gimas de absoluto placer.

 

            Probablemente lo que debía de haber sentido ante aquello debía haber sido algo de terror, porque en otra ocasión anterior había sido penetrado sin la suficiente lubricación ni preparación y había sido la peor experiencia de su vida… pero la forma en la que Chan lo había dicho había provocado que un escalofrío de placer recorriera todo su cuerpo y se estremeciera con una especie de anticipación y expectación. Le iba a doler, pero no podía esperar a sentir también con aquella penetración más intensa. Le acabó haciendo caso a Chan y se dio la vuelta en el colchón de aquella enorme cama, aprovechando que las esposas tenían bastante holgura porque la cadena era un poco larga y se colocó a cuatro patas, alzando su trasero, exponiéndose completamente para que Chan comenzara a penetrarlo con sus dedos. En el momento en el que uno de estos se introdujo perfectamente en su interior, sin ninguna resistencia gracias al lubricante, HyunJin sintió una especie de corriente eléctrica correr por todo su sistema nervioso porque desde el primer momento, Chan había encontrado su próstata. HyunJin gimió y no dejó de hacerlo mientras el otro daba una y otra vez contra aquella glándula, hasta que se detuvo de repente, dejándolo temblando y jadeando, tratando de recuperarse de aquellos envites. No obstante, antes de que pudiera hacerlo, escuchó cómo el envase de plástico del preservativo era rasgado y su cuerpo se puso alerta, sabiendo que en un instante no iban a ser solo los dedos de Chan los que iban a entrar en su interior. Chan lo sujetó fuertemente por las caderas y llevó su miembro hasta su ano, guiándolo hasta que su punta comenzó a adentrarse dentro de su recto, encontrándose con un poco de resistencia por parte de sus músculos, una resistencia de la que HyunJin ni siquiera era consciente hasta que no se lo dijo.

 

            —Estás demasiado tenso —murmuró, inclinándose sobre su cuerpo, pegando su pecho a su espalda, mordiendo su nuca—. Relájate para mí, para que gimas de nuevo de placer.

 

            HyunJin jadeó al escucharlo decir aquellas palabras en un tono tan sensual que parecía puro sexo y su cuerpo se relajó por completo, invitándolo de nuevo a hacer lo que quisiera con él… y Chan lo hizo. Se introdujo lentamente, forzando la resistencia de las paredes de su recto que no estaban lo suficientemente lubricadas ni preparadas para recibirlo, HyunJin notando un pinchazo de dolor, una punzada intensa mientras lo hacía, pero que fue totalmente eclipsada por el infinito placer que sintió cuando los dedos de Chan se aferraron a su miembro, envolviéndolo con su mano, tocándolo arriba y abajo, resbalando sus dedos en su punta llena de presemen. HyunJin gimió. No supo si por el dolor de su trasero o por el placer de su miembro, pero lo hizo y notó contra su nuca la sonrisa satisfecha de Chan, que terminó de introducirse en su cuerpo, hasta la base de su miembro. Éste también gimió en aquel momento, probablemente por la presión en su miembro, y cuando HyunJin lo escuchó gemir casi se sintió al borde del orgasmo.

 

            Chan se quedó quieto unos momentos y después comenzó a moverse, lento al principio y mucho más rápido después, agarrándose firmemente a sus caderas, sus dedos hundiéndose en su carne tan fuerte que HyunJin estaba seguro de que ahí tendría también marcas; sin embargo, no le podía importar menos, porque lo único que le importaba en aquellos momentos era el placer que estaba sintiendo por la penetración y el roce constante del miembro del otro contra su próstata, notándose por ello cada vez más cerca del abismo. No obstante, aquello iba a acabar todavía. Las manos de Chan viajaron hasta su torso y se aferró a él con fuerza mientras se inclinaba hacia atrás, alzando sus cuerpos y provocando que la penetración fuera mucho más profunda de aquella forma. HyunJin no pudo evitar dejarse caer contra su pecho porque la debilidad en sus piernas estaba siendo cada vez más manifiesta y no podía sostenerse de pie y Chan lo sujetó con fuerza por su cintura con su mano izquierda y por el cuello con su mano derecha.

 

            —Da un tiró fuerte de las esposas cuando sientas que no puedes aguantar más —le susurró contra su oreja, antes de apretar muchísimo más su cuello.

 

            HyunJin jadeó en busca de aire porque su garganta estaba siendo bloqueada y no pudo hallar forma de que el aire volviera a entrar en sus pulmones mientras seguía siendo penetrado una y otra vez fuertemente por Chan. Había leído y escuchado mucho sobre la asfixia, sobre cómo aumentaba las sensaciones en el cuerpo de la persona cuando se usaba de la forma correcta en el sexo y en aquellos momentos estaba lo estaba comprobando de primera mano porque todo se había multiplicado por diez. El miembro de Chan entrando una y otra vez en su cuerpo, la falta de aire a pesar de que lo buscaba desesperadamente, su miembro a punto de estallar y su corazón latiendo desesperadamente dentro de su pecho. Todo era demasiado, demasiado intenso y HyunJin no podía más.

 

            Sintió una última embestida fuerte de Chan en su interior y después el orgasmo lo recorrió desde la cabeza hasta los pies, sus manos agitándose violentamente contra las esposas, la mano de Chan dejando de apretar su cuello, su semen manchando las sábanas en una violenta sacudida, mientras buscaba el aire que le había sido arrebatado bruscamente, con intensos temblores recorriendo todo su ser. Notó como Chan también se corría y cómo sacaba su miembro de su cuerpo y dejaba de sujetarle la cintura, por lo que las piernas le fallaron y HyunJin acabo cayendo sobre las sábanas del colchón que acababa de manchar con su semen, hundiendo su rostro en la almohada, respirando de forma entrecortada y viendo pequeñas estrellas brillar en sus ojos incluso cuando los tenía abiertos. Aquel había sido el orgasmo más intenso de su vida.

 

            —¿Te ha gustado, HyunJin? —le preguntó Chan.

 

            HyunJin tardó unos segundos en reunir las fuerzas suficientes para girarse sobre la cama y enfocar su vista en la persona ante él, pero cuando lo hizo, lo vio quitándose el condón y mirándolo con un deseo infinito en sus ojos. Su garganta estaba seca y le picaba, por lo que ni siquiera trató de responder de viva voz y simplemente asintió, todavía jadeando sin poder recuperar del todo la respiración. No solo le había gustado, le había encantado, pero eso se lo diría más adelante, cuando pudiera hacer algo más que sentir los últimos coletazos del intenso orgasmo que acababa de tener y no le doliera la garganta.

 

            —Me alegra —replicó Chan, esbozando una sonrisa pícara—, porque esto no ha hecho más que empezar.

 

            Y HyunJin volvió a sentir aquella misma mezcla de excitación y miedo que había sentido al principio, pero sabía a la perfección que iba a disfrutar de cada segundo de esa noche inolvidable, como lo había estado haciendo hasta el momento.

 

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