Título: Summer daze
Autora:
Riz Aino
Pareja:
RomeYou (J.You + Jerome) (TO1)
Clasificación:
PG
Géneros:
AU, romance, fluff
Número de palabras:
966 palabras
Resumen:
ese verano, SungMin se enamora del chico más guapo que ha visto jamás… pero él
no es el único que se enamora.
Notas: historia
escrita para una persona anónima que me dejó el recado por Tumblr.
Comentario de autora:
yo tengo una obsesión por la obsesión que Jerome tiene por J.You y tenía que
escribir sobre eso, estaba cantado. Espero que os guste.
Summer
daze
—¿Te ha dicho alguien alguna vez lo guapo que
eres?
La pregunta pilla desprevenido a
JeYu y casi se atraganta con el refresco que se está bebiendo. Tose un poco y
se pone rojo de los pies a la cabeza sin poder evitarlo, al menos espera que el
otro chico que está sentado frente a él y que le ha hecho esa pregunta, tome el
color de su rostro a que casi se muere sin aire y no por lo que ha sido en
realidad… la pregunta. No se la esperaba. Bueno, sí que se esperaba que SungMin
tratara de flirtear con él, pero no se esperaba justo aquello.
—Mmmm… sí… bueno… —murmura—. La gente me suele
decir que soy guapo… sí… mmmm… tú… también eres guapo…
Una sonrisa completamente
deslumbrante y encantadora aparece en el rostro de SungMin y JeYu no puede evitar
desviar su mirada porque siente como si su corazón fuera a explotar de un
momento a otro. Todavía no se acostumbra a esa sensación. Es extraño. Tampoco se
acostumbra a las mariposas que se instalan en su estómago o a la forma en la
que su piel se eriza y le manda descargas eléctricas por todo su cuerpo cada
vez que el chico lo toca de alguna forma. Nunca se ha sentido de esa forma,
pero sabe lo suficiente sobre el mundo y sobre él mismo para entender lo que significa
todo aquello. Siente algo por SungMin, algo bastante fuerte, además. Y no es un
secreto que lo que siente es totalmente correspondido por el chico porque, casi
desde el primer momento, cuando se conocieron a inicios del verano, se lo ha dejado
bastante claro. No obstante, a pesar de ello, JeYu no ha tenido el valor
suficiente para decir qué es lo que siente, cómo el mundo a su alrededor se
vuelve difuso cuando está con él porque solo existe él, cómo él mismo se siente
a veces mareado estando en su presencia o cómo su cuerpo reacciona a cualquier
cosa estando junto a él. El verano se está acabando y aún no ha tenido el valor
para decirlo… y, a este paso, no está seguro de si alguna vez lo tendrá.
—Hyung —murmura SungMin, llamando su atención—.
¿Quieres que vayamos a dar un paseo por la playa? —le pregunta.
—Mmmm… sí… claro… sí —responde.
SungMin sonríe de nuevo, sus ojos
cerrándose en dos medias lunas. Aquella vez lo que JeYu siente es cómo su
corazón se detiene durante un segundo y después comienza a latir dentro de su
pecho como loco. Es una sensación increíble. Cómo su corazón pasa de cero a
cien en un segundo. Le parece realmente fascinante que simplemente una sonrisa
de SungMin pueda provocar todo eso en él. Es tan solo un momento, pero JeYu
está a punto de decirlo, a punto de decir que le gusta, que cree que se ha
enamorado perdidamente de él, pero abre la boca y solo boquea como un pez en
busca de aire… el momento finalmente pasa y el repentino valor que ha sentido
se va como si nunca hubiera estado ahí en primer lugar.
Terminan sus bebidas poco después y
salen de la cafetería, caminando juntos, muy juntos, por la calle que lleva
hasta la playa, que no queda muy lejos. Caminan tan juntos que el dorso de sus
manos a veces se roza y JeYu siente la imperiosa necesidad de tomar su mano con
la suya; no obstante, se contiene en el último momento porque a aquellas horas
hay mucha gente en la calle, quizás demasiada, todos dirigiéndose a la playa
para ver el atardecer. Cuando llegan al principio de la arena se quitan los
zapatos y los meten en la mochila que lleva JeYu para poder andar tranquilamente
por la arena sin que se les llenen de ésta.
—Vamos junto al agua —dice SungMin, emocionado,
alargando su mano para cogerle la suya y comenzar a tirar de él por la arena—. Es
el mejor momento para estar en la playa.
JeYu se deja llevar y aprieta con
firmeza la mano del chico para que nunca lo deje ir y cuando SungMin se gira
hacia él, con una de aquellas enormes y encantadoras sonrisas, bañado por los
tonos anaranjados del atardecer, siente que, si no lo dice en aquel momento,
explotará y, por fin, habla.
—Me gustas.
Aquello es lo único que puede decir,
lo único que tiene que decir, de hecho, porque en el momento en el que lo dice,
la expresión en el rostro de SungMin se vuelve completamente enternecedora. Sus
ojos brillan como si contuvieran un millón de estrellas. Su sonrisa se vuelve
aún más amplia y más encantadora. Su cuerpo se relaja por completo y JeYu lo
puede sentir perfectamente a través de la unión de sus manos.
—Por fin —murmura, caminando hacia él y pasando
los brazos por su cintura, pegándose a su cuerpo, dejando caer su cabeza sobre
su hombro—. Por fin lo dices.
Y YeJu se siente un poco mareado en
ese momento y sabe que no es por el calor del verano, sino por el calor del
cuerpo de SungMin contra el suyo, pero no cambiaría por nada del mundo estar de
esa forma con él.
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