My Everithing

My Everything

            Nunca hubiera pensado que alguien se convertiría en mi todo, en alguien por quien luchar, alguien a quien proteger, alguien a quien amar incondicionalmente, alguien a quien si perdiera me mataría lentamente por dentro. Ella era mi todo y ni siquiera sabía cómo había ocurrido.

            Luna siempre dijo que le encantaba mi voz, que era un gran oppa para ella, amable y atento, que quería hacer un dueto y que era su tipo ideal. Ella lo tuvo claro desde el principio y no le importaron las críticas ni las amenazas recibidas. Ella se mostraba ante el mundo tal como era y creo, ahora que lo pienso, que eso fue lo que me hizo fijarme en ella ―aparte de que había sido la única mujer que se había interesado abiertamente por mí, porque mis fans no entraban en aquel cómputo―.

            Poco a poco, encontré en ella todo lo que me gustaba. Era mi chica perfecta, lo tenía absolutamente todo.

            Comenzamos una relación en secreto, ya que la empresa no permitía las relaciones entre sus trabajadores y las fans tampoco lo hacían. A pesar de que no podíamos mostrar nuestro amor en público y de que nuestros momentos eran bastante escasos, pudimos atravesar todos los inconvenientes que nos surgían con un sentimiento que había ido creciendo más y más en mi pecho: el amor.

            De esa forma, me di cuenta que no necesitaba nada más que a Luna para ser dichoso lo que me quedara de vida. Ella era mi todo.