Scary Party
(Unexpectedly,
My Boyfriend is so Cool)
Nichkhun
aún no podía creerse que se hubiera dejado convencer para ir a aquella fiesta
del terror en el instituto. Él era un chico guay, de hecho, el más guay de toda
la escuela y no podía dejarse ver asustado por los demás. Porque a pesar de ser
el tipo que todos envidiaban, el que todos querían ser, por el que todas las
chicas caían rendidas a sus pies, era bastante asustadizo.
El chico caminó lentamente a través
del hall del instituto, siguiendo las flechas que le indicaban el punto de
partida de aquella fiesta. En apenas unos minutos, llegó a la clase 3-A y
entró. Allí dentro, se encontró a varias personas, algunas desconocidas y otras
bastante conocidas, demasiado conocidas.
Una de aquellas personas se levantó
como si tuviera un resorte al verlo y los demás se rieron de él ante su
reacción. Era Jo Kwon, su novio.
Nichkhun le dedicó una mirada y el
chico se sentó rápidamente, algo avergonzado. El recién llegado se sintió un
poco mal y decidió que se lo recompensaría más tarde, cuando salieran de aquel
lugar y nadie pudiera verlos, como siempre hacía.
Debido a que Nichkhun era una de las
grandes promesas del instituto, un chico que lo podía tener todo en sus manos
si quisiera y en el que estaban fijos la mayoría de los ojos, no podían
anunciar que eran novios, por eso lo llevaban en secreto. No era porque se
avergonzase, sino porque su brillante futuro se iría al garete si la gente se
enteraba que era homosexual.
Hacía un año ya desde aquella vez en
la que Jo Kwon se le acercó y le dijo que le daba igual todo, que estaba
enamorado de él y Nichkhun lo besó, porque había pasado demasiado tiempo
reteniendo sus sentimientos por aquel chico alocado que se le acababa de
declarar. Desde entonces, mantenían su relación en secreto, y ante todos, solo
se comportaban como un par de amigos, aunque a veces Jo Kwon se entusiasmara
demasiado, como acababa de pasar.
Nichkhun se acercó al chico y se
sentó junto a él, de todas formas había asistido al evento por él. Unos días
antes le había comentado que participaría en la fiesta del terror y viendo su
debilidad, no había tenido corazón para dejarlo solo.
―Gracias por venir ―murmuró Jo
Kwon―, aunque te dije que no era necesario.
―Lo siento ―contestó―. Pero al igual
que tú tienes debilidad por mí, yo la tengo por ti y no podía dejarte solo ―le
susurró solo para que ellos dos lo escucharan.
―Por eso te amo ―Jo Kwon sonrió
diciendo aquellas palabras y luego se levantó corriendo del suelo―. Nosotros
seremos los siguientes en entrar ―le anunció al chico que parecía organizar la
partida de los que querían participar en aquel juego.
―Perfecto ―dijo el otro.
Jo Kwon hizo que Nichkhun se
levantara del suelo, tomándolo de la mano, para después acercarse hasta el otro
chico, que les tendió un mapa y les explicó lo que debían hacer.
―Ya podéis entrar ―les informó
después de recibir un mensaje al kakao
talk, seguramente de otro de los organizadores.
Nichkhun miró a su chico, con un
poco de miedo y este le sonrió, apretando el agarre de su mano, que en ningún
momento había soltado.
―No pasará nada ―le susurró―. Será
muy divertido.
Tras esto, atravesaron la puerta y
siguieron el recorrido que marcaba en el mapa. Primero, debían entrar a la
cafetería, así que, mientras se acostumbraban a la luz, fueron avanzando
lentamente, hasta llegar al lugar que tan bien conocían. Al entrar al pasillo
de la cafetería, vieron que al final, bajo una tétrica luz rojiza, se encontraba
una chica con el pelo largo y negro sobre la cara, un vestido largo y blanco y
un peluche, canturreando. Nichkhun se tensó irremediablemente y apretó el
agarre de la mano de su chico.
―No te asustes, Khun ―le susurró―.
Es GaIn noona.
Nichkhun fijó mejor su vista y,
efectivamente, la chica que había al final del pasillo era GaIn. Suspiró un
poco aliviado, pero su corazón aún latía rápidamente, lleno de terror.
Jo Kwon encabezó la marcha y
entraron a la cafetería. Todo estaba oscuro y muy silencioso, por eso Nichkhun
dio un repullo cuando un teléfono móvil comenzó a sonar en la esquina de la
habitación y se quedó inmóvil, negándose a avanzar más.
―Khun… ―susurró su novio, apretando
su mano entre las suyas―. Tenemos que contestar a la llamada, vamos… ―tiró de
él, porque aunque no lo pareciera, su chico tenía bastante fuerza y músculos.
Avanzó hacia el teléfono y contestó―. ¿Yeobosseo?
―En el centro de la habitación hay
cuatro cuerdas ―dijo una voz de ultratumba―. Tira de una de ellas para obtener
la misión.
―¿En el centro? ―preguntó, pero ya
no obtuvo respuesta. Jo Kwon se encogió de hombros y le indicó a Nichkhun qué
era lo que había que hacer.
Ambos se dirigieron al lugar y
encontraron las cuerdas. Con una breve mirada y un asentimiento, tomaron la más
cercana y tiraron de ella a la vez, haciendo que su contenido cayera al suelo
con un golpe sordo. Nichkhun chilló, asustado y Jo Kwon simplemente apartó
aquello con el pie, tirándolo lejos de ellos.
―Una serpiente, una serpiente
―susurraba Nichkhun con miedo, agarrándose al cuerpo del otro.
―Tranquilo, Khun… ―dijo Jo Kwon con
una sonrisa―, es solo una salchicha.
―¿Seguro?
―Segurísimo ―el chico se intentó
tranquilizar un poco, estaba quedando como una verdadera nenaza y ni siquiera
habían empezado.
―Está bien… Tiremos de otra ―esta
vez llevó él la iniciativa y tiró de una de las cuerdas, haciendo que cayera al
suelo algo peludo. Nichkhun volvió a gritar y a replegarse contra el cuerpo de
su novio.
―Es solo una peluca ―dijo el otro,
agachándose y tomándola del suelo―. Se puede utilizar, ¿verdad? ―el chico se
colocó la peluca y se acercó a Nichkhun―. ¿Cómo me queda?
―De muerte…
―Pues esperemos que los fantasmas
mueran ante mi belleza ―Jo Kwon sonrió y tiró de otra de las cuerdas. Esta vez,
lo que cayó al suelo fue un trozo de papel―. Por fin ―cogió la nota y leyó―. Entrad
en cada habitación y haced lo que se os pide en ellas, prestad especial
atención a los puntos de luz.
―No parece muy complicado ―murmuró
Nichkhun.
―No lo es. Verás cómo salimos de
aquí en unos minutos y sin asustarnos ―prometió Jo Kwon.
―Espero que tengas razón.
Salieron de la cafetería y se
dirigieron hacia la siguiente habitación del pasillo que estaba marcada con una
“equis” en el mapa que les había sido entregado con Nichkhun sin quitarle la
vista de encima a GaIn, por si se le ocurría ir a asustarlos cuando menos se lo
esperaran. Jo Kwon abrió la puerta, tal y como había hecho con la otra, y ambos
entraron al interior.
Se trataba del aula 1-B y en la mesa
del profesor había un papel en el que se reflejaba la luz. Pero eso no era lo
que más llamaba la atención de aquel lugar, ni siquiera que el suelo estuviera
plagado de globos, lo que hizo que Nichkhun diera un salto en cuanto entró en
la habitación, fue ver a una media docena de chicas con el pelo largo y negro
sobre la cara, al igual que estaba GaIn al final del pasillo, sentadas en sus
pupitres y con sus rostros blanquecinos iluminados por la tenue luz de las
linternas que se encontraban sobre cada mesa.
―¡Joder! ―exclamó Nichkhun.
―Mi disfraz mola más que el vuestro
―dijo Jo Kwon y varias chicas se rieron, aunque inmediatamente se pusieron
serias de nuevo―. No hay nada que temer, ¿lo ves?
Nichkhun asintió y ambos se
dirigieron a la mesa del profesor, el chico tomó el folio y lo leyó. Solo
tenían que explotar los globos hasta dar con una llave y guardarla hasta el
final del recorrido. Rápidamente, se pusieron manos a la obra, explotando todos
los globos que encontraban a su paso con los pies y teniendo cuidado de que las
chicas no intentaran tocarlos en lugares comprometedores, sobre todo, era
Nichkhun quién tenía que tener cuidado con eso.
Tras varios minutos explotando un
globo tras otro, Jo Kwon dio con la llave y ambos pudieron salir del lugar. Al
entrar al pasillo, notaron que GaIn ya no estaba al final y Nichkhun suspiró
aliviado, aunque por dentro sintió que seguramente había ido a otro lado para
asustarlos cuando menos lo esperaran.
Entraron en el siguiente salón, el
2-C y miraron cuidadosamente, por si había algún fantasma, pero allí no había
nadie. Se dirigieron de nuevo a la mesa del profesor y leyeron la misión.
―Tenéis un minuto para resolver el
problema matemático de la pizarra que comenzará en cuanto retiréis el papel que
la cubre. No podréis salir si no lo hacéis.
En ese momento, la puerta de la
clase se cerró de golpe y se escuchó cómo era cerrada con llave.
―¿Cómo se te dan las matemáticas?
―preguntó Jo Kwon.
―De pena… ¿Y a ti?
―Peor ―ambos sonrieron unos
segundos―. Mejor juntos entonces…
Los dos retiraron el papel a la vez
y cogieron dos tizas, se dividieron la ecuación que tenían delante y comenzaron
a resolverla lentamente, al ritmo de una tétrica música que no les hacía
presagiar nada bueno, sino todo lo contrario. De pronto, la canción se detuvo y
la televisión que había al frente de la clase se encendió, mostrando solo ruido.
En ese momento, las ventanas que daban al pasillo y que se encontraban pegadas
al suelo, se abrieron y comenzaron a entrar por ellas, chicas que se
arrastraban por el suelo como si fueran Sadako.
El corazón de Nichkhun casi se le
sale por la boca al verlas y casi sin darse cuenta comenzó a hablar en
tailandés, su lengua materna, intentando decirle a su chico que salieran lo más
rápido posible de allí.
―Tranquilízate ―susurraba Jo Kwon
una y otra vez como si fuera una nana―. No te va a pasar nada. Estoy aquí ―tomó
su rostro entre sus manos―. Resuelve el problema, yo te protegeré.
Nichkhun asintió y lentamente
intentó resolver el problema. Jo Kwon rodeó su cintura con sus brazos desde
atrás, pero cada vez estaba más nervioso, no podía concentrarse, las Sadako
cada vez estaban más y más cerca de él. volvió a comenzar a hablar en tailandés
y entonces, Jo Kwon se alejó de su lado, aunque lo intentó retener y se agachó
en el suelo, poniéndose a cuatro patas y a avanzar hacia los fantasmas, que se
habían quedado paralizadas, sin saber qué hacer por la repentina acción.
Nichkhun intentó calmarse para
seguir calculando la operación y poco a poco la fue resolviendo hasta que solo
quedó un número en la pizarra.
―¡0! ―gritó y la puerta que hasta
entonces había permanecido cerrada, se abrió.
Rápido como un rayo, el chico hizo
que su novio se levantara del suelo y lo llevó fuera del aula. Una vez
estuvieron en el pasillo y lejos de aquella clase, se dejaron caer contra la
pared, agotados.
―¿Estás bien? ―le preguntó
preocupado. Nichkhun asintió lentamente, aunque no convenció a su chico―.
Tranquilo, ya solo nos queda un lugar. En unos minutos estaremos fuera. Aguanta
solo un poco más.
―Vamos…
Echaron a andar y unos metros
después se detuvieron frente a la puerta que señalaba el mapa. En esta había
pegado un folio y estaba levemente iluminado por una pequeña linterna que había
junto a la puerta.
―Utilizad la llave para abrir la
puerta a la libertad.
Jo Kwon rebuscó en sus bolsillos
tras terminar de leer el trozo de folio hasta que dio con la llave.
Rápidamente, la introdujo en la cerradura y la giró. Escucharon un leve clic y
sonrieron, por fin iban a salir al exterior, por fin iba a acabar aquel
infierno. Tan emocionados estaban por salir, que no se dieron cuenta de que
alguien se acercaba a ellos hasta que una mano le tocó el hombro a Nichkhun y
este gritó como si hubiera perdido su alma y se abrazó fuertemente al cuerpo de
su chico, asustado.
El flash de una cámara los cegó
durante unos segundos y la risa escandalosa de GaIn se escuchó segundos
después, haciendo que Nichkhun comenzara a sentirse avergonzado por aquello,
más de lo que ya estaba.
―Gracias por participar en la fiesta
del terror ―dijo la chica―. Podréis encontrar vuestra foto el lunes en el
tablón principal y comprarla por un módico precio. Espero que os lo hayáis
pasado bien ―y dicho esto, les abrió la puerta y los empujó fuera, cerrando
después con la llave.
Durante unos momentos, ambos chicos
siguieron en shock, pero finalmente, Nichkhun reaccionó.
―¡La foto! ―gritó―. Saldré horrible
―se dejó caer hasta el suelo de tierra del exterior, con las manos en la
cabeza―. Mi reputación…
―No pasa nada, yeobo ―murmuró Jo
Kwon agachándose junto a él―. La reputación no lo es todo.
El chico levantó su cabeza y lo miró
a los ojos. Su novio nunca se había preocupado por su reputación, nunca le
había importado que hablaran a sus espaldas por ser homosexual y nunca se había
mostrado materialista. Tampoco le había reprochado que mantuviera su relación
en secreto y ahora le había mostrado que era muy valiente, la persona más
valiente que había conocido en su vida. Por eso, en aquel instante, Nichkhun
decidió que ya no se iba a esconder más y que sería valiente.
―No. No lo es todo ―murmuró antes de
inclinarse hacia delante y besar los labios de su chico.
N.A.:
Por si no os habéis dado cuenta, esta historia es una mezcla del episodio
especial del terror del WGM 2ª Temporada, en el que participan GaIn y Jo Kwon,
SeoHun y YongHwa, y Victoria y Nichkhun; con uno de los capítulos de Teen Top
Rising 100% con un poco (bastante) de paranoia mía XD
Jajajajajajaajjakaka deberé verme esos wgm xD me he reido demasiado jajajajajaj
ResponderEliminarEstán bastante bien XD
EliminarWaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jajajajajajaja xDDDD me meooooooo
ResponderEliminarAdoro ese especial del WGM pero aún tengo q ver el de Teen Top :P
Khun se asusta con nada y Kwon machote XD
EliminarTienes que verlo, sí XD
El que parecía el más machote al final terminó siendo peor que mi hermana pequeña xD LOL repito lo que han dicho las de arriba, tendré que verme esos episodios :3
ResponderEliminarBye bye :)
Yep... El nene y los sustos no se llevan bien XD
EliminarHay que verlos, no dan nada de miedo, de hecho, no me he reído más que con ellos XD