NU ABO

NU ABO

            ―Nanananananananana ―tarareaba una y otra vez nuestra nueva canción y no podía evitar pensar que me sentía más o menos igual que la hipotética chica de la que hablaba la letra.

            Me había enamorado. Me había enamorado de mi compañera de grupo Amber y aquello era completamente ridículo, porque, que pareciera un chico no quería decir que lo fuera, así que, no tenía ningún sentido.

            ―Mystery, Mystery ―murmuré mirándome al espejo con aquella peluca de pelo corto en dos colores. Me quedaba bien, o más o menos bien, aunque Victoria omma era a quien le quedaba mejor el nuevo peinado para el comeback.

            Sonreí, dándome el visto bueno. En esos momentos, la puerta se abrió y por ella entró la causa de todos mis desvelos. Se acercó a mí y me revolvió el pelo de la peluca, despeinándola.

            ―Hyung~ ―me quejé. Teníamos que salir al escenario en unos minutos.

            ―Vamos, pequeña ―rio ella―. Ahora la arregló ―llevó de nuevo sus manos a la peluca y comenzó a arreglarla con cuidado, sonriendo de una manera encantadora y haciendo a mi corazón latir de una manera impresionante―. ¿Te pasa algo, Sul? ―me preguntó, preocupada.

            ―No, no. No es nada ―contesté demasiado rápido para que fuera cierto. Aun así, Amber pareció creérselo.

            ―Entonces sonríe ―pidió. Lo hice, aunque fue un poco falsa, pero ella quedó satisfecha.

            Quizás, algún día, dejara de tener aquellos sentimientos que me volvían un poco histérica por dentro. Quizás, pudiera confesarme. O quizás pasara cualquier otra cosa, después de todo, yo no era una chica corriente.