jueves, 11 de julio de 2013

EXO


Capítulo 2
Te Echo de Menos



   Se acababan de ir todos de mi casa y por fin nos quedábamos solos BaekHyun y yo. Algo de tranquilidad después de todo el ajetreo con la mudanza de mi amigo y todo lo de los poderes. Estábamos en la cocina, mirando fijamente cómo en el microondas se hacían las palomitas, sin decir ni mu, aunque yo tenía mucho que decir.

   Desde el día en el que volvimos de la fiesta y se me enganchó a besarme, y después de decirme aquellas palabras, era como que no veía de la misma manera a mi amigo. A ver, seguía viéndolo como mi mejor amigo, como la persona con la que lo he compartido todo, pero, me sentía extrañamente bien al tenerlo revoloteando a mi alrededor, y eso no podía ser bueno, ¿no?

   El sonido del microondas me sacó de mis pensamientos y cogí la bolsa, quemándome los dedos al hacerlo, para echar las palomitas a un bol de plástico de propaganda del Telepizza. Le sonreí a BaekHyun, que me miraba con una expresión extraña y luego, los dos nos dirigimos al salón, a ver “La Mujer de Negro”. Nos sentamos, y nada más comenzar la película, BaekHyun se echó sobre mí en busca de protección y yo lo abracé.

   -Miedica…- murmuré y él me pegó, siempre había sido un violento, pero yo me eché a reír y segundos después, cuando en la película comenzó lo de miedo, ya lo tenía de nuevo sobre mí, temblando- tranquilo… yo te protegeré…

-oooOOOooo-

   -¿Tan importante era estar con tu amigo como para llegar tarde a la reunión?- escuché preguntar a Kevin mientras entraba a mi habitación, ahora compartida con LuHan.
   -Estábamos comprando algunas cosas que necesitaba y se nos hizo más tarde de lo previsto- le dije mientras me giraba- ¿celoso?- él alzó una ceja, incrédulo.
   -Ya quisieras tú- murmuró yendo hacia mí y luego me besó salvajemente los labios.

-oooOOOooo-

   Me levanté aquella mañana sin ninguna gana de ir a trabajar. Normalmente, aunque Kevin fuera un sieso conmigo, todavía se le podía hablar y hacer tonterías para llamar su atención. Ahora… ahora tenía que hacer como que lo odiaba a muerte. Aquello me iba a resultar muy duro, a mí no me gustaba estar enemistado con las personas, así que, siempre intentaba arreglar todos mis problemas, pero éste problema, sólo se solucionaría si hacía cómo que odiaba a Kevin.

   Salí de mi casa y me dirigí hacia el Burger. Cuando llegué, él ya estaba allí, junto a Tao. Mi primer impulso fue acercarme, pero luego me recompuse y pasé por su lado sin mirarlos ni saludarlos. Me sentí fatal por hacer eso y cuando estuve solo en la sala dónde nos cambiábamos de ropa, suspiré y me dejé caer sobre mi taquilla.

   -Y sólo es el primer día…- murmuré.

-oooOOOooo-

   -Hunnie… despierta…- escuché decir a la voz de JongIn, pero no le hice caso, simplemente me arrebujé más en las sábanas- oh… vamos…- sentí un peso en mi cama y supe que se había sentado- no puedes faltar a clase o tus padres me matarán…
   -Pero no quiero ir…- fue lo que dije.
   -No puedes abandonarte, Hunnie… además, piensa que éste fin de semana haremos algo para que os podáis ver- por su voz, parecía emocionado, yo también debería estarlo, pero llevaba dos semanas sin verlo, y eso era mucho tiempo.
   -Déjame, Kim JongIn.
   -Cómo no salgas de la cama por las buenas, te saco yo por las malas- amenazó y yo me destapé rápidamente, muy cabreado porque no me dejaba en paz.
   -Vete y déjame- siseé mientras notaba cómo un cosquilleo se extendía por mis nervios.
   -Hunnie…
   -¡Qué me dejes!- grité y en ese momento, fuera de la habitación de la Residencia, comenzó a correr un viento huracanado. JongIn me miró fijamente y eso sólo hizo que perdiera aún más el control, haciendo que el viento afuera se volviera más fuerte.
   -Hunnie…- susurró acercándose lentamente a mí- cálmate…
   -¡NO!- grité y las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos.
   -Hunnie…
   -No- se acercó y comenzó a secar las lágrimas de mis ojos mientras me acunaba en su pecho.
   -Vamos… Hunnie… lo siento… pero debes calmarte… o harás volar el tejado de la Residencia… y te recuerdo que estamos en la última planta…- eso me hizo sonreír y el viento dejó de soplar- buf…- lo oí suspirar- debes calmar ese carácter tuyo, pequeño… no debes dejar que la desesperación te domine y lo mejor que puedes hacer para hacer la espera más llevadera es entretenerte con otra cosa- lo miré mal mientras me secaba algunas lágrimas- no me mires así y arréglate, que llegamos tarde a clase.

-oooOOOooo-

   Estaba sentado en una de las mesas del Burger, mirando mi móvil sin nada qué hacer, cuando de repente, noté una mano en mi hombro e hice un movimiento defensivo de wushu, que fue esquivado por la otra persona. Me giré y me topé con su radiante sonrisa.

   -Victoria- dije.
   -¿Quién sino?- contestó ella haciendo su sonrisa más amplia- por cierto, enano desagradecido- dijo poniendo una expresión dolida- no me llamas, no me mandas mensajes, ni me dices cómo te va.
   -Tú tampoco haces nada de eso- le respondí indignándome.
   -Ya… pero ése es el deber de un hombre en una relación- contestó y yo levanté una ceja.
   -¿Acaso estamos saliendo y no me he enterado?- le pregunté y ella simplemente dejó su expresión dolida y sonrió.
   -No, pequeño- murmuró- pero podrías por lo menos preocuparte por tu amiga del alma.
   -Lo mismo va para ti- contesté- y viendo cómo te has zafado de mi movimiento defensivo, no creo que deba preocuparme por ti- ella me miró inflando sus mejillas como si fuera un hámster, y luego bufó.
   -Bah, dejémoslo aquí- dijo y se hizo a un lado, dejándome ver que venía acompañada por una chica de pelo castaño y con mechas de colores- ella es Sulli, una amiga mía.
   -Encantado de conocerte, yo soy Tao- me presenté y ella inclinó su cabeza, avergonzada.
   -A partir de ahora la verás mucho conmigo por aquí- dijo Victoria.
   -¿Y eso?- pregunté interesado.
   -Secreto profesional- contestó ella guiñándome, y con una sonrisa, se alejó tirando de su amiga. Victoria definitivamente estaba loca, muy loca.

-oooOOOooo-

   Estaba dando vueltas entre las estanterías de la Biblioteca de mi Facultad, buscando el puñetero libro que necesitaba para la clase del día siguiente, ya que un profesor había llegado pisando fuerte y desde el primer momento nos estaba dando caña. Giré en un pasillo y me topé de frente con otra persona.

   -Lo siento…- murmuré, y me quedé de piedra al ver con quien me había chocado.

   Era KyungSoo, uno de los chicos que tenía poderes. Intenté decir algo, pero sólo me salió un balbuceo y él, sonrió y luego se giró para ir hacia el otro lado. Me quedé unos momentos pillado, hasta que noté una mano en mi hombro y una voz en mi oído.

   -Ya tengo tu libro, Minnie- me lo mostró, y sí, era mi libro- ahora vayámonos, odio estar rodeado de cosas de Letras.
   -Yo soy de Letras, ¿también odias estar a mi lado, JongDae?- le pregunté haciéndome el ofendido y él se giró para mirarme con una mueca en su cara.
   -Extrañamente tú no me desagradas.

-oooOOOooo-

   -Esto… YiXing…- murmuré sintiéndome por distraerlo de su interesante lectura de un libro sobre la composición de las células, pero necesitaba hacer algo para distraerme o me volvería loco por no tener la presencia de SeHun a mi lado.
   -¿Sí?- me preguntó mirándome por encima de sus gafas de pasta.
   -¿Te importaría ayudarme con una cosa?- él asintió y puso un señalador en su libro para después dejarlo sobre el escritorio.
   -Tú dirás.
   -¿Podrías cronometrarme mientras hago un cubo de Rubbik?- le pregunté y él se quedó muy pillado.
   -¿Me estás tomando el pelo?- negué con la cabeza.
   -No… es sólo que… necesito distraerme para dejar de pensar en SeHun… y haciendo esto un rato me despejaré- le dije y la mirada que me echaba se suavizó.
   -Está bien- dijo cogiendo su móvil- cuando quieras- agarré el cubo.
   -Ya.

-oooOOOooo-

   -¿Qué?- oí preguntar a ChanYeol al teléfono- no a ver, repítelo- se quedó unos momentos en silencio.
   -Yo también quiero escuchar- murmuré y él me miró como pidiéndome disculpas.
   -Espera, JongIn, pongo el manos libres para que BaekHyun pueda escucharte también- se quitó el teléfono de la oreja y le dio al manos libre- habla ahora.
   -Lo que te decía es que Hunnie esta mañana ha levantado un viento muy fuerte cuando se ha cabreado conmigo- contó y yo miré a mi amigo, preocupado- lo conseguí calmar, pero no sé si pueda seguir así, separado de LuHan.
   -¿Qué propones?- le pregunté.
   -Quedamos con LuHan en que se verían cada dos semanas, pero parece no poder aguantarlo y puede ser peligroso… no sé qué hacer- contestó y yo iba a proponerle algo, pero volvió a hablar- oh, ahí viene, os dejo, ya hablamos de esto otro día- y colgó.
   -JongIn es un desastre cuidando de SeHun- escuché que murmuraba ChanYeol.
   -SeHun no es un niño, puede cuidarse solo- le contesté cansado.
   -Si no fuera un niño no desataría sus poderes sólo por capricho- me dijo cruzándose de brazos y deteniéndose en mitad de la acera, obstaculizando el paso de la gente.
   -No lo hace por capricho- dije llevándolo hasta la pared del edificio, apartándolo del camino de las personas.
   -¿Entonces?
   -Mira, ha tenido que alejarse de su novio por no se sabe cuánto tiempo- le contesté- es normal que esté susceptible y que le pase eso.
   -A mí no me pasaría eso- comentó echando a andar de nuevo.
   -¿Si te separaran de mí no estarías igual que SeHun? ¿No me echarías de menos como él a LuHan?- le pregunté sin poderme contener y él se paró y giró a mirarme.
   -Tú y yo no somos novios, BaekHyun- su contestación hizo que algo dentro de mi pecho se comprimiera- no pongas ese ejemplo- y echó a andar otra vez, dejándome atrás. Cogí aire bruscamente y luego lo seguí.
   -Yo sí te echaría de menos- le susurré antes de adelantarlo y casi corriendo, me metí en su casa, en la que ahora vivía yo también, por lo que no pude ver la expresión que puso.

-oooOOOooo-

   Me quedé de piedra al oír a BaekHyun decir esas palabras, porque sinceramente, eran las que yo quería haber dicho, pero que no me atreví a decir. Suspiré y luego crucé la valla hasta entrar en casa, por la puerta abierta que él había dejado.

   Me dirigí a la habitación que antes era de mi hermana y que ahora ocupaba BaekHyun, y sin llamar, directamente me colé, encontrándomelo sobre la cama, jugueteando con su móvil con una notable expresión de enfado en su rostro. Me sentí culpable.

   -BaekHyunnie…
   -No me hables, señor sin sentimientos- me contestó y yo resoplé acercándome a él.
   -Sí que tengo sentimientos- me senté en la cama, cerca de él y lo agarré por la nuca para darle un beso en la frente- eres muy importante para mí…- dudé al decir lo siguiente, pero al final lo dije- y te quiero- después, salí corriendo de la habitación y me metí en la mía, con mi cara ardiendo de vergüenza.






2 comentarios:

  1. Por San Krisus y la virgen DongHae me dan escalofrios cada vez que leo esto y quiero rodar por el piso lol.
    BAEKYOL!

    al fin n_n

    Son tan lindos, con un carajo!

    Ya me calmé lol n_n

    Sehun es un niño caprichoso y Lay me da risa.

    Tengo una duda: quien era el que no le iba a hablar a Kris?

    Estoy medio confundida .-.

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    1. LOL En serio?? Así??
      Jajaaj Sí, muy lindos
      Claro, mi SeHunnie es un bebé... si ya lo dice él siempre que puede ^^
      Lay?? Por qué??
      Ahh... ese es SuHo, que trabaja con él
      Si tienes alguna duda más, sólo pregunta

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