Capítulo 2
Te Echo de Menos
Se acababan de ir todos de mi casa y por fin
nos quedábamos solos BaekHyun y yo. Algo de tranquilidad después de todo el
ajetreo con la mudanza de mi amigo y todo lo de los poderes. Estábamos en la
cocina, mirando fijamente cómo en el microondas se hacían las palomitas, sin
decir ni mu, aunque yo tenía mucho que decir.
Desde el día en el que volvimos de la fiesta
y se me enganchó a besarme, y después de decirme aquellas palabras, era como
que no veía de la misma manera a mi amigo. A ver, seguía viéndolo como mi mejor
amigo, como la persona con la que lo he compartido todo, pero, me sentía
extrañamente bien al tenerlo revoloteando a mi alrededor, y eso no podía ser
bueno, ¿no?
El sonido del microondas me sacó de mis
pensamientos y cogí la bolsa, quemándome los dedos al hacerlo, para echar las
palomitas a un bol de plástico de propaganda del Telepizza. Le sonreí a
BaekHyun, que me miraba con una expresión extraña y luego, los dos nos
dirigimos al salón, a ver “La Mujer de
Negro”. Nos sentamos, y nada más comenzar la película, BaekHyun se echó
sobre mí en busca de protección y yo lo abracé.
-Miedica…- murmuré y él me pegó, siempre
había sido un violento, pero yo me eché a reír y segundos después, cuando en la
película comenzó lo de miedo, ya lo tenía de nuevo sobre mí, temblando-
tranquilo… yo te protegeré…
-oooOOOooo-
-¿Tan importante era estar con tu amigo como
para llegar tarde a la reunión?- escuché preguntar a Kevin mientras entraba a
mi habitación, ahora compartida con LuHan.
-Estábamos comprando algunas cosas que
necesitaba y se nos hizo más tarde de lo previsto- le dije mientras me giraba-
¿celoso?- él alzó una ceja, incrédulo.
-Ya quisieras tú- murmuró yendo hacia mí y
luego me besó salvajemente los labios.
-oooOOOooo-
Me levanté aquella mañana sin ninguna gana
de ir a trabajar. Normalmente, aunque Kevin fuera un sieso conmigo, todavía se
le podía hablar y hacer tonterías para llamar su atención. Ahora… ahora tenía
que hacer como que lo odiaba a muerte. Aquello me iba a resultar muy duro, a mí
no me gustaba estar enemistado con las personas, así que, siempre intentaba
arreglar todos mis problemas, pero éste problema, sólo se solucionaría si hacía
cómo que odiaba a Kevin.
Salí de mi casa y me dirigí hacia el Burger.
Cuando llegué, él ya estaba allí, junto a Tao. Mi primer impulso fue acercarme,
pero luego me recompuse y pasé por su lado sin mirarlos ni saludarlos. Me sentí
fatal por hacer eso y cuando estuve solo en la sala dónde nos cambiábamos de
ropa, suspiré y me dejé caer sobre mi taquilla.
-Y sólo es el primer día…- murmuré.
-oooOOOooo-
-Hunnie… despierta…- escuché decir a la voz
de JongIn, pero no le hice caso, simplemente me arrebujé más en las sábanas-
oh… vamos…- sentí un peso en mi cama y supe que se había sentado- no puedes
faltar a clase o tus padres me matarán…
-Pero no quiero ir…- fue lo que dije.
-No puedes abandonarte, Hunnie… además,
piensa que éste fin de semana haremos algo para que os podáis ver- por su voz,
parecía emocionado, yo también debería estarlo, pero llevaba dos semanas sin
verlo, y eso era mucho tiempo.
-Déjame, Kim JongIn.
-Cómo no salgas de la cama por las buenas,
te saco yo por las malas- amenazó y yo me destapé rápidamente, muy cabreado
porque no me dejaba en paz.
-Vete y déjame- siseé mientras notaba cómo
un cosquilleo se extendía por mis nervios.
-Hunnie…
-¡Qué me dejes!- grité y en ese momento,
fuera de la habitación de la Residencia, comenzó a correr un viento huracanado.
JongIn me miró fijamente y eso sólo hizo que perdiera aún más el control,
haciendo que el viento afuera se volviera más fuerte.
-Hunnie…- susurró acercándose lentamente a
mí- cálmate…
-¡NO!- grité y las lágrimas comenzaron a
caer de mis ojos.
-Hunnie…
-No- se acercó y comenzó a secar las
lágrimas de mis ojos mientras me acunaba en su pecho.
-Vamos… Hunnie… lo siento… pero debes
calmarte… o harás volar el tejado de la Residencia… y te recuerdo que estamos
en la última planta…- eso me hizo sonreír y el viento dejó de soplar- buf…- lo
oí suspirar- debes calmar ese carácter tuyo, pequeño… no debes dejar que la
desesperación te domine y lo mejor que puedes hacer para hacer la espera más
llevadera es entretenerte con otra cosa- lo miré mal mientras me secaba algunas
lágrimas- no me mires así y arréglate, que llegamos tarde a clase.
-oooOOOooo-
Estaba sentado en una de las mesas del
Burger, mirando mi móvil sin nada qué hacer, cuando de repente, noté una mano
en mi hombro e hice un movimiento defensivo de wushu, que fue esquivado por la
otra persona. Me giré y me topé con su radiante sonrisa.
-Victoria- dije.
-¿Quién sino?- contestó ella haciendo su
sonrisa más amplia- por cierto, enano desagradecido- dijo poniendo una
expresión dolida- no me llamas, no me mandas mensajes, ni me dices cómo te va.
-Tú tampoco haces nada de eso- le respondí
indignándome.
-Ya… pero ése es el deber de un hombre en
una relación- contestó y yo levanté una ceja.
-¿Acaso estamos saliendo y no me he
enterado?- le pregunté y ella simplemente dejó su expresión dolida y sonrió.
-No, pequeño- murmuró- pero podrías por lo
menos preocuparte por tu amiga del alma.
-Lo mismo va para ti- contesté- y viendo
cómo te has zafado de mi movimiento defensivo, no creo que deba preocuparme por
ti- ella me miró inflando sus mejillas como si fuera un hámster, y luego bufó.
-Bah, dejémoslo aquí- dijo y se hizo a un
lado, dejándome ver que venía acompañada por una chica de pelo castaño y con
mechas de colores- ella es Sulli, una amiga mía.
-Encantado de conocerte, yo soy Tao- me
presenté y ella inclinó su cabeza, avergonzada.
-A partir de ahora la verás mucho conmigo
por aquí- dijo Victoria.
-¿Y eso?- pregunté interesado.
-Secreto profesional- contestó ella
guiñándome, y con una sonrisa, se alejó tirando de su amiga. Victoria definitivamente
estaba loca, muy loca.
-oooOOOooo-
Estaba dando vueltas entre las estanterías
de la Biblioteca de mi Facultad, buscando el puñetero libro que necesitaba para
la clase del día siguiente, ya que un profesor había llegado pisando fuerte y
desde el primer momento nos estaba dando caña. Giré en un pasillo y me topé de
frente con otra persona.
-Lo siento…- murmuré, y me quedé de piedra
al ver con quien me había chocado.
Era KyungSoo, uno de los chicos que tenía
poderes. Intenté decir algo, pero sólo me salió un balbuceo y él, sonrió y
luego se giró para ir hacia el otro lado. Me quedé unos momentos pillado, hasta
que noté una mano en mi hombro y una voz en mi oído.
-Ya tengo tu libro, Minnie- me lo mostró, y
sí, era mi libro- ahora vayámonos, odio estar rodeado de cosas de Letras.
-Yo soy de Letras, ¿también odias estar a mi
lado, JongDae?- le pregunté haciéndome el ofendido y él se giró para mirarme
con una mueca en su cara.
-Extrañamente tú no me desagradas.
-oooOOOooo-
-Esto… YiXing…- murmuré sintiéndome por
distraerlo de su interesante lectura de un libro sobre la composición de las
células, pero necesitaba hacer algo para distraerme o me volvería loco por no
tener la presencia de SeHun a mi lado.
-¿Sí?- me preguntó mirándome por encima de
sus gafas de pasta.
-¿Te importaría ayudarme con una cosa?- él
asintió y puso un señalador en su libro para después dejarlo sobre el
escritorio.
-Tú dirás.
-¿Podrías cronometrarme mientras hago un
cubo de Rubbik?- le pregunté y él se quedó muy pillado.
-¿Me estás tomando el pelo?- negué con la
cabeza.
-No… es sólo que… necesito distraerme para
dejar de pensar en SeHun… y haciendo esto un rato me despejaré- le dije y la
mirada que me echaba se suavizó.
-Está bien- dijo cogiendo su móvil- cuando
quieras- agarré el cubo.
-Ya.
-oooOOOooo-
-¿Qué?- oí preguntar a ChanYeol al teléfono-
no a ver, repítelo- se quedó unos momentos en silencio.
-Yo también quiero escuchar- murmuré y él me
miró como pidiéndome disculpas.
-Espera, JongIn, pongo el manos libres para
que BaekHyun pueda escucharte también- se quitó el teléfono de la oreja y le
dio al manos libre- habla ahora.
-Lo que te decía es que Hunnie esta mañana
ha levantado un viento muy fuerte cuando se ha cabreado conmigo- contó y yo
miré a mi amigo, preocupado- lo conseguí calmar, pero no sé si pueda seguir
así, separado de LuHan.
-¿Qué propones?- le pregunté.
-Quedamos con LuHan en que se verían cada
dos semanas, pero parece no poder aguantarlo y puede ser peligroso… no sé qué
hacer- contestó y yo iba a proponerle algo, pero volvió a hablar- oh, ahí
viene, os dejo, ya hablamos de esto otro día- y colgó.
-JongIn es un desastre cuidando de SeHun-
escuché que murmuraba ChanYeol.
-SeHun no es un niño, puede cuidarse solo-
le contesté cansado.
-Si no fuera un niño no desataría sus
poderes sólo por capricho- me dijo cruzándose de brazos y deteniéndose en mitad
de la acera, obstaculizando el paso de la gente.
-No lo hace por capricho- dije llevándolo
hasta la pared del edificio, apartándolo del camino de las personas.
-¿Entonces?
-Mira, ha tenido que alejarse de su novio
por no se sabe cuánto tiempo- le contesté- es normal que esté susceptible y que
le pase eso.
-A mí no me pasaría eso- comentó echando a
andar de nuevo.
-¿Si te separaran de mí no estarías igual
que SeHun? ¿No me echarías de menos como él a LuHan?- le pregunté sin poderme
contener y él se paró y giró a mirarme.
-Tú y yo no somos novios, BaekHyun- su
contestación hizo que algo dentro de mi pecho se comprimiera- no pongas ese
ejemplo- y echó a andar otra vez, dejándome atrás. Cogí aire bruscamente y
luego lo seguí.
-Yo sí te echaría de menos- le susurré antes
de adelantarlo y casi corriendo, me metí en su casa, en la que ahora vivía yo
también, por lo que no pude ver la expresión que puso.
-oooOOOooo-
Me
quedé de piedra al oír a BaekHyun decir esas palabras, porque sinceramente,
eran las que yo quería haber dicho, pero que no me atreví a decir. Suspiré y
luego crucé la valla hasta entrar en casa, por la puerta abierta que él había
dejado.
Me dirigí a la habitación que antes era de
mi hermana y que ahora ocupaba BaekHyun, y sin llamar, directamente me colé,
encontrándomelo sobre la cama, jugueteando con su móvil con una notable
expresión de enfado en su rostro. Me sentí culpable.
-BaekHyunnie…
-No me hables, señor sin sentimientos- me
contestó y yo resoplé acercándome a él.
-Sí que tengo sentimientos- me senté en la
cama, cerca de él y lo agarré por la nuca para darle un beso en la frente- eres
muy importante para mí…- dudé al decir lo siguiente, pero al final lo dije- y
te quiero- después, salí corriendo de la habitación y me metí en la mía, con mi
cara ardiendo de vergüenza.
Por San Krisus y la virgen DongHae me dan escalofrios cada vez que leo esto y quiero rodar por el piso lol.
ResponderEliminarBAEKYOL!
al fin n_n
Son tan lindos, con un carajo!
Ya me calmé lol n_n
Sehun es un niño caprichoso y Lay me da risa.
Tengo una duda: quien era el que no le iba a hablar a Kris?
Estoy medio confundida .-.
LOL En serio?? Así??
EliminarJajaaj Sí, muy lindos
Claro, mi SeHunnie es un bebé... si ya lo dice él siempre que puede ^^
Lay?? Por qué??
Ahh... ese es SuHo, que trabaja con él
Si tienes alguna duda más, sólo pregunta