martes, 16 de julio de 2013

It Hurts


It Hurts

   Duele. Duele bastante estar separado de la persona con la que estás saliendo. Duele el no poder verlo todos los días. Duele solo hablar con él por Kakao cuando ninguno de los dos tenga algo en la agenda y estemos libres. Duele verlo solo un par de días cada dos o tres meses. Duele no poder lanzarme a besar sus labios a no ser que estemos completamente solos. Duele no poder contar a nadie nuestra relación. Duele no poder explicar a ninguno de mis compañeros por qué lloro desconsoladamente cada noche. Duele no estar a su lado. Duele tomar esta decisión, pero es la única que hará que deje de doler…

   -Tao… sabes… lo que voy… a decir… ¿verdad?- pregunté y él asintió- sabes… que es lo… mejor… ¿no?
   -Lo sé…- contestó- pero… aun así… duele… sigue doliendo… duele mucho…- sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y yo me acerqué a él para besárselas y atrapar así aquel líquido salado.
   -Sé que duele… a mí también me duele…- dije- sé que esto nos destrozará… pero lo hará rápido…- me puse de puntillas y le bajé la cabeza para poder darle un beso en la frente- la otra manera… nos destrozará lentamente y al final… terminaremos mucho peor…- comenté- al final, la incertidumbre, los celos, las lágrimas, la opresión en el pecho… harán que el amor que ahora sentimos se transforme en un odio que ninguno de los dos queremos… y por nuestro bien… y el de los demás… esto debe acabar…
   -Lo sé…- susurró- lo entiendo… pero te quiero tanto… BaekHyun… te quiero tanto…
   -Y yo a ti también te quiero…- nos miramos a los ojos unos momentos justo antes de besarnos de una manera desesperada, demandante y casi demente- quiero… sentirte… por última vez…- murmuré contra sus labios.
   -Yo también…

   Esa noche hicimos el amor de una manera que rompió mi corazón en mil pedazos. Nunca había sido tan perfecto, tan dulce y tan amargo a la vez. Nunca lo habíamos hecho tantas veces. Nunca se había sentido tan bien. Nunca había sido igual. Claro que… nunca había sido la última vez.

   Cuando desperté por la mañana, encontré mi cama vacía, pero en la habitación había otra persona, ChanYeol, mi compañero de cuarto y de grupo. Lo vi acercarse y colocar una mano en mi mejilla. En ese momento, comencé a verlo borroso y supe que había comenzado a llorar de nuevo.

   -¿Por qué lloras, Baek?- preguntó y yo negué con la cabeza- por favor, dímelo- pidió- me siento impotente al ver a mi mejor amigo llorar y no saber el motivo por el que se siente tan mal como para derramar tantas lágrimas- comentó- me duele que llores y no pueda hacer nada para hacerte sentir mejor…- sonreí tristemente por sus palabras.
   -Tu presencia hace que me sienta mejor…- murmuré- y además… mañana estaré mejor… a partir de mañana no volveré a derramar otra lágrima por esto…
   -Baek…
   -Sólo déjame desahogarme hoy todo el día- me miró unos momentos y luego suspiró.
   -Está bien… ¿necesitas algo?- preguntó y yo asentí.
   -Abrázame…- y él me abrazó hasta que dejó de doler.



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