Can You Keep a Secret?

Can You Keep a Secret?

            BaekHyun regresó al apartamento que compartía con sus demás compañers de grupo después de pasar una tarde de compras con YiFan y ZiTao. Había disfrutado de lo lindo viendo al menor pedirle a un inexpresivo YiFan que le comprara todo tipo de prendas, se notaba a la legua que no quería estar allí y que prefería haber ido a jugar con YiXing al baloncesto, o en su defecto, haberse quedado en casa con KyungSoo  —aunque este había dejado bien claro que quería estar solo—. Finalmente el mayor había acabado comprándole un par de zapatos nuevos y un suéter que hasta a mí me parecía demasiado femenino, pero del que ZiTao se había encaprichado. Después habían llamado a YiXing para localizarlo e irse con él a jugar, por eso él había vuelto solo.

            El chico se quitó los auriculares de las orejas y apagó su reproductor, guardándolo en el bolsillo de la chaqueta que luego se quitó y dejó en el perchero de la entrada, junto a la gorra y la bufanda que había utilizado ese día para cubrirse del objetivo de las cámaras de las fans que pudieran verlos, no se había maquillado y su cara era un horror. Dejó sus zapatos del sitio del que los había sacado hacía algunas horas y luego fue hacia el salón.

            Se sorprendió al no encontrar a KyungSoo allí, pero dedujo que debía estar en su habitación, así que se le ocurrió la gran idea de hacerle saber que había vuelto entrando en el lugar repentinamente, asustándolo así. La cara que pondría el menor sería todo un poema y seguro que gritaba. BaekHyun comenzó a reírse internamente a la vez que cogía del bolsillo trasero de sus vaqueros ajustados su teléfono móvil para inmortalizar el momento.

            Con sigilo se dirigió a la habitación del chico, dando pequeños pasos y con un cuidado infinito. En unos segundos ya estaba frente a la puerta del cuarto que el otro compartía con LuHan y SeHun. Inspiró hondo y presionó el botón de grabar de su móvil, colocándolo en alto, frente a sí, después, abrió la puerta con un rápido movimiento y entró a la habitación como un tornado, gritando tonterías ininteligibles, pero se quedó paralizado al ver la escena que tenía justo delante.

            Frente a él se encontraba Do KyungSoo, su compañero de grupo, el chico tímido y algo asustadizo, poco hablador y que cuando pegaba dejaba marca porque sabía dar en los lugares en los que más dolía y con una técnica implacable, desnudo, sobre la cama con una mano apretando su miembro y la otra agarrando el póster de BaekHyun de Growl. Sus ojos casi redondos y nublados por el placer estaban abiertos al máximo, al igual que su boca, de la que no salía ningún sonido, en contra de lo que BaekHyun había pensado en un primer momento, cuando se le ocurrió la maldita idea de asustar al menor. Ahora estaba traumatizado —y no porque lo hubiera visto desnudo, ver el cuerpo de un hombre desnudo ya no lo asustaba, estaba harto de ver a ZiTao pasearse en bolas por el apartamento cuando se olvidaba la toalla. No, era porque lo había pillado masturbándose, masturbándose con un póster suyo—.

            —Yo… —comenzó, pero las palabras no parecían querer salir de su boca. Hizo algunos gestos con la mano en la que aún tenía su teléfono y luego, lentamente, caminó hacia atrás, tirando de la puerta hasta que la cerró.

            En cuanto salió de la habitación, se recargó contra la puerta y se dejó caer contra el suelo. Jamás se lo hubiera imaginado y, aunque sabía que como todos, debía tener necesidades y al no poder estar con ninguna mujer para no crear escándalo entre las fans —más con lo obsesivas que eran algunas de ellas—, tenía que apañarse con su mano. Sin embargo, BaekHyun nunca pensó que vería aquello.

            Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando recordó la escena anterior y, en ese momento, se dio cuenta de que su móvil seguía grabando. Rápidamente lo detuvo y después, con curiosidad, le dio a reproducir, quitándole el sonido. La habitación no estaba muy bien iluminada, pero aun así se podía ver perfectamente la escena y BaekHyun se mordió el labio inferior antes de parar de verlo, decidiendo lo que hacer con él.

            Si lo guardaba, podría verlo alguno de los miembros cuando le cogieran el móvil sin permiso; si lo borraba inmediatamente, no podría volver a verlo.

            Finalmente decidió que la mejor opción era la segunda, aunque esta le provocara un sentimiento que no supo identificar cuando pulsó borrar y le dio al sí en la confirmación. Después de esto quiso levantarse del suelo, pero sus piernas parecían no querer responderle, así que se quedó sentado en aquel lugar hasta que dejó de notar la sujeción en su espalda y cayó de espaldas. Iba a comenzar a protestar, pero vio a KyungSoo —ahora ya vestido—, y su boca se cerró sola.

            —Siento que hayas… Visto eso… Yo… —murmuró el chico. BaekHyun se apresuró a levantarse del suelo para dejar de mirarlo desde abajo, encontrando en primer plano su… Entrepierna… Y verlo de forma correcta.

            —No… Yo… No debería haber entrado de esa forma a la habitación —se rascó la nuca de forma nerviosa—. Lo siento —KyungSoo asintió y esbozó una pequeña sonrisa al tiempo que sus hombros se destensaban.

            —BaekHyun… Tú… ¿Puedes guardar un secreto? —preguntó.

            —Claro.

            —Entonces que esto quede entre nosotros —comentó mirando fijamente a BaekHyun.

            —No diré nada —contestó.

            —¿Seguirás siendo mi amigo?

            —Sí.

            —Gracias…

            El chico tomó el pomo de la puerta y comenzó a tirar de ella para cerrarla y aislarse del mundo hasta que regresaran los demás. Sin saber por qué, BaekHyun colocó el pie en el vano de la puerta para que no se pudiera cerrar y, haciendo un poco de fuerza, ingresó de nuevo a la habitación, guiando a KyungSoo hasta la cama en la que momentos antes lo había encontrado masturbándose.

            Se estaba moviendo por un impulso que no sabía de dónde salía y que no podía controlar.

            Tomó al menor del mentón y acercó sus rostros, dejándolos a milímetros durante un segundo antes de cruzar la escasa distancia para besar los labios del otro como si estos fueran el agua de un oasis en el desierto y él llevara vagando demasiados días. El beso fue correspondido con la misma intensidad y, solo cuando el aire se hizo necesario para respirar, se separaron, mirándose a los ojos con una mezcla de vergüenza y deseo que combinaban de una manera exquisita. Los corazones latían a un ritmo demasiado rápido y la respiración estaba agitada, como cuando acababan alguna actuación.

            —¿Puedes guardarme tú otro secreto? —preguntó BaekHyun sobre los labios de KyungSoo. Este asintió, haciendo que los labios se rozaran de nuevo—. Quiero que la próxima vez te corras delante de mí y no de mi póster.