domingo, 9 de febrero de 2014

Dead or Alive: The Misconceptions of Time

Capítulo 3
Beautiful Boy

            ZiTao tenía miedo. Nunca antes había tenido tanto miedo como en aquellos momentos. SeHun estaba desapareciendo frente a sus ojos y él no podía evitarlo. Cada vez que se acercaba un paso hasta él, su piel iba perdiendo una tonalidad y ya podía ver a través de su cuerpo el muro que estaba tras él.

            El chico se acercó rápidamente, antes de que el otro pudiera desvanecerse del todo y lo tomó entre sus brazos fuertemente. Segundos después, dejaba de notar el cuerpo que apretaba y al abrir los ojos lo único que pudo ver fue vacío.

            En ese momento, gritó.


            ZiTao se despertó debido a su propio grito y miró en todas las direcciones, buscando a SeHun. Estaba en su cuarto, pero el otro no, así que salió corriendo de la habitación y justo cuando iba a bajar las escaleras lo vio al pie de estas, dispuesto a subir.

            El moreno suspiró aliviado y bajó rápidamente hasta quedar a un par de escalones de SeHun. Alzó su mano y acarició su rostro levemente, sintiendo que aún era sólido, a pesar de haber perdido alguna tonalidad. El chico volvió a suspirar, con la mano sobre la mejilla del castaño.

            —¿Qué ha pasado, Tao? —preguntó el fantasma.
            —Soñé que te desvanecías de pronto —murmuró con voz ronca—. Eso no puede suceder, tengo que ayudarte antes de que te desvanezcas —SeHun sonrió levemente.
            —Gracias —contestó—. No me voy a desvanecer hasta que no me des la orden de que lo haga —tomó la mano de ZiTao entre las suyas y la apretó—. Vuelve a la cama, tienes que descansar, mañana tienes que ir al instituto.
            —No creo que pueda volver a conciliar el sueño —comentó.
            —Entonces subiré contigo y apretaré tu mano para que sientas que sigo aquí hasta que te quedes dormido —dijo. ZiTao negó.
            —No hace falta…
            —A mí no me importa. Vamos —el chico comenzó a subir las escaleras, tirando del moreno hasta llegar a la habitación de este. Luego lo tumbó en la cama y le sonrió—. Descansa.

            Al principio, ZiTao se negó a cerrar los ojos, pero poco a poco comenzó a quedarse dormido. En cuanto su respiración se hizo pausada, SeHun supo que se había quedado dormido.

            El chico llevaba unas semanas muy preocupado por él, porque no sabía exactamente qué era lo que le pasaba y estaba constantemente en tensión, además, le estaba afectando al sueño, por lo que SeHun, ya que era culpa suya, quería ayudar en todo lo que pudiera, y si notando su presencia mientras dormía podía ayudarlo, no lo soltaría.

            SeHun sonrió levemente y le apartó un mechón de pelo del rostro a ZiTao. Su sonrisa se hizo más amplia al escuchar, cuando el otro se removió, pronunciar su nombre.

☆☆☆

            A la mañana siguiente, nada más salir de casa, se encontraron con JongIn esperándolos en la esquina, como siempre. ZiTao se dirigió hacia él, seguido de cerca de SeHun.

            —Buenos días —saludó ZiTao, pero el otro no contestó a sus palabras. Rápidamente llevó la mano al rostro del chico y acarició las oscuras ojeras de este, de un color más violáceo que el habitual.
            —¿No has dormido bien? —preguntó preocupado.
            —No mucho, la verdad.
            —¿Ha pasado algo?
            —No. Solo tengo demasiadas cosas en la cabeza —contestó el chico esbozando una sonrisa para que JongIn no se preocupara—. Seguro que esta noche duermo como un bebé.
            —¿Es por el fantasma ese? —cuestionó con los ojos entrecerrados el chico.
            —Nada que ver. No te preocupes —mintió—. Además, se llama SeHun, ya te lo he dicho.
            —Me da igual como se llame —replicó—. No me gusta que estés todo el día con él, ya no te relacionas con tus amigos, ya no pasas tiempo conmigo y cada vez que quiero acercarme a ti tengo que acosarte porque si no me alejas.
            —JongIn… Basta…
            —¿Lo ves? Siempre haces lo mismo.
            —Es mi trabajo ayudar a las almas perdidas —contestó seriamente—. Para ti parecerá una nimiedad pero mi familia lleva haciéndolo desde hace generaciones y esto es algo que no se puede dejar en un segundo plano —JongIn se mordió el labio inferior, arrepentido—. Lo siento si para ti supone otra cosa, pero no lo puedo dejar a medias —se volvió hacia SeHun, que los observaba tímidamente desde lejos y con disculpa en su mirada—. No te sientas mal, SeHun —le hizo un gesto para que se acercara—. Vamos al instituto o llegaremos tarde.

            ZiTao echó a andar y tras unos segundos de vacilación, SeHun lo siguió. JongIn no lo hizo hasta que reaccionó del todo. En ese momento se acercó corriendo al moreno y le dio un abrazo por la espalda.

            —Lo siento —susurró.
            —No pasa nada.
            —Sí pasa —replicó el otro—. A partir de ahora me portaré bien y no haré ni diré nada que pueda molestarte. Te dejaré hacer bien tu trabajo.
            —Gracias —ZiTao se deshizo de su abrazo y miró a un lado y otro de la calle antes de darle un pequeño beso en la mejilla. Luego echó a andar de nuevo en dirección al instituto. Ese día llegarían tarde a clase si no aceleraban.

☆☆☆

            Cuando se montaron esa tarde en el metro, SeHun se tensó, alertando a ZiTao, que miró en la dirección en la que este estaba completamente enfocado. No vio absolutamente nada y era unos centímetros más alto que el chico, así que el otro tampoco podía estar viendo nada.

            El castaño dio el paso para correr en aquella dirección, pero ZiTao lo retuvo. El fantasma se volvió hacia él con pánico en su rostro y el moreno aprovechó que el vagón iba tan lleno que nadie podría darse cuenta de nada y abrazó fuertemente al otro para poder susurrarle con seguridad:

            —¿Qué has visto?
            —A él.
            —No había nadie allí como la persona que me has descrito —contestó ZiTao.
            —Pero lo he visto… —murmuró haciendo pucheros.
            —Tranquilo, tranquilo —el moreno lo acunó entre sus brazos—. Antes de que salgas corriendo tengo que averiguar por qué lo ves —el chico asintió—. Déjamelo a mí.
            —Está bien.

            En cuanto se bajaron en la estación, ZiTao sacó su móvil del bolsillo y, con disimulo, le mandó un mensaje a su madre. “¿Es normal que SeHun vea a la única persona que recuerda en casi cada lugar?” Segundos después llegaba la respuesta que más temía. “No”.

            Esa noche, SeHun subió a la habitación de ZiTao y llamó débilmente a la puerta con sus nudillos. El chico le abrió la puerta segundos después, con su pijama, preparado para dormir.

            —¿Qué pasa, SeHun? —preguntó sorprendido de verlo allí.
            —Tengo miedo —contestó. El moreno lo hizo pasar a su habitación y lo sentó en la cama, luego se sentó a su lado.
            —¿De qué tienes miedo?
            —¿Y si después de todo desaparezco sin dejar rastro? —cuestionó con voz ronca—. Me he dado cuenta de que cada vez soy menos opaco —ZiTao se tensó al oír aquello—. Además, tú soñaste que lo haría.
            —Que yo sueñe con ello no quiere decir que vaya a pasar —respondió mirándolo fijamente a los ojos—. Te ayudaré, buscaré hasta la saciedad porqué eres tan distinto a todos los demás y te daré respuestas, pero no tengas miedo —le pasó el brazo por los hombros—, si lo tienes te volverás transparente.

            Cuando esa mañana había despertado después de la pesadilla había hablado con su madre sobre aquello, mientras se vestía para ir al instituto. Ella le había respondido que cuánto más miedo y más inquietud sufriera SeHun iba a ser peor.

            —No quiero eso.
            —Entonces no tengas miedo. No te dejaré desaparecer —ZiTao le dedicó una sonrisa y segundos después el otro la correspondió.
            —¿Puedo quedarme aquí?
            —Claro.

            El moreno se levantó de la cama para deshacerla y SeHun lo ayudó, luego se metió en ella, llamando con la mano al otro para que entrara también. El castaño, al principio se negó, pero ante la insistencia de ZiTao acabó entrando y arropándose con las sábanas aunque no sentía frío, tampoco podía dormir, así que no sabía qué hacía allí tumbado. Su idea era poder agarrar la mano del otro mientras dormir para sentir que no iba a desaparecer, que tenía algo que lo anclaba.

            —Buenas noches —murmuró ZiTao, cerrando sus ojos con una pequeña sonrisa en sus labios.

☆☆☆

            Los días pasaron exactamente igual que aquel. Por las mañanas iban al instituto, por la tarde a la cafetería y por la noche dormían juntos, bueno, ZiTao dormía y SeHun se dedicaba a observar las expresiones de este al dormir, ya que eran de lo más curiosas. Tampoco faltaba en su rutina que casi todos los días SeHun asegurase haber visto al chico de sus recuerdos en cualquier lugar.

            ZiTao estaba desesperado. Quería saber qué era aquello que diferenciaba a SeHun de los demás, quería poder ayudarlo y así apaciguar el alma del chico, así que por eso le había pedido a su madre que le mandara algunos de los libros de la familia en los que ella todavía no había buscado.

            Por este motivo, el sábado por la tarde se quedaron en casa y no fueron a la cafetería de siempre, estaban esperando la entrega.

            Veían la televisión sin mucho más que hacer, ya que ZiTao había terminado todo lo que le habían mandado ese día y hasta que no llegara el paquete, no tendrían trabajo.

            En el momento en el que se hartaron de un programa de variedades y ZiTao cambió el canal, llamaron al timbre de la puerta y salió corriendo a abrirla. Allí se encontraba el cartero, acarreando una gran caja de cartón en la que se encontraban los libros. Parecía pesar mucho, por lo que ZiTao la agarró rápidamente.

            —¿Hwang ZiTao? —preguntó el hombre.
            —Soy yo.
            —¿Me puedes firmar aquí? —le enseñó un aparato con pantalla táctil del que colgaba un boli.
            —Un momento —dejó la caja en el suelo y luego se apresuró a firmar.
            —Gracias —dijo el hombre antes de retirarse.

            El chico cerró la puerta y tomó la caja entre sus brazos para llevarla a salón, donde lo esperaba SeHun. Una vez allí, la volvió a dejar sobre el suelo y fue a la cocina para coger las tijeras y así poder abrir los precintos que cerraban las solapas de la caja de cartón. Cuando regresó comenzó a cortar hasta que pudo abrirla y ver el interior.

            Había al menos cinco libros del tamaño de diccionarios grandes. ZiTao suspiró. Nunca le había gustado leer, así que aquello iba a ser un suplicio.

            —¿Qué es lo que hay que buscar? —preguntó SeHun cogiendo el primer libro y abriéndolo con cuidado, ya que era algo antiguo.
            —Están en chino, no creo que los entiendas —comentó. El otro volvió a dejar el libro donde estaba—. Por tu reacción supongo que no sabes chino.
            —No sé absolutamente nada de chino —contestó.
            —No pasa nada, de todas formas soy yo el que debe buscar.
            —Pero yo quería ayudar —murmuró haciendo un puchero. ZiTao sonrió.
            —No me hace falta que me ayudes —dijo—, con que estés por aquí y me traigas café de vez en cuando tengo suficiente.

            SeHun asintió y el moreno abrió el primer libro para comenzar a buscar algo que le pudiera servir de ayuda.

            Aquella noche no durmió y por eso, cuando a la mañana siguiente salieron para la cafetería, ZiTao tenía más cara de muerto que SeHun.

            Llevaban en el local al menos una hora. ZiTao ya se había bebido dos cafés para poder mantenerse despierto y tanto a SeHun como al camarero alto, empezó a preocuparles lo que le pudiera pasar al chico.

            —Deberías dejar de pedir cafés —le aconsejó el castaño—. Lo mejor es que nos vayamos a casa y descanses, haciendo lo que haces no se van a solucionar las cosas —tomó una de sus manos entre las suyas para hacer que lo mirara—. En este estado se te pueden pasar cosas importantes. Vámonos.

            ZiTao se quejó un poco y también se encabezonó en que no quería irse, pero después de que el otro le insistiera una y otra vez y que empezaran a cerrársele los ojos de forma irremediable, se dejó convencer y arrastrar por SeHun fuera del local y hasta casa.

            Esa noche sí que durmió, pero fue porque SeHun no aceptó un no por respuesta y casi lo ata a la cama para que le obedeciera.

☆☆☆

            El irritante sonido de su despertador hizo que ZiTao abriera los ojos y rápidamente buscara el aparato en su mesilla para apagarlo. Pero antes de poder moverse mucho, el sonido cesó. El chico se quedó completamente estático durante unos momentos, sorprendido. Después, lentamente se fue girando hacia el otro costado, encontrándose con un cuerpo al hacerlo. SeHun se había vuelto a quedar con él mientras dormía y ahora le sonreía encantadoramente dándole los buenos días.

            —¿Has dormido bien? —ZiTao asintió—. ¿Ves cómo era mejor hacerme caso y descansar?
            —Tenías razón.
            —Perfecto, ahora arréglate, que tenemos que ir al instituto antes de volver manos a la obra con los libros —apremió, levantándose de la cama—. Vamos —dijo una última vez antes de marcharse de la habitación.

            Durante un par de minutos, ZiTao no pudo reaccionar, todavía veía la sonrisa de SeHun a unos cuantos centímetros de sí y aun le latía acelerado el corazón.

☆☆☆

            Aquella tarde volvieron a ir a la cafetería de siempre con los libros y ZiTao, sin cafés por órdenes de SeHun, se puso a leer de nuevo a ver si podía encontrar algo que le ayudara a esclarecer lo que pasaba con el otro. De todo lo que había leído los anteriores días no le servía nada, así que esperaba tener algo de más suerte de ahora en adelante.

            —¿Qué quieres para tomar? —preguntó una voz grave que el chico, sin levantar la cabeza, reconoció como la del camarero alto.
            —Un té —contestó el chico.
            —En unos minutos estará listo —murmuró. Comenzó a retirarse, pero se detuvo de pronto, como si se estuviera decidiendo a hablar de nuevo o no. Tras unos momentos lo hizo—. Pensaba que no volverías al no venir el sábado —comentó—. Antes venía siempre un chico al que le gustaba demasiado nuestro Bubble Tea, pero un día desapareció y no ha vuelto —contó—. No querría que pasara lo mismo de nuevo —y tras decir esto, se retiró rápidamente.
            —¿A qué ha venido eso? —preguntó ZiTao, confuso.
            —A que no quiere que te largues sin decir nada —contestó el otro—. Le gustas y a JongIn también.
            —No empieces.

            SeHun hizo como si su boca fuera una cremallera y la cerró. ZiTao sonrió al verlo antes de continuar con la lectura. Minutos después le era llevado el pedido junto al famoso Bubble Tea y ya no fue molestado más en toda la tarde.

            Se enfrascó en la lectura como lo había hecho los días anteriores, pero en ese libro, no encontró absolutamente nada y ya era el segundo que acababa de revisar. Aquello no podía ser tan complicado, no podía ser tan raro un caso como el de SeHun, tenía que haber otros precedentes y seguro que en aquellos libros estaban documentados. Sin embargo, estaba pensando que quizás era imposible y que SeHun se quedaría para siempre atascado en ese lugar, con él y por extraño que fuera, aquella idea no le desagradó lo más mínimo.

            Sacudió la cabeza intentando quitarse esa idea de la mente. Lo único que debía estar pensando en esos momentos en era en ayudar al chico a regresar al lugar al que perteneciera.

            Al empezar a oscurecer, ZiTao recogió sus cosas. Se despidió del camarero alto y salió a la calle seguido de SeHun. Había comenzado a llover, por lo que sacó su paraguas de leopardo de su mochila y lo abrió para taparlos a los dos.

            —No hace falta que me tapes —dijo SeHun—. No voy a coger un resfriado por mojarme.
            —¿Pero no es molesto que te caiga la lluvia? —preguntó. El otro negó.
            —Siempre me ha gustado caminar bajo la lluvia.

            ZiTao asintió, no muy convencido. Después marcó un ritmo más rápido para llegar lo más pronto a la estación de metro y luego a casa. Tras una media hora atravesaban la puerta de entrada y el moreno dejaba el paraguas en el paragüero de la entrada para que se fuera secando.

            Con una sonrisa, se volvió hacia SeHun, pero esta inmediatamente se borró de su cara al ver al chico completamente estático, mirando a la nada con una mueca de pavor en el rostro.

            —SeHun…
            —¡LuHan! —gritó el otro alzando su mano derecha, justo antes de que sus ojos se pusieran blancos y cayera de golpe al suelo.



6 comentarios:

  1. Luhan tambien esta muerto? O puede que Sehun haya muerto por un accidente... o no! Puede estar en uno de estos comas donde la respiracio es artificial y por eso sigues viviendo? Es que es muy raro que sea un fantasma de ese tipo xd. Y luhan!? Tambien esta muerto?

    Uy, me tienes a la espectativa jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno... Muchas teorías... A ver cuál es la verdadera ^^

      Eliminar
  2. Jujuju, parece que ya empiezan a sentir cosas el uno por el otro, ya era hora -w-

    Me tienes acostumbrada a ver a Sehun como un niño pequeño y aquí se está portando de forma bastante madura. ¿Tú sabes lo que confunde eso? T_T Y duermen juntitos :3

    Pese a mi increíble imaginación, no tengo absolutamente ninguna teoría de por qué Sehun ve a Luhan si en realidad éste no está por allí. Siéntete orgullosa e.e Lo que sí he deducido es que el chico que iba a la cafetería y pedía los Bubble Tea era Sehun. ¿Verdad? ¡¿Verdad?!

    Y JongIn es un encanto, pero tengo que ser fuerte y shippear al TaoHun porque de eso va este fic en concreto Q.Q Ya llegará el momento...

    Gracias por escribir estos fics tan bonitos que me permiten distraerme un ratito entre tantos exámenes ^^

    Un abrazo de oso! (o de Kris, según se mire xD)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece, parece XD

      Bueno... Es que SeHun normalmente se comporta como un niño pequeño malcriado, pero en este fic pasa por una situación delicada y lo único que quiere es salir de ella, así que se comporta como una persona madura.

      Genial ^^ Al menos algo no habéis captado a la primera (por fin). Jup... Todo lo adivináis -.-"

      Trata de ser fuerte, en este fic el TaoHun es lo que vale XD (Ya haré otro TaoKai)

      No hay de qué, para eso estoy ^^

      Gracias por el abrazo!! (prefiero a Kris, pero al oso tampoco le hago ascos XD)

      Eliminar
  3. Hello, hello ^^

    He pensado que antes de leer el capítulo 4 lo suyo era que te comentase este, así que aquí estoy :'D

    No sé por dónde empezar D: Ha sido taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan cuqui cuando SeHun se ha quedado con Tao porque tenía una pesadilla que que que que ;;;;;;;;;;;;;;;;; Yo también quiero un SeHun que se quede a dormir conmigo cuando tenga pesadillas u//u

    SeHun tiene un trauma con LuHan (?) Que por otra parte no me extrañaría, porque yo sigo defendiendo mi teoría de que LuHan estaba con él cuando murió ò3ó Y la verdad es que, que lo vea por todas partes y que sea lo último que vea antes de desmayarse o de darle un patatús o lo que sea sólo hace que mi hipótesis se corrobore todavía más. Así que, como en todos los capítulos, ahí lo dejo (???) XD

    Me empiezo a sentir muy mal por Jongino ;w; Me da mucha cosa que él vaya detrás de Tao, preocupadísimo, intentando pasar un rato con él, y el panda esté sólo pensando en SeHun pero es que el TaoHun >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Lo dicho, encrucijada amorosa D: Además, la pena por JongIn se contrarresta cada vez que hay una escena en la que SeHun y Tao duermen juntitos u//u

    VES? TENÍA (((algo))) DE RAZÓN CON RESPECTO A KRIS JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA Sigo creyendo que lo tiene que ver o algo, porque debe haber una razón más sólida para que sea precisamente a Tao a quien le deje el bubble tea. Vamos, podría dejarle el bubble tea a cualquier persona, pero no, se lo da siempre a Tao D: Lo mismo es que era en esa mesa en la que se sentaba SeHun y por eso le recuerda a él 8( O lo mismo lo ve (???) Que ahora que lo pienso, todavía no he hecho mi cameo (?) Seguro que es Kris el que pone a Tao en mi pista (?????????????????????????????????) (paranoia because yes XD)

    El final me ha dejado tó loca 8((( ¿Los fantasmas pueden desmayarse? XD Aunque creo que LuHan tiene que tener algo que ver. Bueno, LuHan, LuHan propiamente dicho no, sino su vida, sus recuerdos de cuando estaba vivo... No sé si me explico XDDD Pero eso tiene que ser sí o sí importante >//< Tiene que pasar algo fijo en el cap 4 ò3ó (en estos momentos me alegro de que ya esté subido y pueda ir ahora corriendo a leerlo *^*)

    En fin, no sé qué más comentarte >w< A grandes rasgos está todo lo que recuerdo XD Por cierto, creo que hay una canción que le viene muy bien como banda sonora a este fic (?) Es que la estaba escuchando hace unos segundos LOL Se llama Afterlife de Avenged Sevenfold *^* Cuenta la historia de una pareja que parece que está muerta, pero el chico en realidad no lo está, y le habla a ella diciéndole que tiene que seguir con su vida, que la echará de menos, pero que no puede seguir allí ;;;;;;; Es muy boni y, aunque el grupo sea heavy, la canción no es nada bestia ni de muchos gritos >w< Y el solo de guitarra es asfdahsdfhasdfgasdfads (?) XD

    Muchas gracias por este precioso fic <333 No me cansaré nunca de decírtelo *^* Ahora voy a leer y a comentar el siguiente cap!

    Cuídate~

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué buena persona que eres, otra en tu lugar no habría comentado, se lo habría saltado para comentar solo en el siguiente... Gracias <3

      Aw~ Me alegra que te haya parecido cuqui... SeHunnie cuida de Tao ahora todas las noches para que no le pase nada malo mientras duerme ^^

      Yo creo, sinceramente, que me leéis la mente... Y bueno... JongIn... Sé que no se merece sufrir, pero es que el TaoHun es el TaoHun (?)

      Bueno... Kris es un caso para echarle de comer aparte (?)

      Y definitivamente me lees la mente XD

      Pues escucharé la canción y veré la letra a ver XD

      Besos <3

      Eliminar