domingo, 9 de febrero de 2014

Black Pearl

Black Pearl

            Dos chicos se miraban a los ojos fijamente. Cada uno estaba en una punta de la gran sala a la que habían entrado recientemente. Sus respiraciones aún no estaban normalizadas tras todo lo que habían tenido que correr para llegar allí.

            Llevaban seis meses en aquello, buscando aquel preciado objeto que ahora tenían justo a unos metros, en el centro de aquella habitación cuyo suelo se perdía de la vista de ambos, varios miles de metros más abajo. La maldita cultura que había realizado el estrecho pasillo para llegar hasta el centro había tenido muy mala leche.

            SeHun suspiró y comenzó a avanzar lentamente por la pasarela. En el oro extremo, ZiTao también comenzó a avanzar.

            Los minutos se hicieron eternos mientras intentaban avanzar y en las cabezas de ambos solo podían encontrarse los momentos que habían pasado juntos en aquella aventura antes de que descubrieran que estaban trabajando para dos personas distintas que se odiaban mutuamente y que querían aquel preciado objeto para ellos.

            Al ser cazatesoros que querían cobrar lo que les prometieron, lo único que pudieron hacer antes de separarse, fue ponerse mil y una trabas mutuamente. Pero finalmente ambos habían llegado allí.

            Los dos chicos llegaron justo a la vez a la plataforma central en la que se alzaba un altar que, dentro de una caja de madera, contenía el tan ansiado tesoro. Se miraron una vez más a los ojos antes de ir hacia él. SeHun fue más rápido y tomó la caja, pero ZiTao, con su fuerza se la arrebató.

            Forcejearon durante unos momentos, intentando quitarle la caja de las manos al otro, pero se detuvieron al escuchar una carcajada a sus espaldas. Ambos se giraron y pudieron ver a JongIn, que sonreía de lado, con el ansiado tesoro entre sus dedos: la perla negra.

            ―Habéis llegado un poco tarde, chicos ―se mofó―. Yo soy el ganador ―dijo antes de pisar una zona del suelo que hizo que la plataforma sobre la que estaban se tambaleara―. Buena suerte ―deseó con burla antes de largarse.
            ―Maldito hijo de puta ―siseó SeHun caminando hacia la pasarela.

            En ese momento, la plataforma comenzó a temblar y el chico es cuchó un grito que no podía ser más que de ZiTao. Rápidamente se giró y lo vio en el suelo, intentando agarrarse desesperadamente al borde para no caer. Sin pensar, SeHun se acercó hasta él y comenzó a tirar de su cuerpo para que volviera a descansar en la plataforma, junto a él. cuando lo consiguió, de nuevo tenía la respiración agitada.

            ―¿Por qué lo has hecho?
            ―No lo sé.
            ―Podrías haberme dejado caer… Soy tu rival, yo en tu lugar lo hubiera hecho…

            SeHun lo tomó de la nuca y se acercó a él para besarlo en los labios con fiereza.

            ―Reclámame después lo que quieras ―murmuró con una sonrisa―, pero hazlo después de que salgamos de aquí ―ZiTao sonrió antes de inclinarse sobre él y devolverle aquel beso.

            A partir de ese momento seguirían la pista de JongIn y de la perla negra, juntos.


4 comentarios:

  1. ¡¡Buscadores de tesoros!! ¡¡Cazarecompensas!! ¡¡A lo Indiana Jones!! *wwwwww*
    Eres mala, me has dejado con ganas de saber lo que pasó hasta que llegaron allí y lo que pasará después Q.Q

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    1. Sí!!! Siempre me han gustado los cazatesoros!!
      La verdad es que quiero hacer un fic largo de esto, lo que no sé es cuándo podré XD

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    2. ¡Genial! Así que pillaste mi indirecta ewe

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