miércoles, 26 de febrero de 2014

Nothing Matters

Capítulo 9
Lo Siento


            A la mañana siguiente, ShiXun se levantó al alba y tras darme un intenso beso de despedida, se fue, dejándome solo durante una semana. Me arropé con las sábanas, aun cuando hacía calor e intenté quedarme dormido de nuevo. Durante lo que me parecieron horas tuve los ojos abiertos como un búho, me había acostumbrado a abrazarlo o a que me abrazara mientras dormía, pero finalmente, el cansancio por haber pasado la noche en vela jugando con mi chico, me pasó factura y me quedé profundamente dormido.

            Cuando volví a despertar fue porque sentí unos labios sobre los míos, besándome dulcemente. Sonreí porque finalmente ShiXun no se había ido y devolví el beso sin siquiera abrir los ojos. Mi chico metió su lengua en mi boca y comenzó un beso más demandante que me dejó sin respiración. Cuando nos separamos para tomar aire, no pude evitar susurrar su nombre.

            ―Mmm… ShiXun…

            En ese instante los labios volvieron a chocar contra los míos, pero esta vez de una forma demasiado brusca, indicándome que no era la persona que yo pensaba. Rápidamente abrí mis ojos, confirmando mis sospechas de que no era mi chico quien me besaba, sino YiFan.

            Llevé mis manos hasta su pecho y comencé a empujarlo para que se apartara de mí, pero justo antes de conseguirlo, me mordió el labio inferior fuertemente, haciéndome chillar por el dolor. Me revolví en la cama para quitármelo de encima hasta que lo hice caer al suelo.

            ―¿Qué pretendes? ―pregunté, notando el sabor metálico de la sangre en mi boca. Su mordisco me había hecho una herida que tardaría en sanar.
            ―Ya te lo dije ―contestó desde el suelo―. Haré que te vuelvas a dar cuenta de que soy yo a quien quieres y aprovecharé esta semana en la que no está el niñato ese para hacerlo.
            ―Fuera de mi habitación ―siseé, mirándolo con rabia.
            ―Como quieras… pero dentro de poco suplicarás para que me quede en ella ―dijo levantándose y saliendo de la habitación.

            En cuanto la puerta se cerró, volví a embutirme en las sábanas, escondiendo mi rostro sonrojado entre ellas. Le había dicho aquello a YiFan, pero no estaba tan seguro de que no fuera a ser como él decía. Me gustaba muchísimo ShiXun y cuando estaba a mi lado todo desaparecía, pero cada vez que mi primo me atacaba de aquella manera me sentía como si estuviera vivo.

            ―¡Arhg! ―grité frustrado, peleándome con las sábanas, aunque ellas no tenían culpa de nada. La culpa la tenía yo por ser un tonto que no tenía nada claro, ni siquiera mis sentimientos.

            Cuando volví a despertar, esta vez por mí mismo, me levanté lentamente de la cama, con la cabeza dándome vueltas. Lo que YiFan había hecho antes era demasiado para mí. No sabía qué hacer. Apenas se había ido ShiXun y ya había pasado aquello. En una semana sería algo que no podría aguantar. Solo quedaban tres semanas para que se acabase ese verano, pero se me iban a hacer eternas.

           Fui al baño y me di una ducha de agua fría, para aclarar un poco mis ideas y despertarme. Al salir, me coloqué cualquier cosa que encontré por mi habitación y luego me dirigí a la cocina. Cuando entré al lugar, miré el reloj y me asusté, ya era mediodía y quedaba poco para el almuerzo, por lo que no merecía la pena desayunar.

            Bostecé, llevándome una mano a la boca. En ese momento, me di cuenta de que había una nota pegada al frigorífico, con la letra de mi primo YiXing en ella.

            “Hemos ido al centro para comprarle un regalo a mamá por su cumpleaños. No sé cuándo volveremos. La abuela te ha dejado algo de comer para cuando te despiertes, Bella Durmiente.”

            ―¿Bella Durmiente? ―susurró LuHan―. Yo no soy ninguna chica para que me diga eso.
            ―No eres ninguna chica, pero cuando duermes eres precioso.

            Al escuchar aquello, me giré rápidamente, encontrándome a YiFan dejado caer sobre el marco de la puerta, de brazos cruzados y dedicándome una sonrisa que haría a muchos ángeles caer del cielo. Parpadeé un par de veces ya que no lo esperaba allí y luego fruncí el ceño.

            ―¿No te has ido con los demás? ―pregunté.
            ―No me interesa pasar el día con ellos de compras. Nunca me han gustado las compras ―contestó.
            ―Genial… ―murmuré―. Simplemente genial.
            ―Perdóname por ser tan brusco estos días ―lo escuché decir―. Si sigo así nunca te recuperaré y eso es lo que más quiero.
            ―No me vas a… ―comencé, pero él no me dejó terminar, interrumpiéndome.
            ―He pensado que lo mejor es no forzarte a nada. Si no ocurre este verano, ocurrirá al siguiente, no debo tener prisas en esto ―dijo―. Por ahora, lo único que me gustaría es que volviéramos por lo menos a hablarnos cómodamente y a estar en una habitación juntos sin que nuestras miradas se desvíen de un lado a otro para evitarnos.
            ―YiFan…
            ―Sé que ahora estás con ShiXun y que estás feliz. Si le cuentas lo de los besos, asumiré toda la responsabilidad.
            ―¿Cómo le voy a contar que nos besamos? Somos primos ―YiFan suspiró.
            ―Agradecería mucho que no nombraras que somos primos cuando estemos juntos.
            ―¿Por qué?
            ―Solo no lo hagas.
            ―Está bien.
            ―Entonces… ¿podemos intentar llevarnos bien?

            Durante unos minutos no dije nada. Después de que durante los días anteriores, e incluso aquella mañana, estuviera buscando a toda costa recuperarme no parecía muy creíble su propuesta. Podía haber recapacitado, aunque cuando estábamos en la cama, horas antes, parecía muy seguro de sí mismo.

            ―¿Por qué dices esto ahora, después de todo lo que ha pasado?
            ―Podría decirse que tu amigo MinShuo me ha dejado algunas cosas claras ―contestó.
            ―¿Qué te ha dicho?
            ―Que te deje en paz o voy a saber lo que es no poder moverme en una semana.
            ―Me suena a él ―murmuré.
            ―Y se le hincharon las mejillas cuando lo dijo ―comentó.
            ―Bien.
            ―Entonces… ¿te parece bien?
            ―Podemos intentar llevarnos bien ―dije finalmente.
            ―Gracias.


            Cuando los abuelos regresaron con YiXing y MinShuo, le pregunté a mi amigo sobre la conversación y me confirmó lo que YiFan me había dicho. Lo había pillado saliendo de mi habitación aquella mañana y le había dado una charla para que dejara de acercarse a mí con aquellas intenciones.


            Aquella noche, salí de mi habitación y fui al salón, guiado por el ruido de la televisión. Mis dos primos y MinShuo veían una película bastante sangrienta en la que salía un tipo coreano llamado Rain. Por la tarde me habían contado que la iban a ver, pero se me había olvidado completamente.

            Lentamente me acerqué hasta el sofá que ocupaba YiFan, ya que en el otro estaba la parejita muy acaramelada y me senté lo más lejos que pude de mi primo. Cuando se dio cuenta de mi presencia me sonrió y me tendió la manta que él tenía sobre sus piernas. Por el día hacía un calor insoportable, pero por la noche refrescaba e incluso a veces hacía algo de frío, por lo que acepté la manta de buena gana.

            Sin embargo, al notar que él se quedaba sin manta, me tensé y estuve pensando en entregársela de nuevo.

            Durante unos minutos, estuve observando en silencio su perfil, ya que estaba concentrado en la pantalla ante sus ojos y no se daba cuenta de mi penetrante mirada. Era bastante guapo, eso no podía negarlo, de hecho, si él quisiera, podía tener a cualquiera. Debía haber roto muchos corazones en Canadá los años que estuvo viviendo allí.

            Negué con la cabeza, ya que no podía estar pensando en aquello, pero llamé así su atención. Bajo su mirada inquisitiva sonreí y tímidamente me acerqué a él para que compartiéramos la manta.

            ―Gracias ―susurró.


            Estaba sentado en el sillón que ocupaba mi abuelo cuando leía el periódico, buscando la mejor luz natural para poder leer el nuevo libro de Murakami, que MinShuo me había regalado para mi anterior cumpleaños. No me gustaba mucho leer, pero como había sido un regalo, debía por lo menos mostrar interés por él. Ya que los meses anteriores no había podido leerlo, pensé que esta sería una buena manera de pasar la semana sin ShiXun y así no tener que evitar directamente a YiFan, aunque ya habíamos hablado de que no deberíamos evitarnos, me era imposible por el momento.

            Cuando estaba en mitad del capítulo doce, alguien entró al salón y me distrajo completamente de mi lectura, ya que se colocó ante mi fuente de luz. Alcé mi vista del libro, encontrándome a mi primo YiXing al hacerlo.

            ―¿Qué quieres? ―pregunté de mala gana.
            ―Necesito tu ayuda.
            ―¿Para qué?
            ―Para que me ayudes a encontrar a Fan ―contestó.
            ―¿Por qué?
            ―Necesito que alguien que mida dos metros busque en lo alto de mi armario algunas cosas.
            ―¿Y por qué no te subes a algún lado para llegar?
            ―Eso estaba haciendo, pero me ha visto la abuela y me ha hecho bajar de allí porque fuera a hacerme daño ―dirigí mi mirada hacia la puerta, encontrándome a mi abuela allí.
            ―Se había subido a la silla de ruedas de su escritorio y se podía haber matado ―dijo ella.
            ―Siempre hago eso y nunca me ha pasado nada ―replicó YiXing.
            ―Pues algún día te pasará y te abrirás la cabeza.
            ―¡Abuela! ―protestó.
            ―Ni abuela, ni leches. Busca a tu primo, que su altura tiene que servir para algo ―sentenció justo antes de desaparecer.
            ―¿Ves por qué necesito tu ayuda? ―dijo mi primo dirigiéndose de nuevo a mí.
            ―Para buscar a Fan no necesitas mi ayuda.
            ―Claro que la necesito. No está en casa y no se ha llevado el móvil.
            ―Está bien ―dije tras suspirar.
            ―Gracias.

            Dejé mi libro sobre el sillón, doblando la página por la que me había quedado para seguir leyendo más tarde y fui a mi cuarto para coger las llaves de casa y el móvil y ponerme algo más decente que lo que llevaba para estar en casa. Luego salí y me dispuse a buscar a mi primo por los alrededores.

            Durante lo que me pareció una eternidad, aunque realmente fue una media hora, no pude hallar ni rastro de él, pero cuando estaba a punto de dejarlo y volver a mi mullido sillón para continuar con la historia, lo vi jugando con un gato en una esquina.

            Sonreí tristemente al notar que el gato había sido abandonado, ya que estaba metido en una caja de cartón, pero mi corazón comenzó a latir rápidamente, porque había olvidado completamente aquella faceta tierna de él. Lentamente me acerqué y le puse una mano en el hombro para llamar su atención. Giró su rostro rápidamente y me miró a los ojos, esbozando una pequeña sonrisa.

            ―¿Qué te trae por aquí? ―preguntó.
            ―YiXing necesita tu altura para que le cojas algo de su armario ―contesté.
            ―¿No puede subirse a algo?
            ―La abuela se lo ha prohibido totalmente.
            ―Mierda ―murmuró―. Bueno, tendré que dejarte, pequeño Chen, ya nos veremos ―dijo soltando al gato negro.
            ―Creo que si te lo llevas a ZiTao le darás una alegría ―murmuré.
            ―Pero… ¿la abuela no pondrá pegas?
            ―Solo lo tendrá en casa dos semanas, además, ya le has puesto nombre…
            ―Está bien ―dijo cogiendo al gato de la caja―. Nos lo llevamos.

            Durante todo el trayecto de vuelta a casa estuvimos jugando con el gato, haciéndole carantoñas y también rabiar. Era una bolita de pelo, apenas tendría unos meses. No entendía cómo la gente podía haberlo abandonado. Al llegar, metimos al gato en su habitación y buscamos a YiXing por toda la casa, pero no lo encontramos, así que le mandé un kakao para que me dijera qué era aquello que necesitaba encontrar.

Ya he dado con Fan, ¿qué necesitabas?
Una caja de condones que escondí al empezar a salir con MinShuo.

            Abrí los ojos como platos al tener su respuesta y le enseñé la pantalla a YiFan, que me miraba curioso.

            ―Wow… nuestro primo no pierde el tiempo ―comentó, poniéndose  a buscar en lo alto del armario―. La veo ―dijo―, pero está fuera de mi alcance, ¿te importaría echarme una mano?
            ―¿Qué tipo de mano?
            ―Yo te sujeto y tú agarras la caja. Me falta medio metro para llegar, no sé cómo XingXing pudo meterla tan al fondo.

            Tosí por el doble sentido que podían tener aquellas palabras y enrojecí levemente, antes de colocarme ante él, para que pudiera alzarme hasta tener la altura suficiente para poder alcanzar aquel maldito objeto.

            Cuando sentí sus manos a cada lado de mi cintura, mi corazón comenzó a latir fuertemente y empecé a tener calor. Su cuerpo estaba demasiado cerca del mío y me quemaba. Alzó mi cuerpo como si fuera una pluma y poco después, me encontré viendo el contenido del altillo del armario de mi primo. Algunas mantas y juguetes de cuando era pequeño era lo que abundaban, pero la caja de condones también estaba allí. Estiré mi brazo y la agarré.

            ―Ya la tengo ―anuncié y sentí cómo YiFan tiraba de mí hacia abajo.

            Me di un golpe en la cabeza contra la parte superior del armario al salir de aquel hueco y chillé de dolor. YiFan me bajó rápidamente al suelo, asustado por mi grito, pero cuando puse mis pies en el parqué, mi cabeza comenzó a dar vueltas y mis piernas no me sostuvieron. Cuando pude tener conciencia de mí mismo nuevamente, me encontré tumbado sobre YiFan y este me miraba de una forma que no me gustaba nada.

            ―Yo… lo siento ―murmuré.

            Sin embargo no me dio tiempo a decir nada más, ya que en ese momento, sentí sus labios sobre los míos. Al principio no pude hacer nada más que quedarme quieto, pero lentamente, no pude evitar responder aquel beso.

            Sus labios se movían contra los míos suavemente, como aquella mañana de hacía ya un par de días. Eran dulces y hacían que perdiera todo el juicio que pudiera tener en aquellos momentos. Su lengua se introdujo en mi boca lentamente y comenzó a explorar cada rincón a su paso, dejándome sin aliento.

            Cuando se separó de mí para dejarme respirar, en contra de lo que debería haber hecho, rápidamente, tomé sus labios entre los míos y le devolví el beso.

            Me había vuelto loco, no había otra explicación para aquella reacción.

            Sin embargo, sentía que mi corazón iba a explotar por aquel beso y me asusté, porque nunca tenía aquella reacción cuando ShiXun me besaba, solo me pasaba cuando era YiFan quien lo hacía.

            “Lo siento, ShiXun” pensé.


9 comentarios:

  1. Lo del gato era una estrategia de Fan. Encima se llama Chen xD. Si si, el espiritu luchador hace muchas cosas jaja

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  2. AY DIOS MIO QUE BONITO AHIVAJSPJPSJPAJQB ;______; el gatito Chen,que adorable ;u; me da tanta pena de que solo quede un capitulo ;w; Y YiFan OMG,que perfecto ewe

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    1. Me alegra que te pareciera así ^^
      Sí... Ya solo queda un capítulo... Las cosas siempre tienen que acabar...

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  3. Chen es un gato!!! LOL me muero de la risa. Tú te cansarás de leerme esto pero yo no me cansaré de escribirlo: YiXing nos tenía engañadas, resulta que es un lanzado con una pequeña faceta dominante xDDD

    Aunque el que sí que es lanzado es YiFan. Dios, ese chico no pierde el tiempo ni se anda con rodeos O.O Pero luego llegó MinShuo y le puso freno xDDD Entre él y la abuela, creo que la sesión de risas de este capítulo ha sido satisfecha más que suficiente (?)

    ¡Me voy a leer el último y ya me pongo al día con tu blog! (¡¡¡Yujuuuuu!!!)

    Bye bye!

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    1. Claro que sí ^^ Si Chen no fuera un gato remilgado, ¿quién lo sería? Bueno... En realidad el TaoHun también son como gatitos XD

      A mí no me engañaba XD Solo hay que verlo bailando para saber que ese hombre es puro fuego y dominación (?)

      Él aprovecha que SeHun está fuera y se lanza a por el ciervo XD

      Espero que te guste ^^ Y gracias por comentar absolutamente todo, aprecio mucho tu esfuerzo y si quieres algo de mí, solo pídelo ^^

      Besos <3

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    2. Yo soy una persona que se contenta con lo que quiere ^^ Lo único que quiero es que no dejes de escribir nunca. Bueno, nunca no, porque no eres inmortal (¿o sí? e.e) y algún día te cansarás, pero al menos no en mucho tiempo ^^

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    3. Ops, escribí "quiere" en lugar de "tiene" xDDD

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    4. Por ahora tengo cuerda para rato y no creo que me aburra próximamente ^^

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