sábado, 22 de febrero de 2014

Dead Or Alive: The Misconceptions Of Time

Capítulo 5
Beautiful Goodbye

            Solo hacía un par de días que SeHun había recuperado todos sus recuerdos. El chico todavía estaba en shock porque de nuevo había visto todo lo que había sucedido. Sin embargo, esto no era lo más extraño. Generalmente, los fantasmas, en cuanto recordaban su muerte y eran guiados hacia el lugar al que tenían que ir, desaparecían. Pero por más que ZiTao le había preguntado al chico si veía alguna luz extraña este le contestaba que no.

            Por estos motivos, ZiTao no sabía qué hacer ni qué pensar, aunque llevaba algunos días dándole vueltas a algo.

            —Creo que deberíamos ir a buscar a LuHan mañana —dijo el moreno en cuanto llegó a casa el miércoles por la tarde. SeHun no lo había acompañado al instituto los últimos días.
            —No creo que… —comenzó a replicar.
            —Vamos a ir, quieras o no —cortó ZiTao—. Me pediste que te ayudara y esta es la única forma que tengo de hacerlo ya que no sé qué más hacer.

            SeHun lo miró asustado, de aquella forma parecía tan débil. Era delgado, muy delgado y muy alto, aparte de que su tono de piel cada vez era más claro. ZiTao sabía que si no se daban prisa podía desaparecer sin haber encontrado su camino o vagar para siempre entre dos mundos. El dueño de la casa se acercó a él y tomó su rostro entre las manos.

            —Siento ser tan brusco, pero no quiero que por mi culpa te pase nada malo —susurró.
            —Ya estoy muerto, ¿qué otra cosa más me puede pasar? —preguntó.
            —En este mundo hay cosas mucho peores que la muerte —contestó ZiTao—, así que, por favor, acompáñame mañana a ver a LuHan, sin ti no puedo hacerlo —SeHun lo miró a los ojos y lentamente asintió—. Gracias por entrar en razón —comentó el moreno con una pequeña sonrisa—, te echaba de menos cuerdo —el otro le correspondió levemente la sonrisa antes de rodear el cuerpo de ZiTao con sus largos brazos.

☆☆☆

            A la mañana siguiente no se dirigieron, como solían hacer al instituto en el que estudiaba ZiTao, sino que lo hicieron en dirección contraria, para ir al encuentro de LuHan, en el instituto en el que estudiaba con SeHun.

            El moreno había avisado a JongIn de que no iría para que no lo estuviera esperando tontamente en la calle para ir juntos y aunque este había pedido acompañarlos, ZiTao le había dejado claro que era mejor que no lo hiciera y también le había prometido que dentro de poco tiempo, SeHun se iba a ir.

            Así que en esos momentos caminaban con paso firme hacia el instituto del castaño. Cuando llegaron, ZiTao se sorprendió, ya que era un instituto bastante prestigioso y de postín, no como el suyo, que aunque fuera privado era más normalito.

            —Wow —comentó el chino. El otro solo rio levemente.

            Se acercaron a la verja a esperar a que el chico que buscaban apareciera. SeHun le había dicho que lo avisaría cuando viera a LuHan. A los pocos minutos comenzaron a llegar los estudiantes para entrar en clases y todos y cada uno de ellos se quedaban mirando al chico que esperaba junto a la verja, apostado en el muro.

            —¿Por qué me miran? —murmuró ZiTao extrañado.
            —Porque pareces un pandillero que busca a alguien para pegarle —contestó SeHun riéndose como hacía días que no lo hacía, hasta que su risa se detuvo de repente.
            —¿Qué pasa? —preguntó el moreno.
            —Allí viene LuHan.

            El fantasma señaló a un chico de cabello castaño, piel blanca y rostro de ángel. ZiTao tuvo que cerrar apretar los dientes para que no se le abriera la boca y quedar así como idiota. LuHan era guapo, muy guapo. SeHun estaba junto a él, apretando su mano fuertemente, tanto que si seguía así, seguro que le hacía sangre, pero eso le sirvió al moreno para poder salir de su ensimismamiento e intentar acercarse al recién llegado. Sin embargo, no había dado ni un paso, cuando otro chico se acercó a él.

            —LuHan, ¿esta tarde vendrás al entrenamiento? —le preguntó. El chico negó y el otro hizo un puchero—. ¿Sigues yendo a lo de SeHun? —Al escuchar el nombre del castaño, tanto el nombrado como ZiTao se tensaron.
            —Claro, alguien tendrá que cuidar de él —contestó LuHan esbozando una leve sonrisa antes de entrar al recinto del instituto.

☆☆☆

            SeHun y ZiTao se quedaron toda la mañana junto al instituto, ya que habían decidido que seguirían a LuHan para saber al lugar al que iba. Les había dejado muy descolocados las palabras que había dicho. Si SeHun estaba muerto, ¿por qué iba a cuidarlo?

            Cuando la hora en la que finalizaban las clases llegó, ambos buscaron a LuHan entre la multitud que iba hacia sus casas y cuando lo encontraron, echaron a andar tras él. ZiTao tuvo mucho cuidado de que el otro chico no se diera cuenta de que lo seguían, pero algunas veces tuvo que disimular que caminaba casualmente en su dirección.

            Tras una media hora de camino aproximadamente, LuHan se detuvo frente a un edificio. El moreno alzó la cabeza para observar, desde una de las esquinas, el lugar. Abrió los ojos sin poderse creer lo que estaba viendo, uno de los hospitales privados de Seúl.

            —SeHun… —murmuró, girándose hacia donde hacía unos momentos estaba el chico, pero este ya no se encontraba allí, había comenzado a avanzar hacia el hospital en el que entraba LuHan—. Maldita sea.

            ZiTao salió de su escondite y se dirigió al edificio tras los otros dos. Atravesó las puertas automáticas y buscó por el hall hasta encontrar la cabeza de SeHun sobresaliendo entre la multitud. Estuvo tentado a gritar su nombre para que el chico le hiciera caso, pero no podía hacerlo o llamaría mucho la atención entre los pacientes, el personal, y sobretodo, llamaría la atención de LuHan.

            Avanzó por los pasillos, siguiendo a ambos chicos a paso rápido aunque sin correr. Cada vez estaba más cerca de alcanzarlos. LuHan giró en un recodo a la izquierda y en ese momento, ZiTao apretó el paso para tomar de la muñeca a SeHun antes de que doblara la esquina.

            Cuando agarró al fantasma, tiró de él hacia atrás y buscó con la mirada un lugar en el que esconderse para hablar tranquilamente. El cuarto de la limpieza fue para sus ojos la mejor opción y arrastró a SeHun hasta él, cerrando la puerta en cuanto ingresaron, dando gracias a Dios porque aquel lugar tenía un pequeño ventanuco que lo iluminaba.

            —SeHun… —comenzó, pero su discurso fue interrumpido por el otro.
            —¿Por qué no me has dejado seguirlo? ¿Por qué? —increpó. Su rostro tenía una expresión de enfado que ZiTao no había contemplado nunca en el chico—. ¡LuHan estaba llevándonos al lugar en el que están todas las respuestas que buscábamos!
            —Solo quiero que te calmes y que pienses un poco —murmuró el moreno—. Nos estaba llevando a las respuestas que llevamos tanto tiempo buscando, sí; pero yo quiero hablar contigo antes de que las conozcas porque quizás lo que veas no sea algo muy agradable.
            —¿Qué quieres decir? —preguntó SeHun, ahora más calmado.
            —Creo que debes estar en coma —contestó—. El accidente no te mató, pero te dejó en coma y si es así, y estás aquí conmigo, quiere decir que estás más cerca de cruzar la línea hacia la muerte que de poder continuar viviendo —ZiTao tragó saliva—. Así que si quieres volver a vivir debemos hacer algo para que eso sea posible y entrar a ver en qué condiciones estás después del accidente te puede crear un trauma. Ahora mismo, en el estado emocional en el que te encuentras actualmente, lo mejor que podemos hacer es volver a casa para que te tranquilices. Mañana volveremos y haremos algunas preguntas discretas.

            Durante unos momentos, ZiTao estuvo seguro de que SeHun lo iba a mandar a la mierda e iba a buscar a LuHan, a buscarse a él, por todo el hospital, pero el chico, lentamente asintió con la cabeza, dejando claro que por el momento, haría lo que el moreno le dijera.

            —Volvamos a casa antes de que me arrepienta —murmuró. ZiTao estuvo tentado a darle un abrazo, pero se contuvo y simplemente tomo sus manos y las apretó entre las suyas.
            —Gracias.

☆☆☆

            —¿Por qué ayer me dejaste plantado y no me dejaste ir contigo? —fueron las primeras palabras que ZiTao escuchó de JongIn en cuanto se encontraron a la mañana siguiente para ir juntos al instituto.
            —Porque esto es algo que tengo que hacer yo solo —contestó el chico seriamente.
            —Aun así…
            —JongIn —cortó—. Llegaremos tarde a clase.
            —Pero…

            ZiTao lo miró unos segundos seriamente antes de comenzar a avanzar, seguido de SeHun, dejando atrás al otro chico. No le gustaba tratarlo así, pero si JongIn no se comportaba como una persona madura, era lo que seguiría haciendo.

            JongIn había sido su mejor amigo, la persona con la que lo había compartido absolutamente todo desde que había llegado a la ciudad hacía ya cuatro años. Al principio lo acompañaban sus padres, pero el año anterior ellos habían regresado a QingDao porque su abuela estaba algo enferma y no podía cuidarse bien sola.

            Sabía que no estaba siendo nada justo, pero no podía evitarlo. Desde que SeHun había entrado en su vida, JongIn había estado de lo más irritante y muy pesado, pidiendo una atención que no podía prestarle porque tenía que ayudar al otro chico.

            Cuando todo acabara, volvería a ser todo como antes, más o menos.

☆☆☆

            Cuando salieron de clases y del entrenamiento de baloncesto, ZiTao y SeHun se dirigieron al lugar en el que se encontraba el hospital. El castaño se había tranquilizado lo suficiente como para poder afrontar todo lo que viniera a partir de ese momento y ZiTao estaba allí para hacer todo lo posible para ayudarlo.

            —Has sido un poco brusco esta mañana —comentó SeHun cuando se bajaron en el metro.
            —Lo sé, pero si lo hago de otra manera no creo que funcione —respondió. El castaño se detuvo y ZiTao tuvo que dar media vuelta al darse cuenta del hecho. Miró al chico, que parecía algo disgustado y suspiró—. ¿Por qué estás así?
            —Es por mi culpa que ahora trates así a JongIn y me siento mal —murmuró el chico.
            —SeHun…
            —Lo mejor será que acabemos con esto cuanto antes… —echó a andar decididamente, sin darle tiempo a reaccionar.

            Durante algunos momentos, el chico no pudo salir de su estupor, pero al ver desaparecer a SeHun al doblar una esquina, sacudió su cabeza y corrió tras él. Lo alcanzó a los poco segundos e intentó por todos los medios que el otro hablara con él, pero finalmente lo dio por imposible y caminaron juntos sin dirigirse la palabra hasta llegar al hospital.

            ZiTao vio al castaño tragar saliva justo antes de entrar al edificio decididamente y luego lo siguió. Recorrieron los mismos pasillos del día anterior y al llegar al lugar en el que se encontraba el cuarto de la limpieza ambos se detuvieron. Solo tenían que dar algunos pasos para llegar a la habitación en la que debía estar SeHun.

            —Si no estás preparado… —murmuró el moreno. SeHun negó con la cabeza.
            —Debe acabar todo hoy —contestó echando a andar de nuevo.

            Giraron en la esquina por la que desapareció LuHan el día anterior y comenzaron a buscar la habitación en la que debía encontrarse el cuerpo físico de SeHun. Todas las ventanas estaban cubiertas por persianas que apenas dejaban ver el interior, pero ellos no cejaron en su empeño y se asomaron a todas y cada una de ellas para intentar encontrarlo.

            En ello estaban, cuando una de las puertas se abrió y por ella salía una mujer de unos cuarenta años con aspecto algo cansado, que  a ZiTao le pareció vagamente familiar. Sus sospechas se confirmaron cuando SeHun se quedó completamente estático. Aquella señora debía ser su madre. Segundos después, salía del mismo lugar un médico que parecía bastante joven para poder llevar aquella bata.

            —No tenemos demasiadas esperanzas —comentaba el médico—. Lleva dos meses en un estadio del coma demasiado profundo como para salir de él y el otro día casi lo perdemos —el médico tomó aire—. No creemos que pueda despertar y es mejor no hacer más dolorosa su marcha.
            —No quiero que dejen morir a mi hijo —contestó ella decidida—. Confío en que pueda regresar con nosotros. Confío en él.
            —Pero…
            —Estamos pagando todas las cuotas del hospital —cortó la mujer—. Lo único que deben decirme es que están haciendo todo lo posible por traerlo de vuelta.
            —Lo siento —murmuró el médico. En ese momento, sin percatarse de que ZiTao estaba en el pasillo, pasaron de largo y giraron la esquina.
            —Umma siempre fue una mujer de armas tomar —susurró SeHun con una pequeña sonrisa melancólica.
            —Eso me ha parecido —comentó el moreno.

            El chico lo miró unos momentos con aquella misma expresión y luego caminó hasta la habitación de la que habían salido anteriormente aquellas dos personas. ZiTao miró hacia los lados para ver si había alguien que pudiera verlo y luego se dirigió hacia allí. La persiana de aquella no estaba echada y se podía ver el interior perfectamente.

            Solo había una cama y un sillón en la estancia. Sobre la pequeña cama se encontraba tumbado SeHun, el mismo chico que tenía a su lado en aquellos momentos, pero en su forma física, rodeado de tubos y de cables que lo mantenían con vida. Parecía dormido, pero ambos sabían lo que realmente pasaba.

            —Creo que debe haber una solución para esto —murmuró ZiTao—. Llamaré a mi madre —el otro asintió distraído, no podía dejar de mirar por aquel cristal a su otro yo.

            El moreno sacó el teléfono de su bolsillo, pero cuando se disponía a marcar, una chica menuda con un carrito salió de una de las habitaciones y lo miró de forma asesina, dejándolo congelado. La chica dejó el carrito a un lado y caminó rápidamente hacia ZiTao, con su pelo rizado ondeando tras ella.

            —Ni se te ocurra llamar por teléfono dentro del recinto del hospital —dijo. El chico asintió lentamente a la vez que guardaba su teléfono en el bolsillo del que lo había sacado momentos antes—. Perfecto.
            —Lo siento, no lo sabía —se disculpó él.
            —¿Y qué haces aquí? —preguntó inquisitivamente.
            —Bueno —ZiTao se rascó la nuca nerviosamente sin saber qué decir.
            —He venido a ver a mi amigo en cuanto he regresado a Seúl porque no sabía que estaba en coma —dijo SeHun. El moreno repitió las palabras y la chica suavizó su gesto.
            —Oh… ¿eres amigo de SeHun? —ZiTao asintió.
            —Aunque llevábamos mucho tiempo sin vernos porque tuve que irme con mi familia a China —inventó—. Por eso no sé qué es lo que le ha pasado y me gustaría al menos…
            —¿Qué quieres saber? —preguntó la muchacha.
            —¿Cuánto lleva aquí?
            —Desde el verano pasado.
            —¿Y es verdad que no podrá despertar del coma?
            —Bueno, según he oído, hace un par de meses que su coma es mucho más profundo y los médicos no saben qué puede pasar —contestó—. Pero no hay muchas esperanzas. Lo siento.
            —No pasa nada —murmuró ZiTao.
            —Bueno, yo tengo que seguir haciendo mi trabajo —se despidió ella yendo en busca de su carrito.
            —Gracias por todo.

            Ella sonrió y luego echó a andar en dirección contraria. En cuanto la chica desapareció de su vista, ZiTao volvió a sacar su teléfono móvil, estando pendiente de SeHun en todo momento. Marcó el número de su madre y se llevó el aparato a la oreja. Tras tres tonos, su madre contestó.

            —¿Pasa algo, cariño? —preguntó ella nada más descolgar.
            —SeHun está en un coma profundo del que no puede despertar —respondió.
            —Oh… Eso lo explica todo —murmuró la mujer—. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?
            —Estamos demasiado acostumbrados a tratar con personas muertas que ni siquiera habíamos pensado en esta posibilidad.
            —Por eso nada de lo que sabíamos tenía sentido y no hay nada en los libros de la familia.
            —¿Tienes idea de lo que podríamos hacer para que despertara? —preguntó el chico.
            —Mmm… No sé si pueda funcionar o no —murmuró ella.
            —Lo que sea.
            —Que el chico intente entrar en su cuerpo de nuevo, eso puede funcionar —explicó—. Si no lo hace intentaré pensar en otras cosas.
            —Gracias —murmuró el chico antes de colgar—. SeHun —llamó. El chico se giró hacia él—. Creo que ya tengo la solución.
            —¿De verdad? —ZiTao asintió—. ¿Cuál es?
            —Debes entrar de nuevo en tu cuerpo —respondió.
            —¿Así? ¿Tan sencillo?
            —A veces la opción correcta es la más sencilla —SeHun esbozó una gran sonrisa y se echó a los brazos del moreno, apretándolo contra su cuerpo.
            —No sabes cuánto me has ayudado, gracias —murmuró—. Muchas gracias.
            —Es lo que debo hacer —contestó el chico.
            —Siento haberte causado tantos problemas —el castaño se separó un poco de su cuerpo y lo miró a los ojos de una forma muy seria—. Cuando despierte… ¿Recordaré todo esto? —ZiTao sorprendió por la pregunta. No había pensado en ello, en qué pasaría cuando SeHun despertara.
            —No lo sé.

            Los ojos del castaño brillaron, mostrando una expresión que hasta el momento el otro no había visto en él, la tristeza. SeHun se mordió el labio inferior, como si estuviera dudando si decir algo o no y cuando ZiTao abrió la boca para decirle que estaba bien que dijera lo que quisiera, el chico cruzó la distancia que separaba sus labios para besarlo.

            ZiTao se quedó de piedra los primeros momentos, pero después correspondió aquel extraño beso sin calidez, ni humedad pero lleno de unos sentimientos que explotaron dentro del pecho del moreno. Unos segundos después se separaron y se miraron fijamente a los ojos.

            —No quiero olvidarme de ti —murmuró SeHun—. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

            ZiTao quiso decir algo, pero las palabras se habían quedado atascadas en su garganta y también sentía cómo sus ojos iban humedeciéndose cada vez más, emborronándole la vista.

            —Adiós —susurró el chico.

            SeHun caminó hacia la puerta de la habitación en la que descansaba e ingresó a ella, luego la cerró y se dirigió a la cama. Le dedicó una última mirada a ZiTao, que no pudo retener más las lágrimas y luego tocó su cuerpo viendo cómo podía traspasarlo. Instantes después se introducía completamente y desaparecía. ZiTao contuvo la respiración, esperando el resultado y unos segundos después, la máquina a la que estaba conectado comenzaba a pitar con intensidad, pero de una forma regular y el chico que estaba en la cama abría sus preciosos ojos castaños después de haber pasado demasiado tiempo en la oscuridad.

            —Adiós, Oh SeHun —murmuró antes de irse del lugar.



6 comentarios:

  1. Por fin puedo comentarte *^* He esperado a terminar de estudiar porque sino no terminaba nunca LOL Y, bueno... POR QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE????? O SEA NO, NO LO PUEDES DEJAR AHÍ, TE LO PROHÍBO DDDDDDDDD: No sé si me siento ahora mejor o igual de mal (???) Ok no, pero es que TTwTT WHY

    JAJAJAJAJAJAJAJAJA ME HA HECHO MUCHA GRACIA MI INTERVENCIÓN (?) Viva yo regañando a Tao por usar el teléfono (?????) XDDD Srsly, me he reído mucho con lo de la mirada asesina y el otro ahí en plan wtf LOL Y SeHun chivándole lo que decir porque Tao se queda pillado, me meo XD Al fin un poquito de humor, que entre el anterior capítulo y este no ganamos para disgustos ;;;;;;

    También me ha molado mucho el momento pandillero en la puerta del instituto de SeHun, porque teniendo en cuenta el careto que tiene de sicario, que impone y la postura en la que estaba pues... yo no entraba al instituto con ese ahí parado (????????) XDD Si no fuera porque lo conozco... (?) y cuando se queda boquiabierto al ver a LuHan YOLO Tao, que tú ya estás pillado, no lo olvides e_é (?)

    EL BESOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO (sorry por tanta mayúscula u.u) Ha sido tan extraño pero tan asfdasdfasdgadafds Es raro porque es... un fantasma y los fantasmas no suelen ser tangibles y bueno, creo que ya lo sabes, si tú eres la que lo ha escrito (?) XD Pero a la vez ha sido tan cuqui y todo, a modo de despedida ;u; No te lo tomes como algo raro, pero me ha recordado al final de la película de Phineas y Ferb (???????) No te voy a decir nada por si acaso no la has visto, pero de verdad que me ha recordado mucho XDDDD

    El final ha sido demasiado bonito ;; No sólo por el beso, sino por la confesión de SeHun y cuando Tao acaba llorando después de despedirse de SeHun y todo. Me ha parecido tan real, que no sé cómo explicarlo... Sin duda para mí ha sido lo mejor del capítulo... Incluso aunque no ha sido un final alargado, que podrías haberte recreado en los sentimientos para hacerlo más cercano y tal, me ha parecido perfecto. Ni una palabra de más ni una de menos. Me quito el sombrero *reverencia(?)*

    Mi único consuelo es que aún queda el epílogo *^* Me gustaría saber qué pasa al final con Kris (?) Al final no me quedó muy claro a qué venía lo del Bubble Tea para Tao (ya conoces mi paranoia) y también cómo reaccionan LuHan y su familia cuando SeHun despierte, si aún recuerda a Tao y JongIn................ QUÉ VAS A HACERLE A JONGIN? DDDDD: Esa es otra, cuando SeHun se pone serio y le pide disculpas a Tao por entrometerse en su relación con JongIn ;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;; *cries a river* POR QUÉ TIENE QUE SER TAN CUQUI, WHY, SEÑÓH!

    Bueno, mejor lo dejo ya que no hago más que soltar incongruencias. Sorry u.u Espero que no se me haga la espera muy larga hasta el epílogo. Aunque supongo que con todo lo que tengo que estudiar al menos estaré ocupada (?) (((en el fondo estoy sufriendo)))

    Muchas gracias por esta historia y por actualizar antes por mí, de verdad <3 Por cierto, espero que al final escucharas la canción que te dije y que te gustara aunque fuera un poco ^^

    Nos leemos~

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    1. Bueno... Es que no podía dejarlo de otra manera... (I'm sorry)

      Menos mal que te gustó tu intervención XD

      Ah, el pandillero, es que con la pinta que se gasta Hwang ZiTao tenía que ponerlo XD (Yo tampoco entraría si estuviera él allí XD)

      Jajajajaj XD Bueno, no suelen ser tangibles, pero si recuerdas, SeHun no era un fantasma corriente, era opaco y no podía traspasar objetos ni personas. Y claro, algo raro tenía que ser, es un fantasma, pero no sabía que otra cosa hacer y el beso rondaba mi cabeza desde el primer capítulo XD ¿Phineas y Ferb? ¿En serio?

      Me alegra que te haya gustado esa parte, no estaba muy segura con ella y muchas gracias ;;__;;

      Bueno, en el Epílogo se resuelven todas esas cosas, más o menos XD

      Seguro que los días hasta el Sábado que viene se pasan rapidísimo ^^

      No es nada, esta historia es para ti. Oh, la escuché, y aunque el metal no es mucho mi estilo, no me desagradó ^^

      Besitos <3

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  2. vdghgvsdhbdhhdsbhdshbfdhfbddjhbfdjbnfdj *0*
    No tengo palabras, fue tan hermoso ese beso. I mean no sé que sentir ._. feliz porque Sehun regresó a su cuerpo pero algo me dice que no recordará a Tao o que al menos solo serán recuerdos vagos de que hubo alguien a quien amó.
    Si yo fuera la escritora le daría ese final ._.
    Pues, me alegro de volver a leerte, siempre es un gusto, tus historias me transportaban a otros mundos.

    Y vamos mi personaje favorito ha sido Sehun: un chico sin entender nada pero que no se afligía que no se dejaba sentir mal, el tenia esperanza.

    :3

    Bueno, a esperar hasta el sábado <3

    Besos, amor :*

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    1. Aw~ >_<

      Me alegra que te gustara y que hayas pensado en un final, pero el sábado saldrás de dudas con lo que pasa XD

      Yo también me alegro de volver a leerte, tus comentarios me animan a seguir ^^

      Nos leemos el sábado <3 Besos <3

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  3. Ay qué preciosidad. Lo siento pero ahora estoy demasiado impaciente por leer el epílogo como para extenderme más, no puedo aguantarme sabiendo que ya está publicado >o< Allí ya me extenderé (o lo intentaré) y te dejaré un comentario decente ;)

    ¡Me voy corriendo!

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    1. Me alegra que te gustara ^^
      No pasa nada, allí te leeré <3

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