miércoles, 19 de septiembre de 2012

[Capítulo 10] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 10
Terrorist In Love


   -Ya sabía yo que eras una puta.

   Sus palabras cayeron sobre mí como un gran jarro de agua fría. Me dolía muchísimo que él me dijera eso, habiendo comprendido, como comprendía el que me hubiera enamorado de él.

martes, 18 de septiembre de 2012

[Capítulo 9] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 9
Por Ser Así Te Perdí

   Al final acabé presentándome en el apartamento de B.A.P. para pedirle perdón a YongGuk. La verdad, sentía algo por él, desde el momento en el que lo vi en boxers la mañana que nos conocimos, pero yo era su mánager, algo entre nosotros no podía existir. Además, era mayor que él. Todas las excusas que se me venían a la cabeza eran rechazadas por la lógica de mi amiga Lorena, y al final, aquí estaba, plantada a la puerta del apartamento y mordiéndome nerviosamente las uñas mientras pensaba en presionar o no el timbre.

lunes, 17 de septiembre de 2012

My Heart, My Love, My Life


My Heart, My Love, My Life


No podía creerlo, simplemente no podía. Hannie había denunciado a la compañía. Ni siquiera yo sabía nada antes de que nos lo dijeran esa tarde. Entré corriendo a nuestro dormitorio. Tenía la vana esperanza de encontrarlo allí. Sabía que era una tontería, lo sabía y aun así lo hice. Busqué por todos los rincones y no lo encontré, fue en ese momento cuando las primeras lágrimas comenzaron a caer. Con los ojos aguados caminé hasta su cama y me tumbé en ella. Todavía se podía respirar su aroma. Por unos pequeños instantes llegué a creer que él entraría por la puerta y me echaría de su cama con una sonrisa, pero unos insistentes golpes en la puerta me devolvieron a la cruda y dura realidad. Hannie no volvería. Nunca.

-HeeChul- escuché que el líder me llamaba- por favor, abre.

Simplemente lo ignoré y me aferré a la almohada de Hannie y a su olor. No sé cuánto tiempo estuve llorando, solo en aquel lugar ni cuándo me quedé dormido, solamente lo hice en algún momento de esa larga noche.

Me desperté a la mañana siguiente desorientado. Miré a mi alrededor y descubrí que estaba en la habitación que compartía con Hannie. ¿Hannie? La realidad cayó sobre mí como un jarro de agua fría y las lágrimas volvieron a salir casi sin que me diese cuenta de nuevo. Me volví a abrazar a aquel pedazo de Hannie y seguí llorando por horas. No tenía hambre, no tenía ganas de ir al baño, no tenía ganas de nada. Lo único que necesitaba, ya no estaba a mi lado. El mundo exterior ya no me parecía nada atractivo, y mi mundo interior se estaba derrumbando en pedazos. Todo por él, la persona que más amaba en este injusto y cruel mundo. Mi pensamiento fue a SiWon al preguntarme si había un ser superior que nos amaba y nos cuidaba por qué nos dejaba sufrir como yo estaba sufriendo en esos momentos. Solo esperaba ver de nuevo a Hannie a mi lado, hablándome, sonriéndome y diciendo que todo había sido una broma. Incluso lo hubiera perdonado, no me habría enfadado.

Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Yo sabía lo que tenía, y aun así, desapareció de mi vida, no dejando nada más que su recuerdo.

Flash Back.

Nada más verlo pensé que era hermoso, muy hermoso. ¿Quién hubiera dicho jamás que yo tendría un pensamiento así sobre un chico? Los veía como un estorbo para mí, no eran nada. Pero ese chico, chino, parecía ser distinto.

Nos pusieron juntos en la habitación. Al principio apenas hablábamos, ambos éramos tímidos, y además, su coreano no era muy bueno, y yo no tenía ni pajorera idea de chino. Pero después de algún tiempo, nos hicimos los mejores amigos. Íbamos juntos a todas partes, reíamos a todas horas de nuestras ocurrencias, nos contábamos nuestras inquietudes y cosas así.

Poco tiempo después, me di cuenta que ese cariño tan especial que le tenía, no se lo tenía a nadie más, y me di cuenta de que me había enamorado de mi mejor amigo.

-Hannie- susurré un día que estábamos bebiendo en nuestra habitación.
-¿Sí?- preguntó apoyando su barbilla en mi hombro, ya que yo estaba sentado entre sus piernas.
-Me gustaría decirte algo importante- comenté con nerviosismo a pesar de haberme ya tomado mucho alcohol.
-Sólo dilo, no des rodeos.
-Me gustas- le solté de sopetón y escondí mi rostro entre mis manos deseando que la tierra me tragara o que Hannie a la mañana siguiente no recordara nada.
-Ya era hora- susurró retirando mis manos y volteándome el rostro- pensé que nunca lo dirías- y me besó.

Ése fue nuestro primer beso, y después, vendrían muchos más.


Fin Flash Back.

Todos los momentos felices que pasamos juntos venían a mi memoria. Uno tras otro, atormentándome, no dejándome apenas ni respirar. Me levanté de la cama porque ya no podía estar más allí. Sentía que me ahogaba. Su perfume me hacía recordar momentos que antes me parecían maravillosos, y que ahora solo quería enterrar profundamente en mi memoria y no llegar a sacarlos a la luz nunca más.

Me hice algo de comer, me había pasado unas 24 horas sin ninguna actividad. Tenía un poco de hambre, no mucha, sólo el reciente recuerdo hacía que se me quitaran las ganas de comer y tampoco me podía pasar todo lo que me quedaba de vida sin comer, moriría. Morir. Esa sería una buena opción. Volví a recordar a SiWon y a su Dios. Si yo muriera, él estaría muy triste, y Hannie, Hannie seguramente también. Entonces no podría morir, no quería que nadie se pusiera triste por mi culpa. Comí algo y fui al baño. Apenas me aseé un poco fui a la cama de Hannie y volví a quedarme dormido.

Tenía actividades y al principio fui a ellas. Mis compañeros me preguntaban cómo me iba, pero yo sólo los ignoraba, a esos hipócritas no les había importado que Hannie se fuera. Iba a los programas de radio y televisión y actuaba como si nada hubiera pasado, como si yo estuviera bien. Pero tras una semana, ya no podía fingir más y lo cancelé todo junto con el mánager. Ése último día después de fingir durante todo ese tiempo me volví a derrumbar y lloré todo lo que no había podido cuando había gente a mi alrededor. En algún momento de la noche me quedé dormido en la cama de Hannie.

Flash Back.

-Me tengo que ir a China- me dijo Hannie mientras veíamos una película.
-¿Por qué?- pregunté enfurruñado, no me gustaba nada que tuviera que irse a China cada dos por tres.
-Ya sabes por qué- me contestó. Claro que lo sabía, pero me jodía mucho que me dejara solo- y volveré pronto- aclaró- también quiero ver a mi familia, los echo de menos.
-Yo también te echaré de menos cuando te vayas- susurré.
-Puedes hablar conmigo por el móvil, siempre lo haces- me dio un beso en la cabeza- y también por Internet, así se hará más corta la espera.
-Bueno- cedí- pero no me gusta nada que te vayas.
-Ya lo sé- contestó- a mí tampoco me gusta separarme de ti- me revolví un poco y al final acabé sobre él besándolo- te quiero- me susurró entre beso y beso.
-Yo también te quiero.


Fin Flash Back.

Me desperté sobresaltado por el sueño que acababa de tener. Me senté en la cama y me quedé unos momentos mirando a la nada. El sueño me había dado la idea de llamar a Hannie, así que salté de la cama, cogí mi móvil y le di a su última llamada. Esperé y esperé, y de pronto, una voz de mujer automatizada dijo: “El número al que llama no existe”. Se me cayó el alma a los pies, pero me acordé que por Internet nos comunicábamos cuando él viajaba a China.

Encendí el ordenador y esperé mientras cargaba todo con mucho nerviosismo. Después de diez minutos, todo estaba listo, pero pasó como con el teléfono, el usuario no existía.

-¡Joder!- grité a la vacía habitación.
-¿Hyung?- escuché la voz de SiWon detrás de la puerta- Hyung, necesito hablar contigo- no le hice caso, no quería hablar con nadie, y menos con el siempre atento y dulce Choi SiWon- hyung, estamos todos muy preocupados por ti- ¡Ja! Seguro. Esa panda de niñatos inútiles no tenían más preocupación que pasarlo bien, no hacían nada por nadie- por favor, hyung- pidió, más bien parecía que me suplicaba- asómate para que vea que estás bien- si abría esa puerta, SiWon, que tenía muchísima más fuerza que yo, simplemente se dedicaría a empujarla, pasar y ya no salir hasta lograr sacarme de allí- por lo menos háblame y dime que estás bien,  hyung…
-Estoy bien- dije intentando poner una voz tranquila, complicado, había comenzado a llorar de nuevo, pero de rabia, no podía contactar con Hannie de ninguna manera y sólo quería saber cómo estaba, qué le pasaba.
-Hyung…- iba a empezar con su discurso y lo corté. Ese religioso hasta la médula tenía el poder de hacerte cambiar de parecer con algunas palabras, aunque no quisieras, al final te acababa convenciendo.
-Sólo quiero estar solo- le contesté- ahora mismo soledad es lo único que necesito. No quiero que nadie entre aquí, no quiero que nadie me moleste, no quiero saber de nada ni de nadie. Dejadme ordenar mis pensamientos y ya saldré.
-Heenim…
-¡Choi SiWon, harás lo que te he dicho y punto!

Flash Back.

-Por favor- pedí.
-No.
-Por favor, Hannie- me abracé a él desnudo como estaba.
-Sabes que si te pones así no puedo hacer nada- me contestó intentando alejarme.
-Por eso lo hago- toqué su pecho resbaladizo con la yema de mis dedos.
-Te haré daño y lo sabes.
-Sólo ten mucho cuidado.
-Hee…
-Por favor…- puse morritos y él suspiró derrotado, me agarró las piernas para que me subiera a sus caderas y me pegó contra la pared del baño.
-Seré dulce- susurró al darme un mordisquito en la oreja.
-Siempre lo eres.


Fin Flash Back.

¿Cuánto tiempo llevaba encerrado en aquel lugar? No lo sabía. Días, meses, años. El tiempo no contaba nada para mí, era solo algo sin importancia en mi nueva vida solitaria y depresiva. Porque sí, estaba deprimido, deprimido hasta la médula, pero yo no podía hacer nada, y los demás, menos, sólo Hannie podría sacarme de ese pozo oscuro en el que me encontraba, pero yo sabía que nunca iba a volver a mi lado. Todos los miembros de SuJu habían pasado por la puerta de mi habitación y me habían expuesto una y otra vez lo mismo que SiWon, y si él no había podido sacarme de allí, no lo haría nadie.

Flash Back.

-¿Te pasa algo, Hannie?
-No tenías por qué hacerlo- susurró levantándose.
-Hannie…
-No, HeeChul, tú…
-Yo sólo he hecho lo correcto.
-Pero…
-Nada de peros, eres la persona a la que más quiero en este mundo y te han hecho daño, no permitiré que te hagan daño- lo agarré de la mano y lo senté junto a mí- son unos cabrones…
-Nunca corras riesgos por mí- me pidió.
-Lo seguiré haciendo.
-Lo sé- sonrió triste- pero no quiero que te pase nada.


Fin Flash Back.

Me sentía como una mierda. La idea de abandonarme a la silenciosa y placentera muerte me agradaba más a cada día que pasaba, pero yo me seguía aferrando a la dolorosa vida y al responsable de mi maldito sufrimiento, Hannie. Unos golpecitos suaves en la puerta me sacaron de mis lúgubres pensamientos.

-¿Hyung?- esa era la voz de HyukJae- sé que no he hablado contigo durante estos tres meses- ¿tres meses? ¿tanto hacía que vivía encerrado en mí mismo?- pero, la verdad, he venido muchas veces a tu puerta y he intentado dirigirte unas palabras de ánimo- como todos, todos venían a mi puerta a molestar con cosas innecesarias- siempre me volvía sin hablar porque quería elegir las palabras adecuadas- sólo di lo que sea y vete- hyung- lo oí tragar aire incluso desde lejos- aunque… aunque no seas el que mejor canta o el que mejor baila dentro del grupo, te necesitamos- abrí mis ojos muchísimo. ¿Necesitarme? Ellos no me necesitaban, como él había dicho, yo no era el mejor en nada. Yo sí que necesitaba a Hannie- eres irremplazable.

Flash Back.

Todos habíamos luchado mucho para conseguirlo y lo habíamos hecho. Era nuestro debut, y habíamos logrado todo lo que nos habíamos propuesto. Llorábamos al terminar, pero eran lágrimas de felicidad. Hicimos una piña en medio de la sala y nos abrazamos como pudimos todos a la vez.

-Lo hemos conseguido porque estamos juntos- dijo JungSoo- solos no somos nadie, pero unidos lo somos todo.


Fin Flash Back.

Desde que HyukJae vino a mi habitación, me sentí un poco mejor. Estuve pensando mucho sobre el grupo. Allí éramos todos como los miembros de una gran familia y lo mismo que a mí me dolía la partida de Hannie, a los demás también tenía que haberles dolido tanto eso, como mi desaparición, y yo, encerrado en mi oscuro mundo.

Me atreví a salir de mi habitación. En el suelo, tapados con una manta, se encontraban RyeoWook y JongWoon, durmiendo. Me enterneció esa imagen. Del pequeño me esperaba algo así, pero de JongWoon nunca lo hubiera imaginado.me agaché un poco al lado del mayor y lo moví un poco para que despertase.

-JongWoon - susurré.
-¿Hyung?- preguntó refregándose los ojos.
-Shhh…
-Hyung- dijo algo más fuerte al ver que era yo de verdad- le tapé la boca con la mano para hacerlo callar.
-Calla- le ordené mirándolo mal- sí, he salido; sí, estoy mejor; no, no tendríais por qué estar durmiendo a la puerta de mi cuarto y en el suelo, con el frío que hace; y sí, llévate a Wookie a mi cama y luego ven con todos.

Lo dejé allí intentado cargar a RyeoWook sin despertarlo. No era muy tarde, pero aun así, algunos miembros debían estar durmiendo. Fui habitación por habitación y desperté a los que dormían y los reuní a todos en el salón común. Los que había despertado parecían confundidos, y los otros no creían lo que veían. Esperamos a JongWoon, que al final apareció con RyeoWook.

-Se despertó y no pude hacer nada más- dijo el mayor.
-HeeChul- comenzó JungSoo con mucho cuidado.
-Primero- dije- perdonadme todos por ser un capullo- todos me miraron extrañados- lo he pasado muy mal, pero vosotros también- continué- no debí haberme encerrado allí, es lo peor que pude haber hecho, os necesitaba, pero era demasiado orgulloso como para pensarlo siquiera- miré a HyukJae- gracias, pequeño por abrirme los ojos- él inclinó un poco la cabeza avergonzado- por centrarme en una sola persona, no sabía que había tanta gente a mi alrededor que me quisiera- noté como una lágrima solitaria
resbalaba por mi mejilla derecha- gracias por estar ahí.

Agaché mi cabeza para ocultar las demás lágrimas que caían. Escuché como todos se movían y se acercaban a mí y unos segundos después, unos brazos muy conocidos me abrazaban por lo hombros.

-No pasa, nada, hyung- me dijo- a partir de ahora todo irá mejor- y me dio un beso en la frente.

Y tenía razón, a partir de ese día todo fue mejor. Había perdido a la persona a la que más amaba, pero había ganado mucho más, unos grandes amigos, que velaban por mí como mi familia.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

[Capítulo 8] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 8
Los errores son algo con lo que hay que vivir


-¿Pero qué he hecho?

Agaché mi cabeza y me pegué algunos golpes con mis rodillas. ¿Qué coño me había pasado para no haber pensado en las consecuencias que me podría traer esa noche loca? Y lo peor, sabía que lo que iba a pasar a continuación, iba a ser algo de lo que tampoco me sentiría orgullosa. Me había costado una semana de trabajo que Bang YongGuk confiara en mí como mánager, y yo lo traicionaba como persona. ¿Pero qué más podía hacer? Nada.


-Buenos días- lo escuché decir y alcé la cabeza.
-Buenos días.


YongGuk me sonreía felizmente y me miraba cariñoso. Toda la determinación que tenía hacía unos momentos, se iba esfumando. Tal y como me había dicho HimChan, este chico no era lo que aparentaba y tenía un gran corazón. Un gran corazón que yo iba a pisotear porque, en primer lugar, yo no debería tener sentimientos no profesionales por él y en segundo lugar, todo lo de la noche anterior no debería haber pasado nunca.


-YongGuk- susurré. Yo nunca había hecho esto, me lo habían hecho a mí, y sé que estando de ese lado, sufrí, y mucho.
-¿Hum?
-Lo de anoche no pasó- me miró sin comprender- nunca debió haber pasado y no pasará de nuevo otra vez- él no decía nada, solo me miraba, cogí una gran bocanada de aire y seguí- soy tu mánager, sólo tu mánager, nada más aparte de eso, y me gustaría que...
-Para el carro- me interrumpió- me estás diciendo que después de hacer el amor conmigo quieres que actúe como que no ha pasado nada?
-En otras palabras- susurré- pero es exactamente eso- me sentía fatal por dentro diciéndole todo eso.
-Eres una puta barata- mi corazón dejó de latir en ese momento y cuando comenzó a latir de nuevo, dolía. Pero lo que más me dolió fue ver sus ojos vidriosos mientras recogía su ropa.


Lo vi salir de mi habitación con todo en la mano y un par de minutos después, oí la puerta de mi apartamento cerrarse fuertemente. Fue en ese mismo momento en el que cerré mis ojos y me abandoné al llanto.


No sabía cuanto tiempo había pasado, solo notaba un vacío enorme por dentro, y que alguien me llamaba. Una voz conocida, demasiado conocida. Abrí mis ojos y la vi allí, a mi única amiga en Corea, Lorena.


-¿Qué haces aquí?- le pregunté incorporándome.
-Habíamos quedado, no venías y no contestabas a mis llamadas, así que, aquí estoy- contestó- ¿qué te ha pasado?- me preguntó mirándome de arriba a abajo- estás hecha un asco.
-No querrás saberlo- dije tapándome un poco con las sábanas, aún estaba desnuda.
-Claro que quiero, soy tu amiga, ¿recuerdas?
-Entonces me matarás en cuanto te lo cuente.
-Bien, ¿qué te parece si te levantas y mientras te vas dando un baño y te vuelves persona me vas contando todo?
-Muy bien- contesté tras mirarme al espejo. Estaba hecha un asco- pero cerraré con pestillo para que no me mates en la bañera.
-¿Tan malo es?
-Y peor- le contesté entrando al baño.


Le conté todo y ella lo escuchó sin decir ni una palabra. Le conté todo desde que comencé mi trabajo hasta que la noche anterior me había acostado con YongGuk y esta mañana le había roto el corazón. Salí del baño esperando que se lanzara a mi yugular y me matara, pero no lo hizo, estaba tan tranquilamente sentada en mi cama ya hecha y pintándose las uñas.


-Lore- dije.
-Eres tonta- fue lo único que me contestó.
-Gracias- le dije con ironía- ahora me siento mucho mejor.
-A ver Anna entiéndeme.
-No si yo te entiendo, soy una puta barata, una tonta y quién sabe que más.
- No, a ver, yo no quería decir eso- dejó el pintauñas y se acercó a mí porque las lágrimas comenzaban a salir de nuevo de mis ojos- solo intento decir que si te gusta tanto como para hacer el amor con él y sentirte genial con sus caricias, no deberías dejarlo marchar y que te odie.
-Pero soy su mánager...
-Ni peros ni peras- me contestó.
-Y además es menor que yo...
-Tampoco además, mírame a mí- la miré, venía muy mona arreglada para salir.
-¿Qué quieres que mire?
-Oish... pues que me tomes de ejemplo, yo estoy saliendo con un chico ocho años mayor que yo y pertenece al mundo del espectáculo.
-No me digas eso loca, que tú eres menor de edad- le regañé. Sí, tenía 25 años y mi mejor amiga 17.
-Pues eso, y nadie me dice nada.
-Yo si te lo digo.
-Tú eres una antigua.
-¡Lore!
-Lo siento, pero es verdad, por lo que me cuentas a él también parece que le gustas.
-Imposible.
-No hay nada imposible- me contestó- si yo creyera que todo es imposible, nunca me habría atrevido a decirle nada a quien era mi ídolo y ahora es mi novio.
-Vale, lo capto- me rendí, era imposible ganarle una discusión.
-Pues ahora mismo estás yendo a su apartamento y le pides perdón.
-Como que ahora mismo no, luego más tarde.
-Anna...- comenzó a amenazar.
-Vale, esta tarde iré- decidí- ahora déjame comer, que me muero de hambre.
-Está bien- concedió- pero me lo tienes que prometer.
-Te lo prometo- dije entrando a la cocina.
-No, me lo tienes que prometer bien- me giré y la miré mal. La jodida me conocía como si me hubiera parido y sabía que era tan tonta que no iba a hacerlo.
-Está bien, te prometo que esta tarde iré a su apartamento, le pediré perdón, le diré que soy una tonta y le preguntaré si algún día dejará de odiarme.
-Muy bien, pero no te olvides de lo de soy una tonta que no aprecia lo maravilloso que eres y...
-¿Lore?- la corté.
-¿Qué?
-No te pases.
-Oh, ahí va tu orgullo, si quieres ser feliz y que ese chico no te haga la vida imposible porque lo has herido debes humillarte y lo harás.

lunes, 10 de septiembre de 2012

[Capítulo 7] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 7
Alcohol, Sexo y Rock&Roll


Desenganché mis brazos de él y me quité la chaqueta con su ayuda, luego repetimos el proceso con la suya. Entonces comencé a acariciar su espalda baja y su trasero, apretando éste a veces y sonriendo ante los respingos que daba. Sus manos, por otra parte, se colaron por debajo de mi camiseta, tocando mi abdomen subiendo cada vez más en su camino. Llegó hasta mis pechos y los tocó por en cima del sujetador. Arqueé mi cuerpo buscando más contacto y él aprovechó mi momento de debilidad para sacarme rápidamente la camiseta y tirarla por algún lugar del pasillo. Lo abracé fuerte contra mí y lo besé de una manera húmeda y excitante. Mi cuerpo se calentaba como si el fuego me recorriera, pero sin llegar a quemarme. Metí mis manos bajo su camiseta y se la saqué mientras notaba como bajaba sus manos demandantes hasta mi trasero haciendo que envolviera mis piernas en su cintura. Cuando lo hice me agarró fuertemente las caderas y me aplastó contra la pared. Solté un gemido más fuerte que los anteriores. YongGuk me miró fijamente y respirando entrecortado.

sábado, 1 de septiembre de 2012

[Capítulo 6] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 6
Discoteca



-¿Dónde sea?- me preguntó y yo asentí- pues...- se quedó callado unos segundos, pensando- ¿nos vamos de copas?- preguntó.
-No creo que...- comencé, pero me cortó.
-Ya no soy un niño como Zelo- me contestó- soy mayor de edad y puedo beber todo lo que me de la gana.
-Pero eres un idol.
-¿Y?- alzó una ceja.

jueves, 30 de agosto de 2012

[Capítulo 5] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 5
La Vida Es Algo Agradable

Llegué a casa todavía con el corazón latiéndome rápido. Me duché y me puse la camiseta vieja y grande que tenía para dormir. Nada más me eché en la cama, me quedé profundamente dormida. A la mañana siguiente, me desperté con la melodía de The Name I Loved, cantada por Onew de SHINee. Nada en mi contrato decía que no podía escuchar música de otras agencias, así que, como la canción me encantaba la utilizaba de despertador. Me levanté y me arreglé para pasar a por los chicos, aunque ya no tenían compromisos con los medios, seguían teniendo compromisos con la agencia. Cuando entré al apartamento, parecía haber muy buen ambiente.

martes, 28 de agosto de 2012

Love Outside Logic


Capítulo 3
JR

-¿Por qué quieres hacer creer a todo el mundo que eres una chica?- su pregunta me dejó descolocado, ¿cómo podía haberme descubierto? Bueno, lo mejor era hacerse el loco.
-No sé de que me hablas- contesté y seguí mi camino.
-No me ignores- me agarró del brazo y me detuvo.
-Es que no sé de qué me hablas, de verdad- traté de hacerme el inocente.
-Eres un tío, no me lo niegues- dijo muy convencida.
-¿Por qué dices eso?
-Porque eres un tío- dijo simplemente.
-Esa no es una razón para que digas que soy un tío- le contesté soltándome de su agarre haciéndome el indignado.
-Choi MinKi- dijo- antes estabas estudiando en el Instituto que tiene el mejor equipo de fútbol.
-¿Cómo sabes eso?- susurré.
-Ves, lo sabía, no estaba loca eras tú- gritó en medio de la calle. Le tapé la boca con la mano.
-Cállate- le ordené con muy mala hostia.
-¿Por qué quieres hacerte pasar por chica?- volvió a preguntar, no se rendía.
-No es de tu incumbencia- dije y me alejé.
-¿Quieres que le diga a todas esas chicas que fueron amables contigo que eres un tío y que has jugado con ellas?- eso era chantaje.
-No me importa- dije volviéndome hacia ella. La verdad no me importaba nada qué les pasara a esas chicas. Eché a andar de nuevo.
-¿Y si se enterara cierto rubio peligroso?- preguntó. Me paré en seco. Hablaba de BaekHo. Lo de las chicas no me importaba, pero esto, extrañamente sí. No dije nada, solo me mantuve parado en el mismo lugar- claro, que tú y yo podemos llegar a un acuerdo- se puso a mi altura.
-¿Qué clase de acuerdo?- susurré, ella me miró y sonrió.
-Cuéntamelo todo y yo prometo guardar tu secreto- dijo.
-Hecho.

Volvió a sonreír y me cogió de la mano, tirando de mí hacia algún lugar. Yo sólo me dejé llevar. Pensaba en cómo decirle a alguien más lo que ocurrió, sólo se lo había dicho a su vecina fujoshi, y ella no contaba como persona. La chica se detuvo en la puerta de una cafetería.

-No- dije y ella me miró- no pienso hablar de esto y que la gente me escuche.
-Tranquilo- susurró- la cafetería es de mis padres, vivo arriba.
-Soy una chica- contesté.
-Claro, al igual que tu rubio es natural- dijo ella y tiró de mí.

Era un local pequeño, pero bonito, tenía su encanto, había que admitirlo. Una decena de mesas salpicaban el lugar decorado de una manera simple y sencilla. Una mujer apareció desde la cocina, era extranjera, se parecía mucho a Rose, así que supuse que sería su madre.

-Hola, mamá.
-Bienvenida, cariño- saludó- oh, ¿traes a una amiga?
-Sí- contestó- ¿nos podrías traer algo luego para merendar?
-Claro que sí, ¿no me presentas a tu amiga?
-Oh- me miró.
-Soy Ren, encantada- dije haciendo una reverencia.
-Eres una monada- dijo la mujer- ojalá trajeras más chica a esta casa y no tanto a tu novio.
-Pero si te encanta MingHyun- protestó ella.
-Claro que sí, pero quiero que te relaciones con chicas también-si esa pobre mujer supiera que yo también soy un hombre le da un ataque- encantada de conocerte Ren, os subiré algo luego.
-Hasta luego, señora- dije educadamente y subí las escaleras arrastrado por Rose. Llegamos a su habitación y me hizo sentarme en su cama. Luego se sentó a mi lado.
-Cuenta, soy toda oídos- la miré unos momentos, todavía no sabía cómo había accedido a aquello, bueno, sí lo sabía, pero no quería admitirlo. Suspiré y comencé a recordar.
-Él era un chico de mi clase, comenzó a hablar conmigo casi al instante de conocernos. Era muy amable conmigo, siempre me sonreía y me ayudaba- relaté, ella me miraba atentamente, yo bajé un poco la cabeza- comencé a sentir cosas extrañas por él, al principio lo achaqué a que era porque era mi mejor amigo y lo quería, luego me di cuenta de que lo quería, pero no por eso, lo quería como algo más que un amigo- no puede continuar, se me había formado un nudo en la garganta. Alcé el rostro, sentía mis ojos acuosos.
-No llores, pequeño- se acercó a mí y me abrazó. Dejé que lo hiciera, la verdad, su contacto no me era desagradable como el de las otras chicas. Me quedé un buen rato sollozando en sus brazos hasta que me calmé. Ella me miró muy seria- lo siento- susurró- no sabía que fuera tan duro, no quería hacerte pasar por ésto, lo siento muchísimo. Negué con la cabeza, no había creído a mi vecina fujoshi cuando me dijo que hablar de ello me haría olvidar, pero ahora estaba notando cómo mis lágrimas arrastraban el dolor de mi corazón lejos- no hace falta que continúes si no quieres.
-Quiero- susurré secándome las lágrimas.
-Pero...
-¿Después de hacerme chantaje para que te lo cuente no quieres saber toda la historia?- le pregunté intentando verme bien.
-Pero...
-Pues ahora te jodes y escuchas mi triste historia- le solté.
-No seas malhablado- me riñó- ahora eres una señorita, compórtate como tal- la miré extrañado- vamos, cuenta, ahora me ha salido la vena cotilla- sonrió, pero de pronto se puso seria- si necesitas que te abrace para que te sientas cómodo lo haré.
-Necesito que te calles y que te refieras a mí en femenino, no en masculino- le dije.
-Ok- la miré y ella cerró su boca como si fuera una cremallera, luego le puso un candado y tiró la llave. Me quedé flipando con lo que hacía, pero me sobrepuse a su excentricidad y comencé a hablar de nuevo.
-El año pasado, sin poder contenerme más le dije a mi mejor amiga que él me gustaba- susurré- ése fue el error más grave que he cometido en mi vida- Rose me sonrió animándome a seguir- ella le contó a él todo lo que yo le había dicho... a él y a todo el que se cruzara en su camino. En unos pocos días todo el Instituto se enteró, y como él era muy popular, todas las chicas del colegio se me pusieron en contra- conté- me hicieron el curso un infierno, pero lo peor de todo fue, que cuando él se enteró de que me hacían la vida imposible él intentó defenderme.
-¿Por qué eso fue lo peor?- preguntó ella- ¿No era tu mejor amigo?
-Me humilló al hacer eso.
-Oh, es verdad, El Hombre y Su ORGULLO.
-¿No habías cerrado tu boca con una cremallera, un candado y tirado la llave?
-Sí, pero por si no te habías dado cuenta, lo del candado era parafernalia... no sujetaba nada- contestó sonriendo.
-Eres un caso...
-Gracias, por cierto, ¿cuál era el nombre del chico?
-Kim JongHyun- contestó.
-¿No jodas? ¿El de SHINee?- dijo emocionada.
-No.
-¿El tiro a yo no sé qué que salió en los JJOO?
-No.
-Jo, pues cómo no hay Kim JongHyuns en Corea, especifica, que sino me pierdo.
-¿No te estoy diciendo que estaba en el Instituto conmigo?
-El de SHINee es muy joven...
-Rose- dije un poquito bastante cabreado.
-Lo siento, era para relajar el ambiente.
-No lo relajes, no hace falta.
-Ok, entonces, ¿quién es ese Kim JongHyun?- me preguntó.
-JR, el capitán del equipo de fútbol.
-¡De eso te conocía!- me gritó como loca levantándose de un salto- tú venías a sus partidos cuando jugabais en nuestro Instituto.
-¿Y te acuerdas de mi cara?
-Soy muy buena en eso- contestó.
-¿Se puede?
-Claro, mamá- la mujer entró y nos dejó unas pastas y unos refrescos, después se fue del lugar. Comenzamos a comer sin decirnos una palabra, pero de repente, Rose habló- espero que tú y yo podamos ser amigas- no supe como reaccionar a aquello, así que no dije nada, pero interiormente, también pensé que podríamos ser amigas.

domingo, 26 de agosto de 2012

[Capítulo 4] Terrorist In Love {Bang YongGuk}



Capítulo 4
Do What U Like And Luv What U Do


-Ni se te ocurra tocar eso- me dijo.
-¿Por qué?
-No me gusta que nadie vea lo que compongo antes de que esté terminado- antes de que me diera cuenta ya se había levantado y estaba muy cerca. Me arrebató el papel de la mano y se me quedó mirando fijamente. Nunca nadie me había mirado tan intensamente, sentí un escalofrío recorrer mi espalda- me da igual que seas la nueva manager- me dio la espalda y recogió todos los papeles, después, salió rápidamente de la habitación, dejándome sola. Suspiré. Iba a ser muy difícil llegar a llevarme bien con él.

sábado, 25 de agosto de 2012

Love Outside Logic



Capítulo 2
Rose
En el descanso para el almuerzo las mismas chicas volvieron a rodearme. Sinceramente, las chicas me daban asco. ¿Por qué me había vestido de chica si las odiaba? Porque las chicas tienen la vida mucho más fácil, o por lo menos eso pensé en ese momento.

-Vamos, Rennie, ven con nosotras a comer a la cafetería- me dijo Ara tirando de mí.
-Pero...- intenté protestar pero se agarró muy fuerte a uno de mis brazos.
-No digas que no- pidió con cara de perrito.
-Eso, eso- dijo Alice enganchándose al otro.
-Si vienes con nosotras podemos hablar de cosas de chicas contigo- dijo Lima, digo Lime.
-Será divertido- comentó Nara.
-Y así nos contarás cosas sobre ti, tenemos curiosidad- dijo YooYoung.

Pero la verdad era que anuque me dieran mil argumentos de porqué debería ir con ellas, nunca vería ningún motivo para ir. De repente a la clase entró una chica occidental, castaña y con los ojos verdes, y fue rápidamente a abrazar al chico que se sentaba delante mí, el tal MingHyun.

-¡Honey!- gritó.
-Que efusiva estás hoy- dijo él.
-Como siempre- contestó la chica y le dio un pequeño beso en los labios- te quiero, peque.
-¿Peque?- preguntó alzando una ceja, pero luego sonrió- yo también.
-Venga, ya basta de sobar a mi hermana- dijo un chico de la clase levantándose de su asiento. El otro del que había pensado que era algo guapo, además de MingHyun.
-Venga, Aaron, no seas así- pidió la chica- es mi novio, tiene que sobar, sino no tiene gracia-puso cara de pena.
-Pero, ¿qué coño pasa aquí?- susurré sin entender mirando la escena.
-Oh, ella es la novia de MingHyun oppa- me dijo YoonJo- se llama Rose, y aquel es su hermano Aaron oppa- me contó- ellos son medio americanos, aunque ella parece más occidental que él, además a Aaron oppa no le gusta que su hermana salga con su mejor amigo.
-Ahm- dije. Solo había susurrado mi pregunta, ni siquiera tenía interés en que me la respondieran. La chica tenía muy buen oído, tendría que apuntármelo. De repente la recién llegada me miró y sonrió.
-Hola, soy Rose- se presentó- ¿y tú?
-Ella es Rennie- contestó por mí Nara. Ella me miró algo raro.
-Pero déjala hablar, mujer- dijo la chica- ¿te llamas Ren?
-Realmente me llamo MinKi... pero no me gusta, así que prefiero que me llamen Ren.
-Claro, a mucha gente no le gusta su nombre, por ejemplo a DongHo- y señaló al pandillero que comía tranquilamente de una fiambrera.
-¿Algún problema?- gruñó mirándola con odio.
-Ninguno- contestó ella tragando saliva- hoy está menos borde de lo habitual, le habrá pasado algo bueno- se dirigió a mí y volvió a sonreir- ¿comes con nosotros?
-Es que no tengo hambre.
-¿No estarás a dieta?- preguntó YooYoung.
-No lo necesitas- continuó Alice palmeándome suavemente la barriga.
-Si quieres adelgazar- comentó Lime- sólo tienes que hacer ejercicio- enseñó su brazo algo musculado.
-No, ejercicio no- se quejó Ara escondiéndose tras YoonJo.
-No quiero perder peso- aclaré para que me dejaran en paz, qué pesadas eran- solo quiero quedarme aquí en la comida, hoy prefiero no salir de clase.
-Muy bien- pues disfruta- dijo Alice y las seis chicas se fueron. Miré a mi alrededor y vi que se iban por la puerta MingHyun, su novia y el hermano, peleándose. En el aula, nos quedamos el pandillero y yo.
-¿Por qué se habrán ido todos?- me pregunté. Me volví a sentar en mi pupitre y el chico me agarró de nuevo la mano.
-¿Te gustaría ver algo bonito?- me preguntó guiñandome un ojo. Lo miré sin entender, pero luego lo pillé, ¿quería algo conmigo? ¿Se me estaba insinuando? Era un tío, así que no tenía ese sexto sentido de las mujeres- tranquila- susurró- aunque tenga estas pintas no soy tan malo.
-No quiero correr riesgos- dije. Él esbozó una gran sonrisa.
-Eres muy prudente- murmuró cerrando su fiambrera- un reto- volvió a sonreir, se levantó y se fue del lugar. Me quedé unos momentos mirando el lugar por el que se había ido BaekHo.
-Un momento... ¿le le le le le gusto?... Pe... pe... pero, el piensa que soy una chica, ¿no? ¿No me habrá descubierto? Dios... ¿Por qué estoy nervioso?- me toqué la cara, ardía- ¿qué hago?

Me pasé el resto de la mañana intentando comportarme como una chica, tal y como me había enseñado mi vecina fujoshi, solo para calmarme, pero ese chico me ponía muy nervioso. Muy, muy nervioso, demasiado nervioso para mi gusto.
Volvía a casa después de las clases cuando sentí un peso extra agarrado a mi brazo. Me giré y vi a la novia de MingHyun sonriéndome. La desenganché con cuidado e hice una mueca parecida a una sonrisa.

-Hola- saludé- me has dado un susto de muerte- dije haciéndome el sorprendido.
-Conmigo no hace falta que finjas- dijo ella algo seria.
-¿Qué?- pregunté nervioso.
-¿Por qué intentas que todo el mundo crea que eres una chica?