Number 1
Ninguno de los dos era muy
competitivo en condiciones normales. Éramos amigos de toda la vida y siempre
nos habíamos llevado muy bien, desde el comienzo prácticamente. Sin embargo,
cada vez que había alguna competición en la escuela, ninguno de los dos quería
perder y hacía todo lo posible por ganar el primer puesto, por ser el número 1.
Y así habíamos pasado nuestra niñez
y nuestra adolescencia. Ahora en la universidad competíamos igual, aunque
muchos pensaran que eran cosas de niños, para nosotros no lo eran.
―Me han dicho que hay una carrera
este domingo ―comenté nada más sentarme en la silla frente a él, dejando mi
bandeja con la comida del comedor de la facultad sobre la mesa.
―¿Y con eso quieres qué…? ―preguntó.
―Participemos, como siempre, para ver
quién es el mejor ―respondí con una radiante sonrisa.
―Perfecto ―accedió―. Pero esta vez
el perdedor tendrá que hacer algo por el ganador.
―Trato hecho, Bang ―dije y ambos lo
prometimos juntando nuestros dedos meñiques.
El domingo llegó y también la
carrera, tanto YongGuk como yo estábamos en la línea de salida, al igual que
los demás participantes. Momentos después, se escuchó el pistoletazo que
iniciaba la carrera y todos salimos corriendo como si nos persiguiera un perro
rabioso.
Una hora después me dejé caer contra
la pared más cercana, intentando recuperar el aliento y la sensibilidad de mis
piernas. Mi amigo me había adelantado y seguro que había traspasado la meta,
porque no me lo había vuelto a cruzar después, pero en esos momentos no podía
ver si estaba por allí o no. Me deslicé por la pared hasta que mi trasero tocó
el suelo y sentí un gran alivio en mis piernas. Momentos después, pude ver una
botella de agua frente a mi rostro, que tomé inmediatamente.
―Gracias, Bang ―murmuré sabiendo que
era él quien me había tendido aquel líquido tan preciado.
―He ganado, tú has perdido, a
partir de ahora y hasta que ganes algo,
harás lo que yo quiera ―fue lo que dijo. Hice un puchero, pero sabía que de
todas formas acabaría haciendo todo lo que me mandara.
―¿Cuál es tu primer mandato? ―pregunté
alzando la cabeza.
―Que si te pido salir conmigo no me
rechaces, Kim HimChan ―contestó. Sonreí y lo tomé de la mano para que se
agachara a mi altura.
―No te rechazaría, me lo pidieras o
no.
Aaaaay jajaja qué graciosos y que lindos :3 Si son tan competitivos creo que van a tener un problema cuando su relación de "un paso más" y terminen en la cama xDD (yo y mi mente que no sabe pensar en otra cosa xD)
ResponderEliminarUn beso ^^
Sí, supongo que van a tener bastantes problemas cuando lleguen a eso XD
Eliminar