Título: Apocalypse zombie
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JunSung (Love + JunJi) (OnlyOneOf)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, apocalypse, action, drama
Número de palabras:
1.340 palabras
Resumen:
JunHyung no duda en poner en riesgo su vida si con ello puede ayudar a una
persona a sobrevivir en aquel infierno.
Advertencias:
zombies, sangre, muerte… ya os podéis imaginar (?) aunque no especialmente
explícito tampoco.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 3: zombie” del OOOctober.
Comentario de autora:
una vez tuve un pequeño debate con varias lyOn sobre quiénes serían menos
propensos a sobrevivir en un apocalipsis zombie y de ello nació esta idea.
Espero que os guste.
Apocalypse
zombie
JunHyung llevaba sobreviviendo en
aquel infierno varios meses. Por las noches se escondía, se refugiaba, estaba
alerta y apenas dormía; por el día, avanzaba, en busca de alguno de los
refugios seguros que habían aparecido por todo el país. Estaba solo, desde que
había comenzado aquel viaje lo había estado, a pesar de que en el camino se
había cruzado con algunas personas más que buscaban refugio, como él. Había
pasado algunos días con esas personas, había compartido e intercambiado
noticias, comida y armas y había podido dormir un poco mejor algunas noches,
pero una persona sola llamaba mucho menos la atención que un grupo, también
dejaba menos rastro, por eso volvía a su viaje en solitario y seguía adelante.
Tenía confianza en sus habilidades y tenía confianza en su plan de viaje, solo
esperaba seguir teniendo suerte para seguir escapando de los problemas y de los
zombies.
Un virus mutado en un laboratorio en el
mismísimo centro de Seúl había desatado el caos meses atrás y había blindado
Corea del Sur. El país se había cerrado, nadie podía entrar ni salir, todo el
mundo había sido puesto en cuarentena y los zombies habían tomado las calles,
infectando a todo aquel que salía de sus casas, accediendo a viviendas y
mordiendo a familias enteras. JunHyung se había ido de su apartamento en cuanto
había podido hacerlo, después de que su edificio fuera arrasado por los zombies
y su puerta hubiera resistido a duras penas. Había aprovechado una noche,
cuando los zombies estaban más activos en el exterior, para acumular algo de
comida imperecedera y fácil de comer sin necesidad de mucho esfuerzo en el
exterior, latas y latas de conservas, y algunos materiales y objetos que le
podían ser útiles, de las casas de sus pobres vecinos y después había buscado
la forma de salir del edificio sin ser visto. Lo había conseguido a duras penas
y, con su radio a pilas y equipo de caza que había robado de una destrozada
tienda, se había ido de la ciudad, en busca de alguno de los refugios seguros
de los que el gobierno hablaba en las noticias. De aquello, habían pasado en
torno a tres meses, si las cuentas no le fallaban, desde que el virus se había
extendido, casi cuatro. JunHyung había viajado a pie, lentamente, y había
llegado a dos de los muchos refugios seguros mencionados, encontrándose con una
horda de convertidos dentro de ellos porque las medidas de seguridad y de
acceso no debían de haber sido las correctas. No había desesperado, no
obstante, porque sabía que, si seguía avanzando, finalmente llegaría a un lugar
seguro de verdad.
Una noche, mientras JunHyung se preparaba para
pasar la noche a la intemperie, encaramado a un árbol enorme de un parque en
los suburbios de Pohang, escuchó un grito, pidiendo auxilio, poniéndolo alerta.
La voz que había escuchado le era conocida. Rápidamente, cogió sus cuchillos y
su escopeta y se bajó del árbol, corriendo a auxiliar a la persona que
necesitaba ayuda. Guiándose por los gritos y por el clamor de los zombies,
atravesó el parque hasta llegar a donde se encontraba la persona que estaba en
apuros. Nada más verlo, JunHyung lo reconoció como JiSung, uno de los chicos
con los que había pasado un par de días entorno a una semana antes, mientras
que los zombies, aunque demacrados, eran sus compañeros de viaje. Debían de
haber tenido alguna escaramuza con zombies en su camino y uno de ellos debía de
haber sido mordido, el virus se habría extendido por su cuerpo y habría ido
mordiendo a los demás, quedando solo JiSung, que se había subido a un pequeño
árbol y a duras penas podía mantenerse agarrado a él, con las bocas de los que
antes habían sido sus compañeros, pegadas a sus tobillos.
JunHyung no dudó en actuar. No dudó en comenzar
a pegar tiros en las sienes a la decena de zombies para aturdirlos lo
suficiente como para poder acercarse hasta JiSung y sacarlo de allí. Los
zombies se fijaron en él y comenzaron a acercarse, pero JunHyung siguió pegando
tiros certeramente hasta que el grupo fue completamente mermado, por sus
movimientos reducidos. Solo así, se acercó al árbol en el que estaba JiSung y
le tendió la mano para ayudarlo a bajar. Éste estaba temblando, llorando, en
estado de shock, pero JunHyung no tenía tiempo para tratar de calmarlo y solo
lo agarró firmemente de la mano para echar a correr con él hacia el pequeño
refugio que había montado para esa noche en la copa de un enorme árbol. Los
zombies comenzaron a recuperar sus movimientos y a perseguirlos, pero ellos
habían puesto tierra de por medio y llegaron hasta el árbol. JunHyung ayudó a
subir a JiSung a él y, solo cuando ambos estuvieron instalados allí arriba, se
permitió respirar, aunque el corazón todavía le latía a mil por hora y la
adrenalina seguía recorriendo sus venas. No obstante, aunque ahora podía
respirar porque los zombies no podían llegar hasta allí arriba, no podía
respirar tranquilo.
Dirigió su mirada hacia JiSung e
hizo una inspección rápida en la piel que tenía expuesta, dándose cuenta de que
tenía algunos arañazos y heridas sangrantes, pero ninguna de algún mordisco;
sin embargo, debía de hacer una inspección mucho más profunda de su cuerpo para
cerciorarse de que no lo habían mordido. No podía permitirse que estuviera
infectado y dejarlo allí con él, pero tampoco tenía corazón para dejarlo y que
los zombies lo torturaran mordiéndolo una y otra vez estando todavía
consciente, jamás se perdonaría haberlo dejado sufrir de aquella manera porque
en los días en los que había estado con aquel grupo con el que JiSung viajaba,
éste le había caído bien.
—JiSung —le dijo—. Sé que no es el momento
porque no estás en plenas facultades y que tienes mucho miedo… pero tengo que
ver si estás infectado.
JiSung lo miró, sus pupilas todavía temblando, su cuerpo
que no paraba tampoco de temblar, pero asintió. Después de lo que les había
pasado a sus compañeros sabía el riesgo que suponía no mirar si había alguna
herida de un mordisco. JunHyung se acercó a él con cuidado y le quitó la
camiseta para poder ver las heridas de sus brazos, su torso y su espalda. Tenía
muchos rasguños, arañazos, golpes, pero ninguna de las heridas era provocada
por mordiscos porque éstas, al instante, comenzaban a ponerse moradas y a echar
pus. Le quitó entonces los pantalones hecho jirones y vio cómo en las piernas
también tenía muchos rasguños y muchos golpes, pero ningún mordisco tampoco.
Solo entonces, JunHyung pudo respirar tranquilo y sacó su botiquín para
comenzar a curarlo pacientemente, desinfectando y tapando cada herida. Ninguno
dijo nada durante todo el proceso, solo se escuchaban los rugidos de los
zombies a lo lejos en el parque. Sacó una muda extra que llevaba en su mochila
y se la dejó a JiSung para que se vistiera de nuevo porque su ropa estaba medio
rota y ensangrentada.
—Gracias, JunHyung —fue lo único que le dijo
JiSung, con sus ojos oscuros brillantes, llenos de lágrimas—. Me has salvado la
vida.
JunHyung no dijo nada, solo abrió
sus brazos para que el otro se abrazara a él y ambos se sostuvieron el uno al
otro durante la mayor parte de la noche, tratando de seguir vivos en aquel
infierno.
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