lunes, 18 de octubre de 2021

[One Shot] OOOctober: Atlantis (underwater world) {JunJung}

Título: Atlantis (underwater world)

Autora: Riz Aino

Pareja: JunJung (YooJung + JunJi) (OnlyOneOf)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, fantasy, romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.148 palabras

Resumen: JunHyung se ha pasado demasiado tiempo buscando la existencia de sirenas y, cuando finalmente se encuentra con una, para él es una fantasía hecha realidad.

Notas: la historia se corresponde con el “day 18: underwater” del OOOctober.

Comentario de autora: un día se me metió entre ceja y ceja que YooJung como sirena debía ser un espectáculo y hasta que no apunté la idea no me quedé tranquila. Espero que os guste.

 

Atlantis (underwater world)

 

            —Entonces… ¿la Atlántida existe? —cuestionó JunHyung.

            —Por séptima vez en los últimos dos minutos… sí —respondió TaeYeob, suspirando profundamente—. Ahora ayúdame a salir de tu bañera.

            —Claro.

 

            JunHyung rápidamente se levantó del váter para ayudar a TaeYeob a salir de la bañera, pasándole los brazos por debajo de los hombros y más o menos por el lugar donde suponía que tenía las rodillas, teniendo cuidado infinito con aquel delgado cuerpo para no pegarle contra nada en aquel abarrotado baño antes de sentarlo sobre el váter en el que había estado él hasta hacía tan solo unos segundos, cogiendo una toalla y tendiéndosela para que éste comenzara a secarse. JunHyung se alejó un poco de él, chocando contra el lavabo y todavía sin poder creerse ni que la Atlántida de verdad existiera, ni que, ante él, se encontrara una sirena, con su cola de escamas brillantes y de una belleza deslumbrante. No pudo evitar quedarse embobado mirando cómo TaeYeob se secaba por completo, provocando que su cola desapareciera cuando ya no quedaba ni una gota de agua en su cuerpo y, en su lugar, aparecieran dos piernas. Todavía no se acostumbraba tampoco a aquella transformación mágica. Le parecía completamente irreal, pero no podía evitar quedarse embobado, no podía evitar mirar sin querer perderse detalle. Siempre le habían encantado las sirenas y siempre había defendido su existencia, siempre había buscado pistas que apoyaran su teoría, evidencias, hasta que había encontrado a TaeYeob, en la playa, saliendo del agua de madrugada, con su cola totalmente ensangrentada. JunHyung se había acercado a él y lo había ayudado… de aquello habían pasado ya semanas, pero el chico seguía sin creerse que ante él se encontrara realmente una sirena, que estuviera conviviendo con una sirena mientras recuperaba del todo la movilidad y que, además, estuviera resolviendo todas sus dudas y su curiosidad sobre el mundo bajo el agua.

 

            —¿Tanto te gusta verme desnudo? —le preguntó TaeYeob, levantándose y tambaleándose. JunHyung le alargó el brazo para que se sujetara en él y éste lo hizo, olvidándose momentáneamente de lo que acababa de escuchar, preocupado por si se caía y se daba contra algo en el estrecho baño—. Te he dicho que no me importaría acostarme contigo si con eso estás feliz, de alguna forma tengo que agradecerte que me estés dando cobijo, curando mis heridas y manteniéndote callado, cualquier otro ya me habría diseccionado.

            —No… no quiero acostarme… contigo —respondió JunHyung, sintiendo cómo los colores se le subían—. Solo me… sigue sorprendiendo cómo pasas de ser una sirena a ser humano en apenas unos segundos… es… increíble.

            —Tritón —replicó TaeYeob—. ¿Cuántas veces te tengo que decir que soy un tritón y no una sirena? —le cuestionó, pareciendo hastiado por tener que explicarle de nuevo la diferencia.

            —Sí, tritón, lo siento —dijo JunHyung—, la costumbre.

 

            TaeYeob puso los ojos en blanco y después se soltó del brazo del chico, caminando lentamente fuera del baño, completamente desnudo, su cuerpo contoneándose al hacerlo, sus curvas marcándose y tentando a JunHyung, que tuvo que apartar la mirada de su trasero, notando cómo su rostro se calentaba, lo que significaba que tenía que haberse encendido como un farolillo. TaeYeob le había propuesto en demasiadas ocasiones que se acostaran juntos como forma de agradecimiento por todo lo que estaba haciendo por él, pero éste se había estado negando todo aquel tiempo porque no creía que fuera lo correcto aprovecharse de él de aquella forma, a pesar de lo mucho que lo tentaba ver su cuerpo desnudo cada vez que éste necesitaba salir de la bañera. JunHyung sacudió su cabeza para dejar de pensar en ello y simplemente salió del baño, siguiendo a TaeYeob por si éste perdía el pie, pero había estado tan ensimismado, que el otro ya había llegado a su habitación y estaba sentado sobre la cama tratando de ponerse uno de los pantalones que JunHyung le había dejado. Todavía no se le daba del todo bien usar las piernas y, además, le debían de doler bastante porque las heridas que se había hecho en su cola habían sido graves. Por eso, JunHyung se acercó a él y le ayudó a meter sus piernas bien por los perniles, ayudándolo a levantarse también de la cama para subírselos y abrochándoselos.

 

—Nunca pensé que de verdad hubiera humanos buenos sobre la tierra —comentó TaeYeob, sorprendiéndolo—. Tratáis al mar como un basurero y lo saquéis de peces.

—No hay muchas personas buenas —murmuró JunHyung en respuesta, alejándose de éste para coger una de sus camisetas del cajón—, pero algunas hay y a mí nunca me ha gustado hacerle daño a nada ni a nadie —le dijo, esbozando una sonrisa.

 

TaeYeob replicó su sonrisa, pero pronto fue escondida tras la tela de la camiseta porque JunHyung se la metió por la cabeza, aunque cuando volvió a aparecer, ésta era mucho más amplia. TaeYeob metió los brazos por las mangas y JunHyung terminó de colocarle la camiseta, alzando su cabeza para mirar al otro a la cara y decirle que ya estaba listo y que si necesitaba algo más que se lo dijera, pero JunHyung no pudo hablar, primero porque el rostro de TaeYeob estaba demasiado cerca del suyo y era demasiado precioso y segundo porque el rostro de TaeYeob se terminó de acercar al suyo, buscando sus labios y atrapándolos en un beso suave y delicado que dejó a JunHyung con su cuerpo temblando y su corazón latiendo rápidamente dentro de su pecho.

 

—Tú eres una persona increíble —le dijo TaeYeob al separarse de él, aunque no lo suficiente, sus narices todavía rozándose—. Me alegra mucho que fueras tú quien me encontrase porque, aunque hagas demasiadas preguntas, eres bueno conmigo.

 

JunHyung se mordió el labio inferior, sintiendo aquellas palabras de agradecimiento llegar a lo más hondo de su ser, queriendo decirle algo en respuesta, pero sintiendo todavía el roce de los labios de TaeYeob contra los suyos y no pudiendo evitar querer más, salvó la escasa distancia que los separaba para responder dándole otro beso con el que TaeYeob pareció encantado porque lo notó sonreír contra sus labios. Quizás… JunHyung podía acostumbrarse a aquello, a convivir con una sirena —tritón, se autocorrigió— y a no dejar de besarlo una y otra vez.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario