Título: a sOng Of ice & fire
Autora:
Riz Aino
Pareja:
YongWook (Mill + Nine) (OnlyOneOf)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, fantasy, romance, smut, pwp
Número de palabras:
1.059 palabras
Resumen:
¿qué pasa cuando dos fuerzas tan antagonistas como el fuego y el hielo entran
en contacto? ¿El hielo congela al fuego o el fuego derrite al hielo?
Advertencias:
relaciones sexuales explicitas.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 8: fire” del OOOctober.
Comentario de autora:
esta idea llevaba eones en mi lista de ideas nunca hechas de EXO y decidí
remodelarla para poder escribirla y sacarla al mundo de una vez por todas.
Espero que os guste.
A
song of ice & fire
La piel de YongSoo quemaba, ardía,
casi se derretía allí donde los labios de WookJin la besaban, allí donde los
dedos de WookJin la tocaban. Siempre había sido de aquella forma, siempre se
había sentido como si en cualquier momento fuera a derretirse, derretirse por
el calor, por el placer. Estar junto a WookJin siempre era jugar con fuego,
siempre era estar al borde del abismo que lo podía destruir del todo en tan
solo un segundo, pero para YongSoo, aquel placer, aquel juego de poderes,
aquella unión entre el hielo y el fuego que no era más que algo totalmente
peligroso, era lo que necesitaba para seguir sintiéndose vivo. Sentir cómo
podía derretirse en los ardientes brazos de WookJin era lo único que sacaba a
YongSoo de su rutina, lo único que hacía que todo mereciera la pena de nuevo… y
a WookJin le pasaba exactamente lo mismo, pero al revés. WookJin le había
contado cómo sentía que su fuego casi se consumía cuando estaba con él, el
hielo haciendo que su cuerpo fuera recorrido por distintos escalofríos de
placer, intensos a veces, tan intensos que le ponían el vello de punta. Lo
habían hablado en muchas ocasiones porque habían sido muchas las veces en las
que habían sucumbido a ese éxtasis que solo podían encontrar en el otro porque
absolutamente nadie más los llevaba hasta aquel extremo. Porque el cuerpo de
YongSoo albergaba poderes de hielo, su temperatura siempre baja, al límite de
lo que en cualquier humano normal sería la hipotermia, mientras que el de
WookJin albergaba los del fuego, su cuerpo siempre caliente, ardiente, como si
siempre tuviera una fiebre muy alta.
—WookJin… ahhhh… WookJin…
YongSoo no pudo evitar jadear su nombre cuando
los labios del otro comenzaron a trazar un camino descendente de besos por su
torso. Quemaban. Ardían. Sus besos realmente eran el más candente fuego contra
su piel helada y eso lo hacía sentir en el paraíso. La reacción de WookJin al
escucharlo fue sonreír contra su piel durante unos momentos, continuando después
con sus besos, uno tras otro, bajando más y más, hasta llegar a la cinturilla
de su pantalón, deteniéndose allí, llevando sus manos hasta ella para
desabrochar el botón y bajar la cremallera casi al instante, rozando con sus
dedos, por encima de la tela de sus calzoncillos, su miembro, provocando que
YongSoo se quedara sin respiración durante un segundo, todo su cuerpo
tensándose por aquel breve roce. Su miembro estaba semi erecto, sensible, su
sangre acumulándose allí, excitado, completamente excitado. Cuando recuperó la
respiración no pudo evitar fijar sus ojos en WookJin, que no apartaba la mirada
de su entrepierna, hambriento de él. YongSoo supo qué era lo que iba a hacer
antes de que el otro se moviera, pero a pesar de saberlo, cuando WookJin le
quitó los pantalones, bajándole a la vez los calzoncillos por las piernas,
dejándolo completamente desnudo, justo antes de inclinarse sobre él, sobre su
miembro, para rozarlo con sus labios, para derretirlo por completo con ellos,
YongSoo se volvió a quedar sin aliento.
—Adoro tus reacciones… —comentó
WookJin, contra su miembro, justo antes de lamerlo y provocar con aquella
acción que YongSoo se agarrase a las sábanas de la cama y las arrugase en sus
puños—. Eres demasiado adorable.
YongSoo no entendía qué era lo que
veía adorable en él cuando se estaba simplemente ahogando en el placer. Sensual
o erótico serían quizás unos adjetivos que podían describir mejor aquella
situación. No obstante, cuando quiso expresarlo, la boca de WookJin lo envolvió
entero y cuando sus labios se separaron no lo hicieron para soltar un reproche,
sino para gemir alto, fuerte, su voz resonando en la habitación y en el
silencio de la noche. YongSoo se tapó la boca con sus manos inmediatamente para
no dejar que su voz volviera a traicionarlo de aquella manera. No estaban solos
en el edificio, en la habitación de al lado dormían sus compañeros y no podían
escucharlo gemir o se darían cuenta de lo que allí sucedía y ninguno de ellos
quería que los hicieran cambiar de compañeros de habitación. Ahogando sus
gemidos en su mano, YongSoo se dedicó a sentir, a sentir cómo se derretía cada
vez más, el calor inundando cada fibra de su ser mientras la boca de WookJin no
dejaba de hacer las delicias en su miembro, cada vez más duro, cada vez más
sensible, cada vez más cerca del abismo, aquel abismo que lo llevaría a
derretirse por completo en su boca. Sus labios lo quemaban, su boca era un
candente infierno que lo único que quería era desatar el placer, el intenso
placer en YongSoo, que no pudo aguantar mucho más y finalmente se dejó envolver
por el cálido abrazo del orgasmo, el calor recorriendo cada milímetro de su
cuerpo, derritiéndolo por completo.
WookJin… su calor… su fuego… algún
día acabarían por derretir todo el hielo de su cuerpo… YongSoo no tenía la más
mínima duda de que aquello sucedería en algún momento… pero habría merecido la
pena por haber compartido todos aquellos momentos con él, perdiéndose en el
deseo, en el placer y en la forma en la que sus labios lo hacían sentir.
Notas
finales:
—El
encuadre de este universo de fantasía es casi inexistente en la historia, pero
básicamente Mill y Nine tienen poderes sobrenaturales asociados al hielo y al
fuego (y si hubiera tenido un poquito más de espacio lo habría desarrollado
mejor, pero decidí centrarme en el smut y dejar el resto fuera para escribir
algo largo) y están en una especie de internado para gente con poderes
especiales (similar a X-Men, para que os hagáis una idea).
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