Título: Beyond the Distance
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JungMill (YooJung + Mill) (OnlyOneOf)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, fantasy, romance, drama
Número de palabras:
1.204 palabras
Resumen:
a pesar de que entre ambos mundos había demasiada distancia… YongSoo es capaz
de encontrarse con TaeYeob en sus sueños.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 5: distance” del OOOctober.
Comentario de autora:
tenía muchas ganas de hacer algo de este estilo desde hacía bastante tiempo y
me pareció muy adecuado usar a este para para este tipo de historia. Espero que
os guste.
Beyond
the distance
La mayoría de las personas usaban su
tiempo de descanso, su sueño, para recargar pilas, para relajarse, para
olvidarse de sus problemas y de las cosas que los angustiaban en el mundo real…
pero, para YongSoo, sus sueños eran los momentos en los que más actividad
tenía, los momentos en los que no podía permitirse relajarse ni un solo
segundo, los momentos en los que debía estar completamente concentrado… porque,
en sus sueños, conectaba con otro mundo completamente diferente a aquella
realidad en la que vivía. Muchas de las personas en el mundo en el que YongSoo
vivía no sabía de la existencia de otros planos de la realidad, pero el
universo estaba compuesto por diferentes universos en los que se vivía una
realidad completamente diferente, universos paralelos, a veces opuestos, a
veces complementarios, a veces entrecruzándose los unos con los otros de forma
inexplicable a pesar de existir en distintos planos, y YongSoo, con sus sueños,
podía conectar con uno de aquellos mundos.
No sabía por qué. No entendía como
podía hacerlo. No sabía cuál era el motivo por el cual él y no otra persona,
podía acortar la distancia entre aquellos dos mundos y, gracias a ello, vivir
en esa realidad otra especie de segunda vida mientras dormía. La primera vez
que lo había hecho, había pensado que todo lo que había vivido no había sido
más que un sueño, un mal sueño, una pesadilla en la que había acabado en un
mundo postapocalíptico en el que cosas similares a bombas caían del cielo,
derribando edificios con una arquitectura que YongSoo jamás había visto en su
vida, mientras él se encontraba en mitad de todo, sin poder hacer más que
mirarlo todo con los ojos abiertos como platos. Esa había sido la primera vez…
la segunda, huyendo de las bombas, de la mano de un joven, se había hecho un
corte en la pierna con alguna especie de hierro partido que sobresalía de la
pared de un edificio en ruinas y cuando se había despertado, la sangre había
manchado sus sábanas y el corte se encontraba allí, fresco, real, doloroso.
YongSoo había entendido que lo que pasaba en sus sueños era real y que si no
quería morir debía estar siempre atento en ellos.
Se levantaba completamente agotado
física y mentalmente todos los días… pero YongSoo no podía dejar de dormir y
volver a aquel mundo, aquel mundo en el que siempre se encontraba con TaeYeob.
TaeYeob, quien siempre aparecía ante
él en el momento justo y lo sacaba del lío en el que se hubiera metido al
aparecer repentinamente en aquel mundo. TaeYeob, quien le había explicado
lentamente y con mucha paciencia cosas sobre aquel mundo, su mundo, que se
estaba desmoronando poco a poco y que necesitaba ser salvado de alguna forma.
TaeYeob, quien creía que YongSoo era el salvador de su mundo. YongSoo, por el
contrario, no lo creía. No sabía por qué era capaz de conectar ambos mundos en
sus sueños a pesar de la distancia, pero creía que tenía muy poco que ver con
que fuera el salvador de aquel mundo y mucho que ver con TaeYeob, porque era la
única persona en el lugar ante quien se presentaba, la única persona de la cual
sentía su presencia, la única persona con la que se sentía a salvo a pesar de
que todo a su alrededor se estuviera derrumbando. Porque aquel mundo se estaba
derrumbando en pedazos. La guerra, la hambruna, las pandemias… lo estaban
destruyendo todo y la poca gente que seguía en pie y con ganas de luchar por un
mundo mejor, estaban demasiado cansados y hastiados. YongSoo sabía
perfectamente que TaeYeob lo había reclamado como el salvador de su mundo para
que la gente tuviera algo, alguien por lo que luchar y él no quería llevarle la
contraria a pesar de todo… porque entendía por qué lo había hecho y entendía
que lo necesitara de aquella forma, que necesitara que él cumpliera ese papel
por él. No morir era su prioridad. Estar junto a TaeYeob el mayor tiempo
posible era su segunda prioridad, aunque a veces sentía que aquella era la
primera.
De alguna forma, a pesar de la
enorme distancia que separaba sus dos mundos, sus corazones habían conectado y
se llamaban el uno al otro.
—En mi mundo solo hay un sol y una luna —comentó
YongSoo señalando el cielo que se encontraba frente a él—. Aquí hay tres lunas…
¿cómo se llaman?
—Maan, Lalin y Dal —respondió TaeYeob.
—Son nombres bonitos… —murmuró más para sí mismo que para
que el otro lo escuchara, pero TaeYeob lo escuchó y respondió.
—No son tan bonitos como tu nombre —le dijo—. Aquí, las
palabras que lo forman significan “nuevo amanecer”.
TaeYeob le dedicó una sonrisa y YongSoo se
sintió calmado y a gusto, a pesar de que en las horas que llevaba allí aquel
día, todo había sido un absoluto caos y solo habían podido sentarse hacía unos
momentos. Se sentía a salvo junto a TaeYeob a pesar de que aquel mundo
estuviera hecho pedazos y el peligro fuera constante. Casi sin pensar en lo que
hacía, YongSoo se acercó más al cuerpo de TaeYeob y dejó caer su cabeza sobre
su hombro, suspirando profundamente. No le quedaba demasiado tiempo allí,
pronto debía de sonar su despertador y aparecería de nuevo en su cama, en su
habitación, en su mundo. No quería irse, a pesar de que aquella realidad no
fuera la suya, nunca quería irse ni separarse de TaeYeob… pero siempre tenía que
hacerlo. TaeYeob dejó un beso sobre su frente y YongSoo cerró los ojos ante el
contacto, pensando en que ojalá no despertara nunca para poder seguir allí. No
obstante, inmediatamente sintió el tirón que lo devolvía a su realidad y
escuchó resonar en sus oídos la alarma de su teléfono móvil. Cuando abrió los
ojos estaba de vuelta en su mundo, de nuevo a demasiada distancia de TaeYeob.
Notas
finales:
—Obviamente este
universo tiene mucho intríngulis y mucha investigación por mi parte sobre
multiversos que no he podido desarrollar plenamente, pero a pesar de ser
cortito, he dicho todo lo que necesitaba para que la historia tuviera sentido.
Igual en algún momento trato de escribir algo más largo con este planteamiento.
—Los nombres de las
lunas son simplemente el nombre de la luna en diferentes idiomas. Maan
(holandés), Lalin (criollo haitiano) y Dal (coreano).
—Realmente el nombre de
YongSoo significa literalmente “dragón de agua” (de ahí el nombre que tiene en bubble
y de ahí que en la colección haya un fic en el que Mill es un dragón, esperad
por él).
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