Título: Shadow alchemist
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JunJung (YooJung + JunJi) (OnlyOneOf)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, fantasy, “romance”, fluff
Número de palabras:
1.630 palabras
Resumen: TaeYeob es el alquimista de las sombras, el
único en el mundo capaz de controlarlas.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 30: shadow” del OOOctober.
Comentario de autora:
tuve esta idea después de ver este tweet
sobre el “alquimichi de acero” y me di cuenta que nunca había escrito sobre
alquimistas y eso debía cambiar. Espero que os guste.
Shadow
alchemist
El día que JunHyung recibió la noticia de que
iba a ser destinado al borde oeste del país, a Pendleton, donde la guerra
contra Creta todavía continuaba, sintió que su mundo se le venía encima. Porque
él era un soldado, pero aquel conflicto era interminable y a todos aquellos que
mandaban allí, los mandaban a una muerte segura. JunHyung se tuvo que despedir
de su familia, de sus amigos y montarse en el tren desde Central en solo unos
pocos días, cuando todavía ni había acabado de mentalizarse de que su destino
ya estaba sellado y no iba a volver a casa. En aquellos momentos se encontraba
sentado en el tren, mirando el andén por la ventanilla con la mirada perdida,
esperando a que éste se pusiera en marcha, tratando de aceptar que esa misma
noche estaría en Pendleton y probablemente en un par de días en primera línea
de fuego, cuando alguien se sentó a su lado, sobresaltándolo. Giró su cabeza,
encontrándose a su lado al alquimista de las sombras, con su uniforme militar.
JunHyung no pudo evitar llevarse las manos a la boca para ahogar un pequeño
grito de sorpresa porque jamás se habría esperado ver al otro tan cerca y
porque éste se había sentado a su lado, que solo era un soldado raso, cuando el
vagón todavía no estaba lleno del todo y seguro que tenía algún lugar asignado
junto a los altos mandos.
—¿Sorprendido? —le dijo el
alquimista de las sombras girándose hacia él—. A partir de ahora voy a pasar
mucho más tiempo con los soldados en batalla que con los altos mandos —comentó,
como si le hubiera leído el pensamiento—, prefiero conocer a todos aquellos a
los que voy a tratar de salvar de una muerte segura —le tendió la mano y se
presentó—: Lee TaeYeob, el alquimista de las sombras.
JunHyung siempre había sentido
curiosidad por conocer al aclamado alquimista de las sombras, pero nunca había
tenido la oportunidad de acercarse a él, a pesar de que ambos rondaban la misma
edad, porque el otro tenía un cargo muchísimo más alto que él en el ejército,
JunHyung simplemente era un soldado raso y los alquimistas tenían el cargo de
generales, ejerciesen de ello activamente o no. El alquimista de las sombras estaba
completamente alejado de la vida militar y solo aparecía cuando se requería su
presencia para alguna misión, por eso, sus caminos no solían cruzarse tampoco. JunHyung
solo lo había visto de lejos en un par de ocasiones desde que había entrado al
ejército, pero ni nunca había podido acercarse a él, ni nunca podría haberlo
hecho debido a sus diferentes estatus. Siempre había tenido curiosidad por él,
no obstante, porque se hablaba mucho de aquel joven alquimista que poseía la
alquimia de las sombras, pero nadie lo conocía realmente, no tenía amigos ni
entre el resto del cuerpo de alquimistas, y porque quizás era la persona más
preciosa que hubiera visto JunHyung en su vida… pero en aquellos momentos
sentía mucha más curiosidad sobre cómo había podido acabar sentado junto a él,
en ese tren que los llevaba hacia una muerte segura, cuando nunca se había
involucrado en asuntos militares. Algo debía de haber sucedido por las palabras
que le acababa de decir; no obstante, aquel lugar, no era el mejor lugar para
poder hablar de algún tema delicado como aquel y, si el alquimista de las
sombras cumplía su palabra, tendría más tiempo para poder preguntarle.
—Kim JunHyung —respondió,
presentándose también, estrechándole la mano.
~
El alquimista de las sombras cumplió
con lo que había dicho y en el mismo momento en el que llegaron a Pendleton,
declinó alojarse junto a los altos mandos, queriendo dormir en el cuartel junto
al resto de los soldados, siendo la comidilla de todos en el lugar, tanto de
los nuevos soldados que habían llegado ese día, tanto como de aquellos que ya
llevaban un tiempo destinados allí. No obstante, a este no le importó en
absoluto ser la comidilla del lugar, se acercó a todos los soldados y trató de
entablar conversación con todos ellos, mostrándose completamente accesible a
todo el mundo, comportándose de una forma que JunHyung jamás había pensado.
Siempre había pensado que no se relacionaba con nadie porque debía de ser
altivo y exigente con sus amistades, pero en aquellos momentos, en esos días
previos a que los mandaran al frente, el alquimista se comportó como si
realmente fuera uno más de ellos. JunHyung no pudo evitar observarlo, no pudo
evitarlo porque siempre le había parecido alguien completamente inaccesible y
ahora que estaba al alcance de su mano, no podía creérselo. El alquimista de
las sombras debió darse cuenta de ello también, porque sus miradas no eran
demasiado disimuladas tampoco, por lo que, el día antes de la primera batalla a
la que serían enviados, le pidió que hablaran a solas.
—Puedo ver que hay algo que te
gustaría decirme —le comentó en cuanto estuvieron a solas—. Puedes preguntar lo
que quieres.
—¿Por qué estás aquí? —le preguntó
antes de que pudiera pensar en una forma mejor de expresarse para no sonar
irrespetuoso—. Lo siento —añadió rápidamente.
—No te preocupes —respondió—. Es
normal que sientas curiosidad porque nunca me he mezclado con todo esto a pesar
de ser un alquimista estatal, me libré de ir a Ishval porque apenas había conseguido
el título de alquimista cuando la guerra finalmente se terminó, pero esta vez
no me han dejado escapar y aquí estoy, esperando poder hacer todo lo que pueda
para que haya las mínimas bajas posibles —el alquimista de las sombras le
dedicó una sonrisa triste y a JunHyung se le paró el corazón por completo.
~
La guerra era un auténtico caos,
mucho más de lo que JunHyung se había imaginado nunca. Había participado en
muchos entrenamientos y había pasado por muchas penurias en su formación, pero
absolutamente nada le había preparado para cómo era la guerra en realidad. Era
completamente inexplicable. Era fuego, azufre, humo, sangre, dolor, oscuridad y
miles de ruidos que se agolpaban en sus oídos. JunHyung tenía que estar siempre
atento, la muerte rondaba aquel lugar, un mal paso, un poco de mala suerte de
estar en el sitio equivocado en el momento menos adecuado, todo le podía
suponer la muerte. Él se esforzaba en no morir, no obstante, porque no quería
morir, no quería morir tan joven y, sobre todo, no quería hacerlo ahora que
había podido encontrarse tan cerca del alquimista de las sombras por el que
tanta curiosidad había tenido siempre y no quería morir hasta satisfacer su
curiosidad. El alquimista de las sombras, nunca había visto su poder en marcha,
pero cuando lo había visto por primera vez sintió un escalofrío. El poder que
tenía aquel joven era increíble. El chico tenía un aspecto frágil y delicado,
pero su poder era inmensurable y gracias a él cada batalla avanzaba de forma
favorable para los amestrianos y ocasionaba muchas bajas en las filas cretenses
mientras trataba de proteger a los suyos. JunHyung nunca se habría esperado
aquel poder, pero tenía sentido, era un alquimista estatal y debía de ser
poderoso.
Una vez la noche caía, las batallas
se reducían a estrategia para desestabilizar al enemigo o para protegerse de
él, la guerra durante el día era caos, pero por la noche era mucho más
tranquila, el silencio de la noche podía ser tu mejor aliado y tu mayor enemigo
a la vez y siempre había que estar atento. JunHyung, no obstante, prefería
aquello, prefería no ver cómo sus compañeros morían a su lado sin poder hacer
nada por evitarlo y también prefería quedarse allí, guardando su puesto,
teniendo las visitas constantes del alquimista de las sombras, al que el
insomnio no le dejaba dormir. En aquellas visitas a veces hablaban, un poco de
todo, un poco de nada, a veces solo se hacían compañía el uno al otro en el
silencio de la noche y, otras veces compartían sus secretos y pensamientos más
escondidos, no sabiendo si en algún momento, alguno de los dos no iba a volver
a ver otro amanecer. Se volvieron cercanos en muy poco tiempo porque la muerte
los acosaba desde la vuelta de la esquina y JunHyung comenzó a satisfacer todas
y cada una de las curiosidades que tenía sobre el alquimista de las sombras,
convirtiéndose además en una de las personas más importantes en la vida de
éste… porque la guerra era dura, pero entre ella, entre el pequeño espacio que
la muerte dejaba, la vida seguía corriendo y el corazón mandaba en ella.
Notas
finales:
—Durante
toda la colección he tratado de hacer universos nuevos para todas las
historias, pero al cruzárseme el alquimichi de acero, decidí que por un
universo que no creara no iba a pasar nada y el fic que acabáis de leer está
basado en el manga Fullmetal Alchemist (o anime Fullmetal Alchemist
Brotherhood, por si no os gusta tanto lo de leer).
—Está
encuadrado en el marco del conflicto de Amestris contra Creta, que es un
conflicto que siempre está en marcha y ha originado muchísimas bajas, pero más
enfocado hacia el año 1911 de la historia de FMA, donde la guerra se recrudece.
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