sábado, 30 de octubre de 2021

[One Shot] OOOctober: Shadow alchemist {JunJung}

Título: Shadow alchemist

Autora: Riz Aino

Pareja: JunJung (YooJung + JunJi) (OnlyOneOf)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, fantasy, “romance”, fluff

Número de palabras: 1.630 palabras

Resumen:  TaeYeob es el alquimista de las sombras, el único en el mundo capaz de controlarlas.

Notas: la historia se corresponde con el “day 30: shadow” del OOOctober.

Comentario de autora: tuve esta idea después de ver este tweet sobre el “alquimichi de acero” y me di cuenta que nunca había escrito sobre alquimistas y eso debía cambiar. Espero que os guste.

 

Shadow alchemist

 

El día que JunHyung recibió la noticia de que iba a ser destinado al borde oeste del país, a Pendleton, donde la guerra contra Creta todavía continuaba, sintió que su mundo se le venía encima. Porque él era un soldado, pero aquel conflicto era interminable y a todos aquellos que mandaban allí, los mandaban a una muerte segura. JunHyung se tuvo que despedir de su familia, de sus amigos y montarse en el tren desde Central en solo unos pocos días, cuando todavía ni había acabado de mentalizarse de que su destino ya estaba sellado y no iba a volver a casa. En aquellos momentos se encontraba sentado en el tren, mirando el andén por la ventanilla con la mirada perdida, esperando a que éste se pusiera en marcha, tratando de aceptar que esa misma noche estaría en Pendleton y probablemente en un par de días en primera línea de fuego, cuando alguien se sentó a su lado, sobresaltándolo. Giró su cabeza, encontrándose a su lado al alquimista de las sombras, con su uniforme militar. JunHyung no pudo evitar llevarse las manos a la boca para ahogar un pequeño grito de sorpresa porque jamás se habría esperado ver al otro tan cerca y porque éste se había sentado a su lado, que solo era un soldado raso, cuando el vagón todavía no estaba lleno del todo y seguro que tenía algún lugar asignado junto a los altos mandos.

 

            —¿Sorprendido? —le dijo el alquimista de las sombras girándose hacia él—. A partir de ahora voy a pasar mucho más tiempo con los soldados en batalla que con los altos mandos —comentó, como si le hubiera leído el pensamiento—, prefiero conocer a todos aquellos a los que voy a tratar de salvar de una muerte segura —le tendió la mano y se presentó—: Lee TaeYeob, el alquimista de las sombras.

 

            JunHyung siempre había sentido curiosidad por conocer al aclamado alquimista de las sombras, pero nunca había tenido la oportunidad de acercarse a él, a pesar de que ambos rondaban la misma edad, porque el otro tenía un cargo muchísimo más alto que él en el ejército, JunHyung simplemente era un soldado raso y los alquimistas tenían el cargo de generales, ejerciesen de ello activamente o no. El alquimista de las sombras estaba completamente alejado de la vida militar y solo aparecía cuando se requería su presencia para alguna misión, por eso, sus caminos no solían cruzarse tampoco. JunHyung solo lo había visto de lejos en un par de ocasiones desde que había entrado al ejército, pero ni nunca había podido acercarse a él, ni nunca podría haberlo hecho debido a sus diferentes estatus. Siempre había tenido curiosidad por él, no obstante, porque se hablaba mucho de aquel joven alquimista que poseía la alquimia de las sombras, pero nadie lo conocía realmente, no tenía amigos ni entre el resto del cuerpo de alquimistas, y porque quizás era la persona más preciosa que hubiera visto JunHyung en su vida… pero en aquellos momentos sentía mucha más curiosidad sobre cómo había podido acabar sentado junto a él, en ese tren que los llevaba hacia una muerte segura, cuando nunca se había involucrado en asuntos militares. Algo debía de haber sucedido por las palabras que le acababa de decir; no obstante, aquel lugar, no era el mejor lugar para poder hablar de algún tema delicado como aquel y, si el alquimista de las sombras cumplía su palabra, tendría más tiempo para poder preguntarle.

 

            —Kim JunHyung —respondió, presentándose también, estrechándole la mano.

 

~

 

            El alquimista de las sombras cumplió con lo que había dicho y en el mismo momento en el que llegaron a Pendleton, declinó alojarse junto a los altos mandos, queriendo dormir en el cuartel junto al resto de los soldados, siendo la comidilla de todos en el lugar, tanto de los nuevos soldados que habían llegado ese día, tanto como de aquellos que ya llevaban un tiempo destinados allí. No obstante, a este no le importó en absoluto ser la comidilla del lugar, se acercó a todos los soldados y trató de entablar conversación con todos ellos, mostrándose completamente accesible a todo el mundo, comportándose de una forma que JunHyung jamás había pensado. Siempre había pensado que no se relacionaba con nadie porque debía de ser altivo y exigente con sus amistades, pero en aquellos momentos, en esos días previos a que los mandaran al frente, el alquimista se comportó como si realmente fuera uno más de ellos. JunHyung no pudo evitar observarlo, no pudo evitarlo porque siempre le había parecido alguien completamente inaccesible y ahora que estaba al alcance de su mano, no podía creérselo. El alquimista de las sombras debió darse cuenta de ello también, porque sus miradas no eran demasiado disimuladas tampoco, por lo que, el día antes de la primera batalla a la que serían enviados, le pidió que hablaran a solas.

 

            —Puedo ver que hay algo que te gustaría decirme —le comentó en cuanto estuvieron a solas—. Puedes preguntar lo que quieres.

            —¿Por qué estás aquí? —le preguntó antes de que pudiera pensar en una forma mejor de expresarse para no sonar irrespetuoso—. Lo siento —añadió rápidamente.

            —No te preocupes —respondió—. Es normal que sientas curiosidad porque nunca me he mezclado con todo esto a pesar de ser un alquimista estatal, me libré de ir a Ishval porque apenas había conseguido el título de alquimista cuando la guerra finalmente se terminó, pero esta vez no me han dejado escapar y aquí estoy, esperando poder hacer todo lo que pueda para que haya las mínimas bajas posibles —el alquimista de las sombras le dedicó una sonrisa triste y a JunHyung se le paró el corazón por completo.

 

~

 

            La guerra era un auténtico caos, mucho más de lo que JunHyung se había imaginado nunca. Había participado en muchos entrenamientos y había pasado por muchas penurias en su formación, pero absolutamente nada le había preparado para cómo era la guerra en realidad. Era completamente inexplicable. Era fuego, azufre, humo, sangre, dolor, oscuridad y miles de ruidos que se agolpaban en sus oídos. JunHyung tenía que estar siempre atento, la muerte rondaba aquel lugar, un mal paso, un poco de mala suerte de estar en el sitio equivocado en el momento menos adecuado, todo le podía suponer la muerte. Él se esforzaba en no morir, no obstante, porque no quería morir, no quería morir tan joven y, sobre todo, no quería hacerlo ahora que había podido encontrarse tan cerca del alquimista de las sombras por el que tanta curiosidad había tenido siempre y no quería morir hasta satisfacer su curiosidad. El alquimista de las sombras, nunca había visto su poder en marcha, pero cuando lo había visto por primera vez sintió un escalofrío. El poder que tenía aquel joven era increíble. El chico tenía un aspecto frágil y delicado, pero su poder era inmensurable y gracias a él cada batalla avanzaba de forma favorable para los amestrianos y ocasionaba muchas bajas en las filas cretenses mientras trataba de proteger a los suyos. JunHyung nunca se habría esperado aquel poder, pero tenía sentido, era un alquimista estatal y debía de ser poderoso.

 

            Una vez la noche caía, las batallas se reducían a estrategia para desestabilizar al enemigo o para protegerse de él, la guerra durante el día era caos, pero por la noche era mucho más tranquila, el silencio de la noche podía ser tu mejor aliado y tu mayor enemigo a la vez y siempre había que estar atento. JunHyung, no obstante, prefería aquello, prefería no ver cómo sus compañeros morían a su lado sin poder hacer nada por evitarlo y también prefería quedarse allí, guardando su puesto, teniendo las visitas constantes del alquimista de las sombras, al que el insomnio no le dejaba dormir. En aquellas visitas a veces hablaban, un poco de todo, un poco de nada, a veces solo se hacían compañía el uno al otro en el silencio de la noche y, otras veces compartían sus secretos y pensamientos más escondidos, no sabiendo si en algún momento, alguno de los dos no iba a volver a ver otro amanecer. Se volvieron cercanos en muy poco tiempo porque la muerte los acosaba desde la vuelta de la esquina y JunHyung comenzó a satisfacer todas y cada una de las curiosidades que tenía sobre el alquimista de las sombras, convirtiéndose además en una de las personas más importantes en la vida de éste… porque la guerra era dura, pero entre ella, entre el pequeño espacio que la muerte dejaba, la vida seguía corriendo y el corazón mandaba en ella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

—Durante toda la colección he tratado de hacer universos nuevos para todas las historias, pero al cruzárseme el alquimichi de acero, decidí que por un universo que no creara no iba a pasar nada y el fic que acabáis de leer está basado en el manga Fullmetal Alchemist (o anime Fullmetal Alchemist Brotherhood, por si no os gusta tanto lo de leer).

—Está encuadrado en el marco del conflicto de Amestris contra Creta, que es un conflicto que siempre está en marcha y ha originado muchísimas bajas, pero más enfocado hacia el año 1911 de la historia de FMA, donde la guerra se recrudece.

 

 

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